Samaná: playas de postal, cocoteros, sabor caribeño y… ¡ballenas!
En esta península de República Dominicana hay playas espectaculares infinitamente menos explotadas que las de otras zonas, y, junto a ellas, hoteles desde los que salir a explorar su naturaleza aún virgen y a observar a las ballenas jorobadas que, en estos meses, hasta aquí llegan para parir sus crías o en busca de novio.
No hay por todo el planeta concentraciones de cocoteros como las que se levantan sobre los arenales y antiguas plantaciones de Samaná. Y es que esta península al extremo noreste de la isla La Española es un punto y aparte en República Dominicana. A diferencia de zonas tan famosas como Punta Cana, Samaná estalla en sabor local.
PARRILLADAS Y ASOPADOS EN LA ARENA
Es el Atlántico, pero las transparencias turquesas de estas aguas y la cadencia de la península entera no podrían sentirse más caribeñas. En este paraíso de postal, como en la antaño villa pesquera de Las Terrenas, recalaron puñados de europeos que se quedaron para siempre a vivir en él y que hoy regentan esos hotelitos de maderas de colores que se confunden con las casas antillanas, o algún chiringuito playero en el que sentarse a probar un asopado de camarones o una parrillada de pescados y mariscos directamente sobre la arena.
LAS MEJORES PLAYAS
Otros de estos expatriados regentan algún pequeño negocio de windsurf, de alquiler de equipos de buceo o de excursiones que llevan a los mejores rincones de Samaná. Porque aquí no solo hay playa. Las tiene, por supuesto. Tan espléndidas como Rincón, que año sí y año también se hace un hueco en los ránkings de playas más despampanantes del globo. O Cayo Levantado, más conocida como Playa Bacardí desde que se rodara por ella un mítico anuncio de ron que atrajo a más de uno en su busca. Y tantas más como Playa Bonita o Madama y Frontón, a las que llegar en lancha si se quiere ahorrar un largo, aunque espectacular, paseo, o Playa Cosón, una de las favoritas en Samaná para los surfistas. El mar, con desde el snorkel sobre arrecifes de coral y el buceo, hasta las travesías en catamarán o el hedonista dolce far niente al sol, es aquí una baza segura.
AL ENCUENTRO CON LAS BALLENAS
También imprescindibles en Samaná son las caminatas y rutas en todoterreno entre las empalizadas de palmeras que alfombran sus sierras o las excursiones a caballo hasta cascadas como la del salto El Limón. Y, más imprescindibles todavía, los encuentros con las ballenas jorobadas que cada año, entre enero y marzo, acuden a su bahía a parir a sus crías o a encontrar novio. La mayoría sale en barco para admirarlas, pero conduciendo cerca de la costa o tomando una piña colada junto a la orilla, no será nada raro distinguir a estas moles de hasta cuarenta toneladas saltando sobre las olas.
UNA EXCURSIÓN RECOMENDABLE
El Parque Nacional de los Haitises, adornado por islotes, cuevas, bosques subtropicales y una de las reservas de manglares más importantes del Caribe. Desde el muelle de Samaná salen a través de la bahía las lanchas desde las que explorar este territorio virgen donde admirar el vuelo de los pelícanos, tijeretas y el festín de aves migratorias que lo habitan o explorar las cavernas que los indios taínos decoraron con petroglifos mucho antes de la llegada de Colón. Mejor aún que en una embarcación de motor será fluir por estas aguas en silencio absoluto a bordo de un kayak.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Soltur ofrece viajes de 7 días a la península de Samaná y con alojamiento en los hoteles Bahía Príncipe, a partir de 1.200 €.
CÓMO MOVERSE
Para desplazamientos cortos y por libre, tan fácil como pedir un taxi o parar un concho, es decir, la experiencia dominicana del moto-taxi. Y para visitar la zona, habrá que optar entre contratar excursiones con los hoteles o las agencias locales o, con más libertad, alquilar una moto o un coche. Altamente recomendable que sea una todoterreno o, como dicen aquí, una jeepeta, si se quiere explorar a fondo esta región tan virgen por caminos a menudo sin asfaltar.
CUÁNDO IR
La temperatura es deliciosa entre diciembre y abril, con el aliciente añadido de que es en invierno cuando pueden verse por su bahía las ballenas jorobadas. Entre mayo y octubre suben las temperaturas y llueve más, aunque suele tratarse de aguaceros tropicales que descargan unas horas y no impiden disfrutar de la playa el resto del tiempo. La temporada de huracanes se inicia el 1 de junio y concluye el 31 de noviembre.
DÓNDE DORMIR
Si se busca un ‘todo incluido’, Bahía Príncipe (bahia-principe.com) cuenta aquí con algunos tan exclusivos como el Luxury Bahia Principe Samana y el Luxury Bahia Principe Cayo Levantado, entre los tres mejores hoteles 'todo incluido' del Caribe y los 20 mejores del mundo, según TripAdvisor.
DÓNDE COMER
Buen pescado y marisco recién sacado del mar para degustar sobre la arena en los chiringuitos de las playas, o las delicias frente al mar del afrancesado La Terrasse (Pueblo de los Pescadores) en Las Terrenas; las pastas frescas del italiano Il Pirata (ilpiratalasgaleras.com), las paellas de El Cabito (elcabito.net), los burritos del café The End of the Road de la avenida Jimi Hendrix de Las Galeras…