Conduciendo por las carreteras que cruzan esta barrera montañosa entre España y Francia se van descubriendo la brutal naturaleza de este espacio sin fronteras: parques nacionales, naturales, reservas, puertos de montaña, pequeños pueblos medievales, sitios Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, miles de senderos, pero también balnearios donde relajar cuerpo y mente y un sinfín de actividades para hacer. Para que no te pierdas entre tanta maravilla natural, te contamos los imprescindibles.
AÍNSA Y ALQUÉZAR, DOS PUEBLOS MUY BONITOS
Dos pueblos medievales pequeños, de piedra e impecables figuran entre los más bonitos de Aragón. El primero, en la encrucijada de todos los caminos que llevan al corazón del Pirineo oscense, es como de postal. Solo tiene dos plazas, dos calles, una iglesia románica y un castillo, en uno de los extremos de esta villa, pero no le hace nada más para derrochar encanto. Para ver la mejor panorámica de Alquézar, el pueblo mejor conservado de la sierra de Guara, hay que asomarse desde el mirador de la carretera y ver cómo el cañón del río Vero rodea esta villa medieval de calles estrechas con arcadas que tiene en su colegiata su principal monumento / © Shutterstock.