Matera, la próxima Capital Cultural Europea no puede tener más encanto
Potenza es la capital, pero posiblemente, Matera sea la ciudad más bonita de Basilicata, esa región al sur de Italia a la que hay que ir a propósito porque no está en una de las rutas más frecuentadas por Italia, sino encajada entre las tierras de Calabria y Apulia. Te la descubrimos.
Pasear por las calles de Matera, Italia, es dar un salto atrás en el tiempo, porque cuando uno va caminando tiene la impresión de estar en un belén. Lo que todo el mundo llega buscando a este lugar son los sassi, esas casas sobrepuestas y unidas por galerías y amplias escalinatas construidas en la roca de la montaña en las que vivía la población antes de trasladarse a otros barrios más modernos.
Este milagro urbanístico se lo debe todo a la roca que rodea Matera, que aquí llaman tufo. Se trata de un material fácil de moldear, y con el que los maestros artesanos han dado forma a las fachadas de sus casas. Primero fue una casa, luego otra y así se fue creando una red de construcciones que hoy forman parte del Patrimonio Mundial.
Matera siempre fue bonita, aunque no siempre tan conocida fuera de las fronteras italianas, por eso, desde que Pasolini la eligiera para rodar El Evangelio según San Mateo, o Mel Gibson como marco para La Pasión de Cristo, son muchos los que han caído rendidos a sus encantos que, además de los sassi, posee un excepcional conjunto de iglesias rupestres excavadas en la roca diseminadas por su entorno y decoradas con frescos (también en la lista de la Unesco), pero también otro buen puñado de templos edificados entre los siglos XIII y XIX, entre los que destacan el Duomo –en la Civita, el barrio más antiguo y con un interior rico en obras de arte, especialmente la Virgen della Bruna-, la de San Giovanni o la de San Domenico.
Su casco histórico se extiende a lo largo de il Piano, donde los más notables arquitectos italianos fueron levantando elegantes edificios de arquitectura barroca, como el palazzo Lanfranchi, la Madonna del Carmine, la iglesia de Santa Chiara o, en su mismo corazón, la piazza Vittorio Veneto, el palazzo dell’Annunziata. Un paseo monumental por esta desconocida ciudad que en 2019 estará en boca de todos como flamante Capital Europea de la Cultura, un título que comparte con la búlgara Plovdiv.