Vacaciones inolvidables a pie de playa en Lanzarote
Belleza y lujo se dan la mano frente a la playa Dorada para hacer de tus vacaciones una experiencia inolvidable.
Playa Blanca es una tranquila zona de la isla ideal para el descanso. Fue un antiguo pueblo de pescadores en la costa suroriental y hoy es perfecto para descubrir algunos de los lugares más emblemáticos de la isla: el Parque Nacional de Timanfaya, La Geria, las Salinas de Janubio, la Laguna Verde, Los Hervideros… En este entorno, el hotel Princesa Yaiza tiene todo lo que se necesita para una escapada de lujo.
Si relajantes son las vistas que ofrece hacia el mar, estando como está situado a pie de playa, de un gusto exquisito las estancias de este hotel de aire colonial típicamente canario. Sus habitaciones, desde dobles a suites, están decoradas con un gusto exquisito y conquistan por sus vistas, su confort y el mimo con el que cada detalle está dispuesto en ellas.
De su apuesta por el bienestar, el hotel Princesa Yaiza da buena cuenta en el Centro Thalasso y Spa, a orillas del mar. ¿Y cuál es el encanto de este oasis de paz? Pues, principalmente, su piscina de agua de mar, en la que podrás nadar bajo un cielo estrellado de lo más especial mientras te dejas llevar por la música relajante subacuática. Pero, este centro de bienestar también cuenta con medio centenar de cabinas de tratamientos donde podrás poner a punto cuerpo y alma con masajes, hidroterapia, rituales de relajación o tratamientos faciales avalados por firmas como Carita o Thalion, entre otras cosas.
Para deleitar el paladar existen diferentes restaurantes con un objetivo común: impulsar la cocina lanzaroteña mediante la innovación y el cuidado minucioso del producto local. Entre todos ellos, la joya de la corona es el restaurante Isla de Lobos, un lugar en el que estimular los sentidos. Sus espectaculares vistas al océano Atlántico maridan con una cocina tradicional renovada en la que técnicas actuales y tradicionales se dan la mano para ofrecer una carta llena de intensos sabores y contrastes.
Para los niños está pensado el espacio Kikoland, y para toda la familia, más de 10.000 m2 de instalaciones donde pasar buenos momentos en sus piscinas, casitas de juegos, pistas de baloncesto, tenis y padel y hasta un anfiteatro para actuaciones. Para todas edades y para todos los gustos.