Embajadores: Cinco planes para conocer el barrio más ‘cool’ del mundo
La amplia oferta cultural, la diversidad gastronómica, la frenética vida nocturna que se cuece entre sus calles y los diferentes espacios que dan forma a Embajadores son solo algunos de los puntos que han llevado a este barrio madrileño a coronarse como el más guay del mundo. La revista inglesa Time Out ha sido la encargada de elaborar este ranking en el que uno de los barrios más antiguos de Madrid, que ha sabido reinventarse para adaptarse a las nuevas corrientes sin perder la esencia que lo caracteriza, ha dejado atrás a otros como Euljiro, en Seúl, Prince Real -Lisboa- o Strasbourg-Saint-Denis en París. Tanto si ya lo conoces como si todavía no te has dejado seducir por su riqueza y "sencillez", te proponemos cinco planes perfectos con los que descubrir, o saborear aún más, este vecindario.
DE BRUNCH POR LAVAPIÉS
Pum Pum Café se levanta sobre una carnicería de 1800 (que llevaba 30 años cerrada) con una oferta vegetariana extraordinaria en un ambiente sencillo pero encantador. Sus bizcochos caseros, el pan de masa madre, los huevos benedictine sobre una tostada de pan y aguacate y uno de sus puntos fuertes: el café molido al momento y acompañado por leche fresca son algunos de los productos que han conquistado a aquellos que incluso hacen cola antes de su apertura para disfrutar de este espectáculo culinario en primera fila. Está situado en la calle Tribulete nº6 y el precio medio es de 10-15 euros.
CULTURA EN LA SALA EQUIS
Lo que tiempo atrás era un cine para adultos es hoy uno de los espacios culturales más modernos y atractivos del centro de la capital. La Sala Equis nació para darle una segunda vida al gran edificio histórico anexo a los cines Alba creando un espacio de colectividad y de ocio no convencional. Sus propuestas van desde ciclos temáticos de cine, encuentros de discusión y propuestas escenográficas, hasta un espacio gastronómico en el que compartir y disfrutar de una buena cena con un clásico de cine como telón de fondo.
DISFRUTAR DEL MERCADO DE ANTÓN MARTÍN
Encontrar productos frescos, probar platos tradicionales de diferentes culturas e incluso aprender flamenco, todo esto y mucho más es lo que podrás encontrar a tu paso por el mercado de Antón Martín. Situado en la misma plaza que le da nombre, este espacio con ambiente bohemio y artísticos abastece a barrios como Las Letras, Lavapiés y Justicia. En su interior te recomendamos parar en Gastro Chigre, un local especializado en tapas modernas con una base de comida asturiana acompañadas de cervezas artesanas. Entre sus platos estrella encontramos las gyozas de pote asturiano con fava de Luarca y kimchi de berza, los rollitos de costilla con salsa hoisin o las quesadillas de pitu de caleya al curry con lenteja beluga. Con una carta en constante cambio este pequeño local deleitará hasta a los paladares más exigentes.
ALTERNAR EN TIRSO DE MOLINA
“Las mejores medias son las que te pones a las 3 de la mañana” Bajo este lema se rige uno de los locales de moda de este barrio y de todo Madrid. Situado en Tirso de Molina, Medias Puri no es una tienda de medias, como su nombre podría indicar, sino un club clandestino que cuenta con tres salas con diferentes ambientes, pistas de baile, reservados, coctelería…, en definitiva, un espacio que invita a disfrutar de la noche madrileña hasta altas horas de la madrugada. Lo original de su propuesta y las performances en directo – producidas por los creadores de la exitosa saga The Hole- son los puntos fuertes que han hecho de este local todo un referente en la capital.
COMPRAS VINTAGE POR EL RASTRO
Si visitas Madrid en domingo o festivo acudir al rastro, un mercado al aire libre que nació hace más de 400 años, es un imprescindible. Todo está dispuesto entorno a la Ribera de Curtidore,s en donde podrás encontrar desde ropa de segunda mano hasta muebles. En algunas de las calles aledañas a esta pronunciada cuesta se encuentran zonas especializadas: la calle de los pájaros (Fray Ceferino González) la de los pintores (San Cayetano) o la de libros antiguos (Carnero y calle de Carlos Arniches) son solo una muestra de ello.