Tel Aviv, la Israel más viva en 10 razones

Quizás sea por su peculiar arquitectura. O por su exquisita gastronomía. A lo mejor se trata de su lado más cultural. O todo lo contrario: por sus inolvidables noches de fiesta. Las razones por las que animarte a descubrir una de las ciudades más vivas de todo Oriente Próximo pueden ser infinitas, pero te proponemos diez que, seguro, terminarán de convencerte.

por CRISTINA FERNÁNDEZ

1. UN PASEO POR ROTHCHILD

Te acercas un día cualquiera al barrio más moderno de la capital de Israel y pareces inmerso en la película El show de Truman. Todo parece perfecto: las parejas jóvenes, todas ellas bellísimas, hacen deporte en los jardines de Rothschild Boulevard, su avenida principal y una de las primeras construidas en la ciudad hace más de 100 años. Hay quienes prefieren dar un paseo con su mascota a la vez que empujan el carrito de su bebé. Todo es agradable. Todo rezuma felicidad.

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Para disfrutarlo al máximo, lo mejor es imitar a los israelíes: pasear por su avenida principal y sus calles aledañas despacio, parando a tomar un café en alguno de los múltiples quioscos que encontrarás. Si lo que te apetece es algo más contundente, continúa hasta el final de la vía y busca un hueco en alguna de sus cafeterías o restaurantes, como Rothschild 12, donde degustar unos ricos huevos benedictinos y un sabroso smothie

2. LA CIUDAD BLANCA

Rothschild es uno de los mejores lugares del mundo para contemplar la arquitectura Bauhaus en todo su esplendor –repartidos por la ciudad hay más de 4.000 edificios de este estilo–, por eso, nada mejor que aprovechar y unirse a la ruta guiada gratuita que cada sábado, a las 11 de la mañana, organiza el Ayuntamiento de Tel Aviv. Un paseo de dos horas que tiene como punto de encuentro Rothschild 46 y te ayudará a entender los orígenes de este movimiento: arquitectos judíos que huyeron de los nazis a principios del siglo XX, llegaron hasta Tel Aviv, una ciudad que estaba comenzando a formarse y que necesitaba de cierto orden en su planificación. La corriente Bauhaus, por la que estaban fuertemente influenciados, acabó por convertirse en el modelo a seguir. 

Algunos más antiguos o incluso en ruinas, otros completamente reformados, el paseo en busca de grandes iconos de la corriente arquitectónica puede continuar después más allá de Rothschild. El Cinema Hotel (atlas.co.il/cinema-hotel-tel-aviv-israel), en la Plaza Dizengoff, es un buen ejemplo, donde además puedes alojarte. Decorado con todo tipo de objetos y elementos cinematográficos (carteles antiguos, cámaras...), desde su terraza se obtienen unas vistas increíbles de todo los alrededores. Otra buena opción es el hotel boutique Molcho (nevetzedek.com), en el barrio bohemio de Neve Tzedek, también es una maravilla.

3. EL TEL AVIV MÁS ARTÍSTICO

Para descubrir otra faceta de la ciudad: su cara más bohemia, hay que llegar a Neve Tzedek, el primer barrio judío que se construyó fuera de las murallas de Jaffa, la ciudad antigua portuaria. Los viejos edificios han pasado a albergar tiendas de diseñadores noveles locales, galerías de arte donde pasar horas ensimismado, artesanía con toques orientales que componen piezas únicas y restaurantes donde degustar un exquisito ejemplo de nueva cocina. 

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Adéntrate en alguno de sus comercios, admira su arte urbano, escondido en las esquinas menos esperables o pruébate alguna de las joyas de diseño de Sigal. Si te quedan aún más ganas de inspeccionar la ciudad, continúa subiendo por la calle Shabazi hasta llegar a la zona más alta, núcleo también de la modernidad israelí. Desde allí obtendrás una vista de la ciudad que seguro recordarás siempre. 

4. DISFRUTAR DE SUS PLAYAS

Tel Aviv es una ciudad que vive de cara al mar. Ahí está el gran pasado portuario de Jaffa, que durante miles de años ha sido utilizado activamente, como ejemplo. Por eso, ponemos rumbo al enorme paseo marítimo que recorre gran parte de la costa de la ciudad. Una zona activa y llena de vida, sobre todo cuando las temperaturas suben, donde conocer de cerca la idiosincrasia y la forma de vida de los telavivíes. 

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5. DELÉITATE CON SU ARTE URBANO

En una ciudad que se mueve entre las costumbres y cultura más arraigadas propias del judaísmo más ortodoxo, y las novedades artísticas más actuales, no podía faltar un movimiento en el que confluyeran ambas partes. Y ese ha sido el arte urbano. Artistas locales y extranjeros han utilizado rincones inesperados de la ciudad como lienzos en blanco sobre los que exponer su creatividad dando forma a grafitis con todo tipo de mensajes. Uno de los barrios donde más ha proliferado este movimiento artístico es Florentin, aunque Neve Tzedek y Jaffa son también núcleos importantes donde apreciarlo. Una buena idea es que te pongas en contacto con Guy Sharett, profesor que organiza rutas guiadas por la ciudad para descubrir los murales y grafitis más interesantes. 

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6. PRUEBA SU GASTRONOMÍA 

Esa mezcla entre oriente y occidente, pasado y presente, dan a Tel Aviv una de sus sorpresas más destacables: la gastronomía. Porque en esta ciudad puedes pasar del restaurante de diseño más espectacular, como puede ser Mashya (mashya.co.il), en los bajos del Mendeli Hotel de Tel Aviv, donde probar la cocina fusión más exótica, a la de Miznon (23 Ibn Gabirol Street), un bar donde los panes de pita con carnes elaboradas de diferentes maneras salen de su cocina sin cesar. Mientras esperas el pedido podrás mitigar el apetito con diferentes salsas como tahina o humus que podrás encontrar en la barra. 

Por cierto, el humus más rico de todo Tel Aviv lo hallarás en un pequeño bar, pero auténtico junto al puerto de Jaffa: Abbu Hassan (Ha-Dolfin St 1). 

7. PIÉRDETE POR EL MERCADO CARMEL

Los mercados son el lugar perfecto donde sentir, vivir y entender de verdad cómo es el día a día de la ciudad. El viejo Mercado Carmel, repleto de pasadizos, es el corazón palpitante de la ciudad, en el que los tenderos, la mayoría sefardíes, gritan a todo pulmón los precios de sus productos para captar clientes. Desde flores hasta especias de todos los colores y aromas, pasando por encurtidos, frutas, verduras, panes o frutos secos, es el lugar idóneo para encontrar la materia prima más fresca. 

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8. VIAJA AL PASADO EN JAFFA

Más de cuatro mil años de historia se concentran en este encantador trocito de Israel, porque cuando Tel Aviv aún ni existía, Jaffa ya contaba con uno de los mayores puertos de todo el Mediterráneo. En cuanto te encuentres de frente con las blancas murallas de su fuerte, tu imaginación comenzará a volar. Lo que antiguamente fueron los hangares en los que los pescadores guardaban sus aparejos, se han transformado en cafeterías, galerías de arte y tiendas de diseño. Por las callejuelas del fuerte se llega al puerto, en el que ahora atracan las embarcaciones de recreo de las personas más pudientes de la ciudad y algún que otro barco de pescadores.

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Antes de partir de Jaffa, no olvides pasarte por su mercado de pulgas. Entre antigüedades y piezas de coleccionista de todo tipo, seguro que hallarás el recuerdo perfecto que llevarte a casa. 

9. LA MARCHA NOCTURNA 

Aunque Tel Aviv es famosa por el ambiente de sus bares y clubes prácticamente cualquier día de la semana, el viernes es el día grande. Una buena zona para arrancar la noche será Jaffa o Neve Tzedek, donde en cualquiera de sus wine bars podrás ir entrando en materia. Cata los vinos israelíes en, por ejemplo, Jajo Vino (Shabazi St 44), antes de continuar la ruta nocturna por alguno de sus clubs más famosos. 

Los más aclamados dj´s del mundo no dudan en hacer parada en Tel Aviv y es normal: sus fiestas se han convertido en todo un reclamo. La música electrónica se adueña de la noche en lugares como The Block (Shalma Rd 157), todo un referente nacional en el que poder bailar, si se quiere –y se aguanta-, hasta el amanecer. Otro de los clubs más populares es Bootleg Club (King George St 48). Si lo que te apetece es un plan más tranquilo, Jimmy Who Bar (Rothschild Blvd 24), en Rothschild, atrapa con sus tenues luces y su decoración retro. 

10. UNA GRAN FIESTA

Ninguna otra ciudad en Oriente Próximo celebra de igual manera el orgullo gay. Una cita que lleva celebrándose desde hace 20 años y que se ha convertido en todo un referente ya no solo en esta parte del mundo, sino en el planeta entero. Jóvenes llegados desde los cinco continentes salen a la calle a vivir y a formar parte de la multitudinaria cabalgata que recorre las principales calles y avenidas de la ciudad más liberal de Israel para acabar, hasta que el cuerpo aguante, bailando al son del tecno en las playas de la ciudad. En 2018 la cita del Tel Aviv Pride es el próximo 8 de junio.