,type=downsize)
Aguas cristalinas, playas de arena blanca, naturaleza en estado puro…. El paraíso existe y está en Maldivas. Situado en el exclusivo y exótico atolón de Noonu se encuentra Cheval Blanc Randheli, un resort de lujo en el que la desconexión y la paz están aseguradas, lugar que han escogido Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa para disfrutar de unas idílicas vacaciones en pareja (tal y como te descubre, con fotos exclusivas, el último número de la revista ¡Hola!)
Rodeados por la exuberante vegetación y el océano, las villas con playa privada, concebidas por el arquitecto Jean-Michel Gathy, son toda una invitación a experimentar el “Art de Recevoir” francés. Deslumbrados por la luz natural y construidos en sinergia con el entorno de la isla, estos lofts de estilo catedral disponen de todo tipo de comodidades para hacer de la estancia de sus huéspedes una experiencia única, desde una piscina infinita con vistas al océano hasta un baño exterior con su propio salón tocador.
Este resort de gran lujo cuenta, además, con una amplia variedad de actividades. Descubrir la gran fauna marina que se esconde en estas islas vírgenes protegidas por un gran arrecife de coral mientras practicas snorkel o mimarse en el Cheval Blanc Spa con alguno de sus exclusivos tratamientos son solo algunas de sus múltiples opciones ¿Acaso hay algo mejor que disfrutar de un masaje en este oasis de paz?
Con un diseño elegante pero discreto que guarda el equilibrio perfecto entre la arquitectura moderna y las inspiraciones tradicionales, el Cheval Blanc Randheli ofrece hasta cinco espacios gastronómicos en los que deleitar al paladar. Entre ellos destaca 1947, un restaurante de alta cocina que ofrece una exquisita experiencia culinaria de nueve platos que rinde homenaje a la cocina francesa, interpretada con delicadeza y creatividad, en la que también hay espacio para la fusión con productos locales. Sobre las aguas turquesas de la laguna y al aire libre, The Deelani ofrece mariscos locales y especialidades mediterráneas.
¿Viajas con niños? Ellos también tienen su propio espacio. Le Carrousel les ofrece numerosas actividades culturales, lúdicas y deportivas: yoga, búsqueda del tesoro, deportes acuáticos, sesiones astronómicas de observación, etc.
