Cuevas marinas, pozas, lagunas, cenotes y charcos de color azul turquesa son otra alternativa a las playas o piscinas donde refrescarse este verano. Y, además, muchas de ellas, están cargadas de magia y misterio.
CENOTE IK KIL (MÉXICO)
Cerca de las ruinas mayas de Chichén Itzá está el que es, posiblemente, uno de los cenotes más bellos del país. Tiene 60 metros de diámetro y sus aguas, a 40 metros de profundidad, a las que se desciende por unas escaleras, eran consideradas sagradas por los mayas, por ello, en el lugar estos realizaron sacrificios a su dios de la lluvia. Hoy, los que las disfrutan, además de los bañistas, son los cientos de pájaros salvajes que viven entre la vegetación que lo envuelve.
AGUJERO AZUL NANDA (PACÍFICO SUR)
Para situarnos, Vanuatu es un país insular en el Pacífico Sur, entre Australia, Fiji y las islas Salomón. Lo forman 83 montañosas y volcánicas islas, entre ellas la del Espíritu Santo, la más grande del archipiélago. Hasta el interior de este paraíso de aguas azules y arenas blancas hay que llegar para conocer esta preciosa laguna de agua dulce rodeada de una espesa selva / © Shutterstock
TO SUA (SAMOA)
Las islas Samoa no nacieron por arte de magia sino a partir de la actividad volcánica que emerge del mar. Esta también es la que ha dado origen a la fosa oceánica To Sua, un agujero de 30 metros de largo convertirda en una auténtica piscina natural. Localizada en Upolu, la isla más grande del archipiélago, se puede descender hasta ella por una escalera o saltando en trampolín.
GRUTA DE LA POESIA (ITALIA)
En el tacón de Italia, en la Rocca Vecchia, se encuentra esta cueva con leyenda. La que cuenta que era en las aguas turquesas de esta piscina natural donde le gustaba bañarse a una princesa, por eso los poetas se desplazaban hasta ella para encontrar su inspiración, de ahí el nombre de la Gruta de la Poesía. Para llegar a esta impresionante piscina de la comarca de Salento es necesario hacer una travesía a pie que va desde Otranto hasta Rocca / © Shutterstock
PISCINAS DE LAS HADAS (ESCOCIA)
Dicen que bajo las aguas cristalinas de estos manantiales de la isla de Skye todavía se esconden seres mágicos y sobrenaturales. Los antiguos celtas se lo creían y muchos aún todavía hoy. En realidad, las Fairy Pools (piscinas de las hadas) son las curiosas formaciones de su fondo marino: cascadas, arcos naturales, montañas… a los pies de las Black Cuillins, un paisaje tan irreal como hermoso / © Shutterstock
BLUE GROTTO (MALTA)
No una, ¡seis! son las cuevas marinas que forman el Blue Grotto, uno de los lugares imprescindibles de la isla de Malta. A una docena de kilómetros de la capital, La Valeta, y cerca del pueblo de Wied-iz-Zurrieq, el agua del mar crea unos magníficos juegos de luz y color a los pies de los acantilados que son un auténtico espectáculo. Si navegar por su interior entre sus rocas cubiertas de corales es toda una experiencia, más aún darse un baño en un escenario así.
CASCADAS KRAVICE (BOSNIA)
Entre Studencia y Ljubuski, y muy cerquita del lugar de peregrinaje de Medjugore, en la región de Herzegovina, se descubren estas cascadas donde refugiarse del calor en los veranos bosnios. Si ya ver caer las aguas del río Trezibat refresca en este jardín vertical de musgo y líquenes más aún bañarse en las pozas donde caen, todo un jacuzzi natural.
EL CHARCO AZUL (EL HIERRO)
La isla más pequeña de las Canarias no tiene playas, pero lo compensa con valles, miradores, bosques y paisajes creados por la lava que dejan boquiabierto. Entre estos, una de las zonas de baño más espectaculares: el Charco Azul, una verdadera piscina natural en El Golfo que es el mejor resumen de las múltiples formas que han dejado la actividad volcánica y la erosión de las olas con el sonido envolvente del mar de fondo. Sumergirse en sus aguas de color turquesa, protegidas del imponente océano por un roquete es para los más tranquilos, porque siempre están los que prefieren lanzarse a ellas desde las alturas / © Shutterstock