Cartagena de Indias, la reina de la costa caribeña
Cartagena de Indias es el gran símbolo turístico de Colombia, aunque alguno se haya atrevido a calificarla con cierto atrevimiento como “la ciudad más bonita de España”. No es de extrañar, pues los balcones de madera y las calles estrechas de su ciudad vieja nos recuerdan a los de Andalucía cuando se recorre esta ciudad colonial como antaño en carroza o calandria -¡qué delicia por la noche!- o a pie de día a pesar del calor y la humedad que castiga este auténtico museo urbano vivo que embauca siempre a los visitantes. Ya en 1984 la Unesco inscribió en la lista de Patrimonio Mundial al puerto, murallas y monumentos de esta Cartagena de Indias que, sin duda, es el destino más caro de Colombia. Una ciudad a la que Gabriel García Márquez expresó un amor profundo en sus obras literarias. Aquí se encuentra su casa y su mausoleo en el patio central del Claustro de la Merced, donde reposan las cenizas del Premio Nobel de Literatura de 1982.
Ese centro histórico, con dos hoteles a la cabeza (Santa Clara y Charleston Santa Teresa) que sorprenden por la simbiosis de sus joyas artísticas y sus instalaciones modernas, está tan vivo como en la época colonial. Hoy poblado de hoteles boutique, bares de copas, restaurantes y tiendas, pero también de sus calles, plazas y, como no, de sus palenqueras, esas mujeres siempre sonrientes, vestidas de colores, que lucen con elegancia en sus cabezas las más variadas y frescas frutas del país. Los turistas extranjeros se apoderan también de este mágico enclave, aunque todavía el barrio de Getsemaní permite descubrir cómo es la vida diaria de los cartageneros. No hay que perdérselo. Y fuera de esa ciudad vieja se mantienen en pie los fuertes, como San Felipe o San Fernando, que levantaron los españoles para evitar los ataques piratas, y las playas más hermosas del Caribe colombiano en Barú y el archipiélago de las islas del Rosario.
Bogotá, la puerta de entrada
Antes de viajar a Cartagena lo normal es ingresar en el país por Bogotá, la capital de Colombia, fundada por Gonzalo Jiménez de Quesada, el 6 de agosto de 1538. El explorador español, enterrado en la Catedral Primada de la ciudad, consolidó este punto al señalizar la plaza mayor, las calles y las carreteras, el lugar donde edificar la iglesia, utilizado por el dominico Fray Domingo de las Casas, defensor de los indígenas, para dar su primera misa, el ayuntamiento y otros edificios públicos. La Bogotá del siglo XXI poco tiene que ver con esa otra de hace casi 500 años, pues sus ocho millones de habitantes tienen que padecer un tráfico muy complicado al tener que trasladarse por la ciudad en coche o autobús. El metro sigue siendo una asignatura pendiente en esta bella ciudad rodeada por gélidos cerros, entre los que destaca Montserrate al este por sus magníficas vistas, y por su empedrado centro histórico que bascula entre la plaza de Bolivar y el resto del barrio de la Candelaria, encantador con sus edificios coloniales que hoy albergan en su mayoría museos, hoteles, bares y restaurantes. Imprescindible es la visita al Museo del Oro, uno de los más fascinantes en suelo americano, pues contiene más de 50.000 piezas de oro y otros materiales de las culturas prehispánicas de Colombia, así como al Museo Botero que exhibe una numerosa colección de obras donadas por el famoso artista nacido en Medellín en 1932.
El eje cafetero
Las regiones cafeteras de Colombia son otro gran atractivo del país y se localizan en las derivaciones de la cordillera andina que atraviesa Colombia desde el sur hacia el norte. Caldas, Risaralda, Quindío y el valle del Cauca conforman la zona de mayor producción de café colombiano, famoso en el mundo por su sabor y calidad, que se caracteriza por sus interminables extensiones embellecidas con saltos de agua y un paisaje repleto de árboles multicolores. Este eje cafetero, denominado “Paisaje Cultural Cafetero”, está formado en su área principal por 47 municipios y 411 veredas y se creó a lo largo de los siglos XIX y XX al amparo de una cultura diversa con gentes muy cálidas, procedentes de Antioquia, y un paisaje de picos nevados y aguas termales. La economía de la región gira en torno al café y muestra todo su encanto cuando se descubre, por ejemplo, como era la siembra de los primeros cafetales, las viviendas rurales que se levantaron y el proceso y la comercialización de esta bebida estimulante. Desde 2011, el eje está protegido por la Unesco como “paisaje cultural”.
Medellín, una ciudad innovadora
Si hay un destino palpitante en Colombia, ese es Medellín. Con sus cuatro millones de habitantes, sumando los de los alrededores, “la ciudad de la eterna primavera” destaca en el valle de la Aburrá por la variedad de su arquitectura adornada con su gran variedad de árboles que bordean las calles, la complejidad de su tejido social y, sobre todo, por su magnífico potencial como ciudad innovadora. Durante gran parte del siglo XX fue la capital industrial de Colombia y hoy, como gran nudo de comunicaciones en el país, apuesta por su transformación en una ciudad moderna que presume de su red de transportes, con el metro a la cabeza y las 55 estaciones de su red. Atrás ha quedado su pasado más oscuro, cuando en los años 90 del pasado siglo estaba considerada como la ciudad más violenta del mundo y el fenómeno del narcotráfico se apoderaba de las conversaciones de sus habitantes. Hoy, Medellín es un destino sugerente que hay que visitar. Empezando por La Comuna 13, su atracción turística más popular en la actualidad, antaño una zona de conflicto entre bandas criminales y ahora un espacio seductor por los grafitis y las obras de otros artistas urbanos que trabajan en el Barrio Las Independencias I, el occidente medellinense. El área, que goza de unas vistas espectaculares sobre Medellín, se ha transformado desde 2011 a raíz de la instalación de las únicas escaleras eléctricas públicas del país y del impulso de una amplia apuesta gastronómica tradicional que atrae a los visitantes. Dentro de la ciudad, hay que visitar también la plaza Botero, donde se exhiben 23 esculturas al aire libre de Fernando Botero y el Museo de Antioquia con su excelente colección de arte. Entre las diferentes excursiones que se pueden realizar desde la ciudad destaca el Peñol y Guatapé para admirar la gran Roca de granito que domina su cercana represa, a la que se accede subiendo 659 escalones, y los coloridos zócalos de las fachadas de las casas del pueblo.
Caño Cristales, “el río más hermoso del mundo”
En las cercanías del municipio de La Macarena, al sur del país, se halla Caño Cristales, “el río más hermoso del mundo”. Así definen los colombianos a este curso fluvial de cinco colores -verde, azul, amarillo, negro y rojo- con unas aguas transparentes que dejan ver sus plantas acuáticas y las formaciones rocosas de las orillas. Se trata de un río corto, que no rebasa el centenar de kilómetros, muy estrecho y conviene saber que entre diciembre y junio su acceso permanece cerrado. Hace unos años esta región era controlada por las FARC, luego la zona estuvo en peligro por una explotación minera que se proyectó en las cercanías y ahora Colombia la impulsa como un joya natural original en sus destinos turísticos.
Cali, la capital mundial de la salsa
Cali, la tercera ciudad de Colombia en el suroeste del país, destaca por su fiesta callejera, el baile y la salsa, sin olvidarnos de sus mujeres, con fama de ser las más hermosas de esta área geográfica, y de su legado afrocolombiano. La capital del Valle del Cauca cuenta también con un Museo del Oro, más pequeño que el de Bogotá, que alberga una buena colección arqueológica compuesta por adornos de oro, artefactos de madera y piedra y figuras de cerámica de esta región, y su edificio histórico más importante es la Iglesia de la Merced, la más antigua de la ciudad (1545), donde destaca en su altar mayor la figura de la Virgen de las Mercedes, patrona de Cali. También goza de mucha popularidad el Monumento a Cristo Rey, una versión reducida del famoso monumento de Río de Janeiro, que cumple las funciones de excelente mirador hacia la Sultana del Valle. Por último, un consejo para disfrutar de la animada vida nocturna de Cali y para los que no sepan moverse al son de la salsa: hay que apuntarse en alguna de las más de cien escuelas de baile que se esparcen por toda la ciudad.
Isla Gorgona, excursión por el Pacífico
Si todavía disponemos de más tiempo, una buena excursión marítima para el final del viaje puede ser Isla Gorgona. Situada a 35 kilómetros de la costa del Pacífico colombiano, constituye un paraíso natural de flora y fauna, con serpientes y monos a la cabeza. La isla es pequeña (9 km de longitud por 2,5 km de anchura), pero sorprende también por sus paradisíacas playas y sus áreas de buceo donde se pueden contemplar ballenas jorobadas, mantas diablo, tortugas, tiburones y bancos de peces.
DATOS PRÁCTICOS
DOCUMENTACIÓN
Pasaporte en vigor. Los españoles no necesitan visado para viajar a Colombia, siempre y cuando la estancia no se alargue más de 90 días.
CÓMO LLEGAR
La compañía Avianca (avianca.com/es/es) ofrece vuelos directos diarios desde Madrid y Barcelona a Bogotá, y semanales a Medellín y Cali desde la capital de España, con una duración aproximada de 10 horas. Desde 650 euros, dependiendo de la temporada.
CUÁNDO IR
La mejor época para viajar a Colombia es durante la estación seca desde diciembre hasta abril, pero el clima depende de la región visitada.
DIFERENCIA HORARIA
+6 horas.
MONEDA
El peso colombiano (COP). Un euro equivale a unos 3.600 pesos.
MÁS INFORMACIÓN
www.colombia.travel/es