Otoño en La Rioja, ideas para empaparte de vino
Adentrarte en un calado, hacer de viticultor por un día, perderte por el barrio con más bodegas centenarias del mundo… y muchos otros planes con los que le sacarás el jugo a la región en esta época.
ADENTRARTE EN UN CALADO
En el casco antiguo de Logroño abundan los calados, lagares y vestigios de antiguas infraestructuras vitivinícolas. Así que la mejor manera de descubrirlos es adentrarse en el de San Gregorio, que va desde la calle Rúa Vieja hasta la de que le da nombre, y empezar a sumergirte en el mundo del vino de Rioja. Como guinda, qué mejor que brindar con una copa acompañada de un aperitivo. Las visitas se organizan desde la oficina de Turismo (logroturismo.org)
VENDIMIAR EN FAMILIA
¿Qué te parece convertirte en viticultor por un día y descubrir los secretos de la vendimia? Algunas bodegas de La Rioja ofrecen este planazo en familia en pleno contacto con la naturaleza. Una jornada de medio día que incluye un paseo entre viñedos, la vendimia manual con la pisada tradicional de uvas en tinas de madera, la prensada y la degustación del mosto, la visita guiada a la bodega para conocer los métodos de elaboración y envejecimiento del vino, un aperitivo servido en el guardaviñas con cata comentada de vinos jóvenes para adultos y de mosto para niños y comida o cena con un menú típicamente riojano.
TROTAR ENTRE LOS VIÑEDOS
Para hacer un tranquilo paseo a caballo entre viñedos no se necesita experiencia previa, tan solo muchas ganas de disfrutar del paisaje. Algunos alojamientos y bodegas ofrecen esta actividad guiada por expertos monitores como Bodegas Corral (donjacobo.es), en las inmediaciones de la localidad de Navarrete; el hotel Los Agustinos de Haro (hotellosagustinos.com) o La Hostería de San Millán (hosteriasanmillan.com), en San Millán de la Cogolla.
DAR UN PASEO EN CARRUAJE
Para disfrutar de los paisajes riojanos, y más en en estos primeros días de septiembre, nada mejor que hacer un recorrido por los viñedos de la familia Lecea (bodegaslecea.com) en carruaje. Un paseo que hace evocar al pasado y que acaba con la visita a los calados de la finca, excavados en el siglo XVI. Su precio: 40 €. Más del siglo XXI, pero de manera ágil, silenciosa y sostenible, también la experiencia de hacerlo en segway (segwaylarioja.es).
DESCUBRIR BRIONES
Tiene bodegas, viñedos, un bonito entorno natural y, además es un buen sitio para comer, pero, sobre todo, para empaparse de la cultura del vino. Por eso, ninguno mejor que este pueblo –en la red de Los Pueblos más Bonitos de España– resume la esencia de la Rioja Alta. Para empezar a descubrir esta villa medieval habrá que perderse por las calles estrechas y empedradas de su casco antiguo, donde se levantan palacios y numerosas casas blasonadas, su plaza mayor, su iglesia y los restos de la antigua muralla. Luego contemplar la panorámica desde el antiguo castillo y, seguido, darse a la costumbre del tapeo y los vinos, antes de rematar en el Museo Vivanco de la Cultura del Vino, cinco salas dedicadas a despertar todos los sentidos, ya sea en su Jardín de Baco, en su gastrobar o apuntándose a una cata.
PERDERTE POR EL BARRIO CON MÁS BODEGAS CENTENARIAS DEL MUNDO
Está en Haro y es el barrio de la Estación, donde se reúnen Bodegas Muga, La Rioja Alta, Gómez Cruzado, López de Heredia Viña Tondonia, Roda, Bilbaínas y CVNE, cada una con su encanto particular, pero todas con una historia centenaria a sus espaldas y muchas de ellas con varias generaciones atrás. El barrio, nacido en la segunda mitad del siglo XIX, en plena revolución industrial, es hoy una milla de oro del vino de Rioja e imprescindible para conocer la tradición vinícola de la región.
EXPERIENCIAS ENOTURÍSTICAS EN UN HOTEL-BODEGA
Muy cerquita de Logroño, a solo 10 kilómetros y en plena naturaleza, el hotel-bodega Finca de los Arandinos (fincadelosarandinos.com) es un espacio enoturístico inspirador y vanguardista abrazado por las viñas donde el diseñador de moda David Delfín recreó su original mundo en 10 de sus 14 habitaciones, mientras el resto están situadas sobre la nave de barricas de la bodega, integrada en el propio hotel y donde se elaboran vinos de Rioja. Se puede ir a dormir, a comer, pero también a relajarse con uno de los masajes y tratamientos de vinoterapia que ofrecen en su spa.
PROBAR Y DEGUSTAR LOS FRUTOS DE LA RIOJA EN UN ESTRELLA MICHELIN
A 19 kilómetros de Logroño, Daroca de Rioja es uno de esos pequeños pueblos que podría pasar inadvertido por sus dimensiones y sus habitantes, con solo 48 vecinos; sin embargo, los riojanos lo conocen, aunque solo sea de oídas, porque tiene el honor de acoger un restaurante con estrella Michelin, Venta Moncalvillo (ventamoncalvillo.com). A los mandos, los hermanos Carlos e Ignacio Echapresto, chef y sumiller respectivamente, empeñados en hacer historia en la gastronomía de La Rioja innovando en la cocina de siempre y maridando sus mimadas creaciones con las mejores referencias vinícolas de los viñedos locales. Otra referencia imprescindible, el doblemente estrellado El Portal de Echaurren (echaurren.com/elportal), con el reconocido Francis Paniego al frente.
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Turismo de La Rioja