El paisaje de arrozales de China que parece un cuadro
Las terrazas de arroz de Yuanyang, al sur de la provincia china de Yunnan, son un paisaje insólito modelado desde hace varios siglos con destreza por la etnia hani, que habita en este territorio. Las laderas de los montes Ailao componen un horizonte vertical que hoy se puede contemplar, fotografiar y recorrer caminando en cualquier época del año.
Cuando se contempla la vista desde los miradores asomados a la inmensidad de los arrozales de Yuanyang da la sensación de que se está mirando un cuadro en un museo. Un lienzo a cielo abierto en China donde priman las líneas curvas y tonalidades verdes mezcladas en infinidad de matices. En cada terraza surge una escena costumbrista, con los bueyes, la postura petrificada de una garza o el suave contoneo de unos vestidos azulados típicos de las mujeres hani cosechando.
En Yuanyang, si ha llovido lo suficiente y los bancales están inundados casi por completo (algo que sucede entre los meses de noviembre a marzo), el paisaje se transforma en una compilación de espejos sobre los que se reflejan las distintas actitudes de la luz solar. De ahí que los amaneceres y atardeceres sean tan populares en este lugar.
Fueron los hani quienes, tras poblar hace más de mil años este territorio delimitado por el río Honghe (o río Rojo) y los montes Ailao, comenzaron a cultivar arroz, su fuente de subsistencia, en las escarpadas laderas sobre las que se sostenían sus casas de barro. A una media de altitud de 2.000 metros, esculpieron el terreno con una sucesión de trazos desiguales dando origen a las terrazas de arroz más hermosas a este lado de Asia. Hoy día, en convivencia con la etnia yi, los hani alimentan estos paisajes con el mismo empeño del principio, aunque el espaldarazo definitivo a su obra llegó en 2013, cuando entraron en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Tras un largo viaje de casi siete horas por carretera desde Kunming, la capital de Yunnan, la primera parada es el centro de visitantes de Qingkou, donde se saca la entrada para acceder a tres miradores que forman una ruta circular y ofrecen unas panorámicas excelentes de las terrazas de arroz: Duoyishu, Laohuzui y Bada. Cada uno es diferente y cuenta con la particularidad de acompasar su visita con la salida o la puesta de sol. Por ejemplo, la plataforma de Duoyishu es idónea para el amanecer, mientras que la de Bada resulta perfecta para presenciar la caída del sol. Laohuzui, en cambio, deja que sus paisajes verticales sean idóneos a cualquier hora del día.
Pero quizás, lo mejor de visitar los arrozales de Yuanyang es que en el trayecto y en todas las aldeas habitadas por los hani o los yi, se pueden realizar paradas constantes, y, por supuesto, gratuitas, para continuar amasando para el recuerdo un reguero de panorámicas portentosas. Tampoco está mal olvidarse del coche o la motocicleta y, de ese modo, salir a caminar para perderse por onduladas rutas sin final y diminutas aldeas que huyen del paso del tiempo.
Hay múltiples opciones de trekking que hacen recordar que la vietnamita Sapa no anda demasiado lejos, de hecho, el sur de Yunnan tiene un poco de Vietnam, incluso de Laos, con quienes comparte el flanco meridional de su larga frontera.
En Yunnan pervive una agraciada porción del Tibet con la mítica Shangri-La como protagonista y además es una provincia habitada por veinticinco de las cincuenta y seis etnias que conviven en China. Datos objetivos que explican por qué Yunnan es tan diversa como auténtica.
NO DEJES DE… Seguir los senderos que forman parte de la antigua ruta del té y los caballos, una variante de la ruta de la seda que ha funcionado hasta bien entrado el siglo XX y de la cual escribió el gran Marco Polo. Ciudades milenarias como Dali, Lijiang, Shaxi o Shangri-La son testigos vivientes del trasiego comercial en mercados en los que se intercambiaba el mejor té rojo Pu’er cultivado en el sur de Yunnan por los caballos tibetanos que se necesitaban para la guerra. Los amantes de las infusiones pueden catar las distintas añadas del té rojo más valioso del mundo.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
KLM tiene vuelos desde numerosas ciudades españolas hasta Chengdú, vía Ámsterdam. Desde Chengdú hay que ir hasta Kunming, la capital de Yunnan, por aire o por tren. Entre Kunming y los arrozales de Yuanyang se requiere un viaje por carretera de aproximadamente siete horas. La agencia española YUNNAN VIAJES (yunnanviajes.com) organiza rutas cerradas o a medida por la provincia de Yunnan con guías de habla hispana que incluyen la visita a las terrazas de arroz y a otros lugares como Shangri-La, Dali o Lijiang.
CUÁNDO IR
Si bien cualquier momento del año es bueno para visitar los arrozales de Yuanyang, la mejor época para fotografiarlos oscila entre los meses de noviembre y marzo, cuando las terrazas se encuentran completamente inundadas y el sol se refleja en el agua convirtiéndola en un auténtico espejo.
CÓMO MOVERSE
Dada la imposibilidad de alquilar un vehículo sin conductor en China con el que moverse por cuenta propia, solo existen tres opciones para hacer la ruta de los miradores de Yuanyang. La primera, llevando el circuito ya cerrado de antemano (desde España o desde Kunming) con una agencia de viajes. La segunda, contratando un tour de un día o medio día a través de alguno de los hoteles de la zona. Y la tercera, dedicando la estancia completa a hacer trekking y así caminar por los cultivos de arroz y las distintas aldeas. En cuanto a viajar por la provincia es cierto que hay una buena red de transporte por tren, autobús o incluso avión entre localidades de cierta importancia. Pero para profundizar e ir más allá de las generalidades, conviene ir acompañado de un experto en la zona que hable chino y con el que poder sacar un mayor partido al viaje.
DÓNDE DORMIR
En el área de los arrozales de Yuanyang no existen los hoteles grandes, sino que el alojamiento se ofrece en hoteles o guesthouses pequeñas, muchas de ellas con vistas deslumbrantes de las terrazas de arroz. Uno de los establecimientos más famosos y encantadores de la zona es el famoso Jacky’s Guesthouse (reservas en jackyguesthouse@gmail.com), en la aldea de Duoyishu, con unas panorámicas soberbias del paisaje y un trato exquisito a los clientes que se sienten como en casa. Aunque para vistas las del Duoyishu Hotel (Tel. 00 86 13466285484/00 86 873 5768628), situado en la misma plataforma de observación y que garantiza unos amaneceres de película en un espacio confortable. En Daomeng Woju Hotel (Tel. 00 86 873 5789226) facilitan a los turistas villas de lujo con arquitectura hani en mitad de los arrozales, ofreciendo una experiencia de muy alto nivel y una solución para las familias. La provincia de Yunnan destaca por contar con unas infraestructuras hoteleras de calidad, siendo posible pernoctar en antiguas mansiones convertidas en hoteles boutique espectaculares, como el Linden Centre (linden-centre.com) de Xizhou o las villas de estilo tibetano y cinco estrellas de Songtsam Linka Retreat (songtsam.com) de Shangri-La.
DÓNDE COMER
La gastronomía de Yunnan es muy condimentada y ligeramente picante si se compara con la ardiente cocina sichuanesa, con abundantes verduras y hortalizas primando sobre las carnes. Se pueden probar buenos platos en los propios hoteles y guesthouses de Yuanyang, los cuales ofrecen a sus clientes la posibilidad de comer y cenar a buen precio como, por ejemplo, en el ya mencionado Jacky’s Guesthouse. En la población de Dayutang hay un buen restaurante con una disposición de platos muy variados, el AHU (Tel. 00 86 873 2987111), donde la ternera cocinada con hojas de menta es un auténtico clásico.