Pistas para descubrir el Parque Natural de Redes

Alrededor del nacimiento del Nalón y entre desfiladeros se esconde lo más extraordinario de la naturaleza asturiana. Hayedos, cuevas, hórreos y pequeños pueblos de piedra son las coordenadas de este mundo rural que es Reserva de la Biosfera. 

por MAR RAMÍREZ

Redes debe su nombre a una montaña, en cuyas empinadas laderas crecen las hayas más imponentes de España, que levantan hasta treinta metros del suelo. Su color y el de los robledables que también llenan este espacio contrastan con el de los prados de altura, donde pastan las vacas de montaña.

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EMBALSE DE RIOSECO, PUNTO DE PARTIDA

En la entrada del valle está el embalse de Rioseco, un enclave natural donde descansan las aves migratorias. Sobre él se levanta el torreón de Villamorey, de origen romano y hoy convertido en un mirador estratégico por sus inmejorables vistas. Desde Rioseco, capital del concejo de Sobrescobio, se empieza a descubrir pueblos con una bonita arquitectura rural como Ladines y Soto de Agues, que tienen hórreos tradicionales y viejas casonas de piedra y madera.

LA RUTA DEL ALBA

Es la más popular del parque natural. Un sendero fácil de 14 kilómetros ida y vuelta que comienza en Soto de Agues y lleva hasta la Cruz de los Ríos, donde se encuentran los arroyos Alba y Tronquellín. El río que ha tallado las foces de Llaímo discurre entre altos y paredones separados por solo cinco metros de distancia, y cascadas y pozas que componen un bellísimo pasaje donde asoman dos puentes medievales.

Los ríos de Redes –como el Monasterio, Ablanosa y Caleao– se abren paso entre los fuertes relieves de los roquedos por la fuerza de su caudal, dejando a su paso amplias vegas agrícolas, pero también estrechos y misteriosos desfiladeros, algunos tan curiosos en sus formas como la Foz, labrado por el Nalón. 

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DESFILADERO DE LOS ARRUDOS

Entre los desfiladeros más espectaculares están el de la Foz, el de Les Yanes –donde el agua se adentra en la cueva Dboyu para surgir de nuevo unos metros más allá– y, tallado por el río Caleao, el de los Arrudos, un fascinante sendero que atraviesa hermosos hayedos, majadas pastoriles y acerca a una de las grandes maravillas naturales del parque: el lago Ubales. Antaño, para recorrer esta bellísima garganta era necesario usar un apero tradicional con varias estacas que permitía salvar los desniveles del terreno o arrudo; hoy, la senda excavada entre montañas discurre en tramos tallada sobre la misma roca como si fuera una calzada romana.

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SANTA MARÍA DE TANES

Al paso del Nalón surge esta iglesia imponente levantada a partir del siglo XVI en una terraza junto al embalse de Tanes. De notables proporciones para ser un templo rural, tiene curiosos añadidos, como el de su pórtico, que aloja la que fuera escuelina y casa del maestro. 

CASAS INDIANAS

Cuando se llega a Campo de Caso son las casas indianas el mejor motivo para deambular por su trazado urbano. Pero, sobre todo, ir en busca del Centro de Recepción e Interpretación de Redes (parquenaturalderedes.es), que cuenta con una exposición permanente sobre sus valores naturales y culturales, sala de educación ambiental, biblioteca y actividades como observación de aves, talleres y rutas. A la salida del pueblo, un bellísimo puente medieval une las dos orillas del Nalón.

BUERÉS Y ORLÉ

Es recomendable abandonar el río solo por ver los bonitos conjuntos rurales de Bueres y Orlé. En la otra orilla, Caleao luce una pintoresca estampa, con su caserío apiñado alrededor de la iglesia de Santa Cruz de la Real, donde se guardan ricos retablos y valiosas tallas románicas. Y, siguiendo río arriba, se encuentran Soto de Caso, con su magnífico conjunto de hórreos, y Bezanes, con una senda que conduce a un elevado mirador, llamado de la Oración, que disfruta de una magnífica vista del monte Tiatordos y del valle del Nalón.

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VEGA DE BRAÑAGALLONES

Si el puerto de Tarna es el paso natural hacia tierras leonesas y donde comienza su andadura el río, en la fuente La Nalona; para ver el corazón rocoso del Parque Natural de Redes hay que ascender hasta la vega de Brañagallones, un imponente circo glaciar. Allí, entre los hayedos que tapizan las laderas, se esconden lagos, las majadas estivales de los vecinos de Bezanes y una rica fauna: osos pardos, águilas reales, rebecos y hasta el urogallo, que ha encontrado en su espesura el mejor de sus refugios cantábricos.

MUSEO DE LA MADERA DE CASO

Ubicado en una casona del siglo XVI del pueblo de Veneros, acoge una exposición temática sobre el calzado tradicional de estas montañas, la madreña, un zueco para trabajar en el campo, además de aperos y otros elementos. A 9 kilómetros se halla el Taller del Madreñeru (redmeda.com). También es interesante el Museo de la Apicultura en Tanes, junto a la iglesia de Santa María.

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GUÍA PRÁCTICA

Cómo llegar

El embalse de Rioseco, punto de partida de esta ruta por el parque natural de Redes, está a unos 50 kilómetros de Oviedo por la carretera AS-17, que se adentra en este espacio protegido siguiendo la orilla del río Nalón, y luego por la AS-117. 

Dónde dormir

En Soto de Agues, en El Bosque Encantado (casaruralparquederedes.com), una casa rural desde donde se organizan rutas a caballo por el parque natural. En Villamorey, en El Collau (casaelcollau.com), una cuidada vivienda de arquitectura tradicional restaurada con mimo. Y en Caleao, en L’Oteru (complejoturisticoelotero.com), acogedores apartamentos rurales en una casa tradicional rehabilitada con encanto.

Dónde comer

En Caleao, en Tierra de Agua (tierradelagua.es], donde probar la gastronomía de la tierra y con productos de proximidad que combinan sabores tradicionales y presentaciones creativas. En El Tozu-Caso, en El Tozu (bareltozu.com), un chigre tradicional con unas vistas maravillosas y una seleccionada carta de productos de la tierra. Y en la parrilla-cueva Deboyu (Les Yanes-Campo de Caso, tel. 985 60 81 56), un agradable restaurante junto a la cueva que se distingue por sus carnes a la parrilla.