Bohol es una isla de vegetación exuberante en la que es posible conocer algunos de los mayores atractivos naturales de Filipinas, por ejemplo, el que es uno de los primates más pequeños del mundo, el tarsero filipino, una especie en peligro de extinción tan minúsculo que cabría en la palma de la mano. Tiene unos ojos inmensos (en proporción al resto del cuerpo son 150 veces más grandes que los de los humanos) y es capaz de dar saltos de más de cinco metros. Como es prácticamente imposible encontrarlo en el bosque, lo mejor es acudir al Philippine Tarsier Sanctuary (tarsierfoundation.org), donde es fácil observarlo a lo largo de diferentes recorridos tanto de día como de noche.
Muy cerca se encuentran las Colinas de Chocolate, uno de los paisajes más insólitos del sudeste asiático, formado por más de 1.200 colinas –más grandes o más pequeñas– todas de la misma forma, casi perfectamente semiesféricas. La leyenda dice que son las lágrimas solidificadas de un gigante enamorado pero los científicos hablan de depósitos coralinos erosionados. El nombre se debe a que la vegetación que las cubre se vuelve de color pardo en los meses secos, pero son un espectáculo natural en cualquier momento del año.
Una de las formas más insólitas de acercarse a estas colinas es volar en bicicleta sobre ellas desde el Chocolate Hills Adventure Park (chocolatehillsadventurepark.com). La experiencia se llama Bike Zip y consiste en pedalear por un cable colgado a varios metros de altura que no supone ningún peligro gracias a un sistema de seguridad. La sensación de hacer algo único ante este paisaje es un recuerdo inolvidable.
Otra experiencia única es navegar por el río Loboc remando sobre una tabla, que ofrece Sup tour (suptoursphilippines.com). Algunas escenas de Apocalypse Now se rodaron en este río, que, en muchos tramos, conserva sus orillas pobladas de vegetación tropical. Es muy fácil mantener el equilibrio colocándose de pie sobre la tabla y remando lentamente. Y si uno se cae no hay problema, las aguas son cálidas y limpias.
Bohol tiene una gran herencia española y uno de los mejores lugares para descubrirla es en el pueblo de Baclayon, fundado en 1596. Además de una de las iglesias más antiguas de Filipinas, aquí se conservan 67 casas ancestrales que se han mantenido en la misma familia desde hace generaciones. Se puede hacer un circuito cultural para conocer esta historia que mezcla elementos españoles, mexicanos y autóctonos. También asistir a espectáculos de teatro de sombras, comidas típicas...
En Filipinas también hay que reservarse tiempo para ir a la playa. Bohol y las islas que se encuentran a su alrededor disponen de playas excelentes. Panglao, que está unida a Bohol por un puente, es además uno de los mejores lugares para practicar el submarinismo por la belleza de los fondos marinos. En Panglao hay también arenales en los que no hacer otra cosa que disfrutar. Una excursión en catamarán con una comida en una playa solitaria permite disfrutar del mar tropical como pocas veces se puede hacer.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
No existen vuelos directos entre España y Filipinas. Singapore Airlines tiene vuelos desde Barcelona al aeropuerto de la ciudad filipina de Cebú, el más próximo a Bohol. Politours (politours.com) ofrece viajes a este destino, como su programa Filipinas Express de 10 días, que incluye, desde 1.990 €, la isla de Bohol.
CUÁNDO IR
Bohol se encuentra en el corazón de Filipinas y es una de las islas más protegidas de tornados. La estación seca va de enero a mayo y es la época más recomendada. En la estación lluviosa las precipitaciones suelen concentrarse en unas pocas horas y el resto del tiempo los cielos están despejados.
CÓMO MOVERSE
Desde Cebú se llega fácilmente en barco a Tagbilaran, la principal ciudad del sur de Bohol. Los transbordadores de Oceanjet (oceanjet.net) tardan dos horas en hacer el recorrido. Desde Manila hay numerosas conexiones aéreas. Para recorrer Bohol y Panglao lo mejor es contratar excursiones organizadas o alquilar un coche.
DÓNDE DORMIR
El Ananyana Beach Resort & Spa (ananyana.com) es uno de esos hoteles soñados: en una playa tropical perfecta, con un extraordinario servicio y muy pocas habitaciones. La tranquilidad y belleza del lugar, una excelente cocina y numerosas posibilidades de excursiones en la embarcación del propio hotel hacen que sea la mejor elección de la zona. El South Palms Resort Panglao (southpalmsresort.com) está en primera línea de una de las mejores playas de Panglao, en la costa sur. Tiene 90 habitaciones y villas, y algunas de estas últimas están desperdigadas por un palmeral. A solo media hora por carretera del aeropuerto.
DÓNDE COMER
La gastronomía es uno de los reductos de la lengua española en Filipinas: tocino, longaniza, lechón, adobo, relleno, meryenda, etc. En general, en los restaurantes abundan los platos con carne o pescado y hay pocas opciones para los vegetarianos. Como en casi todo el sudeste asiático, se usa la cuchara y el tenedor, pero apenas el cuchillo. En Baclayon hay que probar la cocina tradicional que ofrecen en algunas de las casas ancestrales.