Comencemos por el principio. ¿Tienes un presupuesto limitado? Descubrir Buenos Aires sin invertir en exceso es posible, ¿cómo? con las visitas guiadas, muchas de ellas gratuitas, que ofrece la ciudad para conocer de primera mano su fascinante cultura. Por ejemplo, es posible realizar un recorrido guiado en bicicleta, con el que explorar el colorido distrito de la Boca, o recibir una lección de historia en la Plaza de Mayo, la más famosa del lugar, para conocer el vibrante pasado de la ciudad.
Para los que prefieran explorar Buenos Aires por su cuenta y lejos de los circuitos turísticos más clásicos, los diversos puntos de arte urbano porteño se presentan como una buena alternativa. Por ejemplo, es posible fotografiar el mural más largo del mundo (El Regreso de Quinquela), el cual tiene una longitud de 2 kilómetros. Asimismo, los murales y demás ejemplos de arte urbano son siempre punto de encuentro para los jóvenes porteños, por lo que son un buen enclave para entablar conversación con alguno de ellos, para después ir juntos a tomar un café.
Uno de los cafés más famosos de Buenos Aires es el Café Tortoni: inaugurado en 1858, su interior parece haberse detenido en el tiempo y se trata de un lugar que emana un espíritu acogedor y vintage. A pesar de esta estética, no deja de ser uno de los lugares más frecuentado por los jóvenes de la capital, que acuden a él para tomar un café, jugar al billar o disfrutar de una cerveza por la noche.
Los millennials también sabrán apreciar el encanto de los mercados porteños. El de San Telmo, por ejemplo, es el lugar ideal para pasear y encontrar piezas vintage al mejor precio. Por su parte, la Feria de San Telmo es perfecta para la compra de antigüedades. Esta especie de “rastro” tiene lugar cada domingo en la Plaza Dorrego, a la cual suelen dirigirse también numerosos bailarines de tango para deleitar a los presentes en esta feria dominical.
Quienes, por su parte, quieran conocer de primera mano los diseños de los creadores locales, pueden dirigirse cada fin de semana a la Feria Cortázar, en el moderno barrio de Palermo. Una visita a la boutique Panorama, la cual sólo vende marcas argentinas, te servirá para conocer de primera mano las últimas tendencias en el país.
Tras una jornada de turismo y shopping, es el momento de disfrutar al máximo de la noche porteña, conocida mundialmente por su amplia oferta de propuestas gastronómicas y locales abiertos hasta el amanecer. Para llenar el estómago, nada mejor que probar un delicioso bistec. Argentina es conocida por su buena carne, la cual puede ser degustada en numerosos restaurantes, como La Cabrera, Don Julio o La Choza de Gascón.
Tras la cena, la noche comienza en alguna de sus coctelerías, reconocidas por la gran calidad de sus creaciones, como las del Verne Club. Llamado así en honor a Julio Verne, el espíritu del autor también se refleja en su interior. Los sofás Chester y las alfombras de inspiración oriental adornan este bar, donde es posible degustar todos los cócteles imaginables, además de otros propios de autor, considerados casi como obras maestras.
Por último, puedes dirigirte a cualquiera de los clubes de Buenos Aires para bailar hasta la salida del sol. Uno de los mejores es el Niceto Club, donde es posible disfrutar de diferentes estilos, ya sea electro, techno o indie. Si se está en la ciudad un jueves, no hay que perderse la legendaria Club 69 de Niceto; probablemente, la fiesta más espectacular en toda la ciudad con sus espectáculos de parodia y otras actuaciones.