Luis Fonsi desvela en una entrevista exclusiva a hola.com sus lugares favoritos de Puerto Rico

Entrevistamos al cantante en su país natal, donde ha recalado con su gira ‘Love and Dance Tour’ y después de que su canción ‘Despacito’ batiera todos los récords.

por ESPERANZA MORENO

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Estás de enhorabuena, cumples 20 años de carrera, continúas llenando estadios del mundo entero con tu gira y tu canción Despacito ocupa la cima de todos los ránking, entre ellos el de convertirse en la primera canción en alcanzar 5 mil millones de reproducciones en Youtube. ¿Cómo ha sido volver a Puerto Rico después de un éxito así?

Llegar a casa y cantar, antes o después, siempre es muy emocionante. Yo nací aquí, aquí me crié, empecé a estudiar música –luego fui a la Universidad en Estados Unidos- y comenzó mi carrera tras sacar mi primer disco en el 98. Le debo mucho a Puerto Rico y ese cariño siempre lo voy a sentir, es un orgullo, por eso regresar para dar un concierto me crea muchos nervios, pero son nervios por el respeto que le tengo al público, porque en cierto punto no los quiero defraudar, quiero que cada concierto sea mejor que el anterior y que mi público sienta ese orgullo y cariño.

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El momento es tan especial…

Sí, por todo lo que ha pasado con Despacito, una canción completamente internacional que lleva a Puerto Rico en su letra, en su ritmo, en su cuatro portorriqueño (el instrumento insignia de la música tradicional). El vídeo de la canción, el más visto de la historia de Youtube, también está filmado acá, en el barrio de La Perla y en un local mítico, La Factoría, y tiene mucho de la esencia de esta tierra, en el que además han participado el artista portorriqueño Daddy Yankee y la actriz y Miss Universo Zuleyka Rivera. Pero también con el éxito de la canción Échame la culpa...

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También es especial porque es tu primera actuación después de lo que ha sufrido el país tras el paso de los huracanes Irma y María en septiembre de 2017…

Sí, ver cómo Puerto Rico se ha puesto de pie después de lo que pasó es algo que me ha dado mucha felicidad, sobre todo, porque la gente tiene una actitud de juntos vamos a vencer y eso es importante. Fueron momentos difíciles (Fonsi nos cuenta cómo consiguió ayuda humanitaria y apoyo de algunas celebrities amigas, como Emilio y Gloria Estefan, Chayanne, Nicky Jam…), pero el puertorriqueño es luchador, alegre, optimista y toda esa alegría la celebramos en concierto.

Has sido elegido embajador de la Compañía de Turismo de Puerto Rico, ¿no es mucha responsabilidad llevar el nombre de tu país por todo el mundo?

Es una responsabilidad bonita, en el buen sentido de la palabra, y además porque siempre lo he hecho. Me enorgullece decir que nací en una islita pequeñita en el Caribe, que mi música viene de un lugar donde se mezclan diferentes estilos, una islita con mucho sabor, que ha lanzado a grandes músicos y ha hecho, con su pequeño tamaño, mucho ruido en el mundo entero. La música es nuestro día a día. Aquí no tienes que ser músico para celebrar la música. El puertorriqueño de por sí nace bailando, hasta los que dicen que no saben bailar bailan bien. Y eso es algo que llevamos en nuestro ADN. 

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Cuando sales por ahí, ¿qué imagen tiene la gente de la isla?

Me ha sorprendido lo mucho que la conocen y, casi siempre, todo tiene que ver con la música, porque gracias a Dios hemos tenido en ella grandes músicos y artistas. Lo que hizo Ricky Martin por Puerto Rico fue muy grande, pero también otros como Jeniffer López, que aunque nació en Nueva York, es de padres puertorriqueños; o Marc Anthony.

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¿El éxito de Despacito es el éxito de Puerto Rico?

Siempre lo digo: mucho más allá de ser mi canción Despacito es el éxito de los portorriqueños y de los latinos en general, porque saber que el mundo entero está cantando una canción en español es algo que no había pasado desde 1996 con Macarena, de Los del Río, y antes, en 1987 con La Bamba. Son, hasta ahora, los tres únicos números uno en español en la lista Billboard de EEUU. Así que bien, contento.

Cantar Despacito, ¿algún día puede llegar a cansarte?

No, te lo juro, ni me voy a cansar, mientras la gente no se canse yo tampoco. Una cosa es que yo vaya conduciendo en el coche y ponga la canción y diga hay ¡qué chévere!, voy a escucharla, voy a subir el volumen, eso no. Pero otra cosa es sobre el escenario, cuando empiezo la introducción y veo a la gente reacciona de manera tan positiva, eso me emociona. De eso jamás me va a cansar. Lo que uno quiere es emocionar al público y ojalá tenga 20 años más de carrera y la gente todavía quiera seguir escuchándola.

Este año también celebras un aniversario especial, has cumplido 40 años. ¿cuáles son los lugares imprescindibles de San Juan, la ciudad en la que naciste?

A mí me encanta caminar una tarde por las calles del Viejo San Juan, parando a conocer chinchorritos (locales pequeños e informales donde se come y se bebe) nuevos, a tomar un helado o una piragua (postre con forma de pirámide a base de hielo raspado y cubierto de sirope con sabor a fruta). Eso, para mí, es San Juan. Por supuesto, también visitar el Morro, que es nuestro fuerte. Yo voy dos o tres veces al año y todavía me impresiona su visual. Un recuerdo de mi infancia, y de la mayoría de niños de Puerto Rico, es volar aquí una chiringa (una cometa). E imprescindible, igualmente, la playa. Yo soy playero, me crié en una playa desde niño, aprendí a caminar sobre la arena.

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Y de Puerto Rico, ¿tus lugares preferidos?

Por supuesto, la playa, me crié en ella, sobre la arena aprendí incluso a caminar, así que soy muy playero. Me encanta la de Luquillo, a la que tengo un cariño especial desde mi niñez, pero también, las playas vírgenes de Vieques y Culebra. Aquí está mi favorita, la de Culebrita, en una pequeña bahía, a la que hay que ir en bote desde la marina de Puerto del Rey de Fajardo.

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Y bonitas son también la de Guilligan, en Guánica; Vacia Talega, en Piñones; y Palominito, en la costa este. Es hermoso alquilar un jeep e irse por allí con la neverita, la música, las cervezas frías y encontrar privacidad en tu propio rinconcito. La costa oeste tiene también lugares únicos, como La Parguera, una de las tres bahías bioluminiscentes de Puerto Rico, junto con las de Fajardo y Vieques. Conozco las tres y son espectaculares. Una noche sin luna, impresiona estar en un kayak y cuando mueves el remo ver cómo brillan sus aguas. 

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Y del centro de Puerto Rico, ¿qué destacarías?

Me encanta respirar el olor a tierra en las montañas de la cordillera que cruza el centro de la isla. Por supuesto, recomiendo visitar el Yunque y bañarse en su cascada, con esa agua de río tan fría y cristalina que te despierta el alma. Son mis recuerdos de niño, cuando iba a visitar a algunos familiares que viven en el campo, comíamos con ellos y luego íbamos a la playa, con esa arena suavecita que siempre es cálida. Lo pasábamos tan bien.

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