¡Ballena a la vista!, diez lugares magníficos para ver cetáceos

Desde la ballena azul, el animal más grande que ha pisado la Tierra (dinosaurios incluidos) a los alegres delfines, pasando por las orcas o los roncuales, los cetáceos ejercen desde muy antiguo una gran fascinación. Y aunque avistarlos no siempre es fácil, la emoción de verlos nadando o saltando en libertad en su hábitat natural es difícil de explicar. Si algún día quieres disfrutar del espectáculo que ofrecen, estos son los lugares imprescindibles.

por PAKA DÍAZ

ISLANDIA

Entre mayo y finales de agosto son los mejores meses para ir a buscar ballenas en el país nórdico. Húsavík, está considerada la capital europea de avistamiento de cetáceos, incluida la gran ballena azul –el animal más grande del mundo–, pero también la acrobática ballena jorobada, la minke, la orca… También desde Reikiavik se puede ir en algunos de los tours de ballenas que salen de su puerto. En 2016 fueron a ver ballenas a este país aproximadamente el mismo número de habitantes que tiene. Islandia se ha convertido en el Top 1 para los amantes de estos animales por su firme compromiso en su defensa y protección.

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Por cierto, aunque la mitología islandesa está llena de historias sobre ellas, la más famosa se llama Keiko y fue la orca protagonista de Liberad a Willy, seguramente la película que más ha hecho por concienciar sobre la importancia de la libertad de los mamíferos marinos. Keiko al fin fue devuelta a sus mares del Norte y acabo sus días en libertad. 

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NORUEGA

Hay numerosas especies diferentes de ballenas en Noruega: Jorobadas, asesinas, marsopas, cachalotes, ballenas minke, azules... En verano, la región donde mejor se ven es en el archipiélago de Vesteralen, muy cerca de las islas Lofoten –lo ideal es combinar ambos destinos dada la belleza de estas últimas–. Pero, sin duda, el mejor momento es en invierno, ya que en esta zona suministro enorme de plancton y krill, que atrae a montones de peces. En los meses fríos los mejores safaris de ballenas se organizan desde Tromsø y Andenes.

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MÉXICO

Los Cabos, en la Baja California Sur, es un estado rodeado de la magnificencia del Mar de Cortés y el océano Pacífico, un paraíso situado entre dos mares donde las ballenas se acercan tanto a los barcos que a veces es posible casi tocarlas. Las ballenas jorobadas llegan en invierno y se quedan hasta la primavera en las aguas tropicales y subtropicales de este rincón de México para tener a sus crías. Sus acrobacias son todo un espectáculo. Otro lugar muy bonito para visitar es Holbox, la isla de los flamencos rosas, a unos 150 kilómetros de Cancún, en la Riviera Maya, donde se puede bucear con mantas rayas y tiburones ballenas que, aunque no sean cetáceos, son impresionantes de ver. Además, los delfines pueden llegar a escoltar la lancha que te lleva y es posible incluso lanzarse al agua para nadar con estos amigables animales en libertad.

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ESCOCIA

La mejor época para ver cetáceos en la accidentada costa escocesa es de abril a septiembre. Aunque el clima puede ser cambiante (conviene ir bien abrigados y pertrechados por si llueve), y se requiere mucha paciencia, la Isla de Mull o la de Lewis son buenos enclaves para observar ballenas minke, orcas o grandes ballenas azules. Además, se ven pigargos, cormoranes, frailecillos, delfines y tiburones peregrinos.

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MADEIRA

Con 28 especies diferentes de cetáceos y la posibilidad de verlos realmente cerca, Madeira se ha convertido en uno de los lugares favoritos europeos para ir a ver a los mamíferos marinos en familia. Los barcos se acercan mucho y permiten que incluso se llegue a poder tocar los delfines, que los hay de tres especies: comunes, mulares y pintados. Pero además es posible hacer excursiones en las que el barco se detiene y los viajeros pueden tirarse al agua a nadar con ellos, una experiencia única, siempre acompañados de profesionales en fauna marina y biólogos marinos.

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FILIPINAS

Con más de 7.000 islas y 36.000 kilómetros de costa, Filipinas se está ganando a pulso el título de la ‘Capital del buceo del Sudeste Asiático’. La isla de Pamilacan es uno de los enclaves más recomendables para ir a avistar delfines y ballenas. La mejor época es entre marzo y junio y se pueden ver delfines de Risso, de nariz de botella, spinner o moteados, y ballenas de Bryde, azules o cachalotes enanos. Pero, además, Pamilacan cuenta con playas de arena blanca y con la posibilidad de realizar inmersiones de buceo para ira ver tiburones ballena que, aunque no son mamíferos, impresionan igualmente.

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PANAMÁ

Entre los meses de julio y octubre, las ballenas jorobadas viajan desde el polo Sur hasta el Pacífico, y se acercan a las costas panameñas. Panamá es el único lugar en el mundo donde las ballenas jorobadas de los hemisferios norte y sur se reúnen para aparearse y dar a luz. En la temporada alta, puede llegar a haber más de 2.000 ballenas en su costa, lo que supone un 99% de posibilidades de verlas en libertad. Incluso hasta el mes de noviembre se pueden ver por el país, ya que sus aguas prístinas y cálidas son ideales para que las ballenas jorobadas se reproduzcan. Para verlas con sus ballenatos, los mejores lugares son las islas de Coiba, el golfo de Chiriqui, Taboga y el archipiélago Las Perlas.

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AZORES

El archipiélago de las Azores se ha convertido en uno de los mayores santuarios de ballenas del mundo. Un tercio del total de las especies de cetáceos existentes en todo el mundo se pueden ver en sus limpias aguas. Las especies más extrañas se dan cita en ellas. Aunque durante todo el año es posible observar cetáceos, los delfines pintados son más frecuentes en verano, como los cachalotes, rorcuales norteños y ballenas barbadas. En verano, además, es posible nada con los delfines en mar abierto. En invierno es la mejor temporada para contemplar al animal más impactante, la ballena azul. Además, las Azores cuentan con interesantes museos y centros de interpretación dedicados a los cetáceos en las islas de Pico y Faial, perfectos para completar el viaje.

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SUDÁFRICA

Las ballenas de Bryde son la única especie que habita las aguas sudafricanas durante todo el año, pero ¡ojo!, porque son muy difíciles de detectar ya que salen a la superficie solo un brevísimo lapso de tiempo. Sin embargo, entre junio y noviembre es la mejor época para observar a estos los mamíferos del mar: las ballenas francas del sur, que nadan muy lento con lo cual son perfectas para poder admirar sus hasta 15 metros de largo, o las jorobadas que se pueden ver en las aguas del Cabo durante su migración de las regiones polares de Mozambique y Madagascar. Tanta es la afluencia que incluso han creado La ruta de la ballena, que pasa por ciudades como Betty’s Bay, Kleinmond, Hermanus, Pringle Bay, Standford y Gansbaai. Además, del 29 de septiembre al 1 de octubre se celebra en Hermanus el festival anual de ballenas. Otra peculiaridad de las aguas sudafricanas es que en ellas nadan delfines de hasta diez especies distintas y se les puede ver, literalmente, surfeando las olas de la costa de la bahía de Plettenberg, sobre todo durante la migración de las sardinas, de mayo a mediados de julio. 

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ESPAÑA

En nuestro país hay algunos de los mejores enclaves europeos para ver cetáceos. El Estrecho de Gibraltar es una estupenda zona para ver cachalotes, orcas y rorcuales en su paso migratorio, así como poblaciones residentes de ballenas pilotos, calderones comunes y delfines de diversas especies (común, listado y mular). Además, en julio y agosto se pueden observar a las orcas y los rorcuales que cruzan el Estrecho mientras hacen su ruta migratoria entre el Atlántico y el Mediterráneo. También, tanto en Galicia como en el resto de comunidades bañadas por el mar Cantábrico, es posible avistar a las mágicas y excepcionales ballenas. Las Canarias son enclaves perfectos para ver cetáceos ya que se pueden encontrar hasta 26 especies diferentes, desde la gigantesca ballena azul a cachalotes, zífidos, orcas, rorcuales o ballenas jorobadas o yubartas. Muy importante, busca las embarcaciones que lucen el distintivo Barco Azul/Blue Boat, que asegura que cumplen con las leyes que garantizan una vida plena y feliz a los cetáceos que habitan en las aguas canarias.