De París a Marrakech siguiendo a Yves Saint Laurent

Pocos talentos y tan fructíferos como el de Yves Saint Laurent, el genio de la alta costura cuya presencia casi mítica se siente nada más entrar en los dos museos que acogen su legado. Te contamos lo que te vas a encontrar en ellos porque acaban de abrir sus puertas en París y Marrakech, sus ciudades más queridas. 

por hola.com

La ‘maison’ parisina donde el artista concibió su obra es la misma que hoy acoge el museo Yves Saint Laurent de la capital francesa (museeyslparis.com). Ahí está, intacto, el salón de recepción, donde las clientas esperaban para probarse los diseños, y también el estudio del artista, en la primera planta. Sus libros, fotografías y dibujos han quedado sobre la mesa, congelados en el tiempo, junto a las tijeras de Paule, su asistenta, el plato de su perro Moujik y el archivo en el que el diseñador anotaba todas las indicaciones necesarias para dar forma a la prenda. Y ahí también, repartidas por las distintas estancias de este palacete que en 1974 se convirtió en la sede de la casa de costura Saint Laurent, en el 5 de la Avenida Marceau, las 35.000 obras que reúne, incluyendo vestidos, accesorios, dibujos y otros objetos.

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Pero recorriendo las salas de la ‘maison’ no solo se admiran los recuerdos del artista que convirtió en ropa obras de Mondrian, Picasso o Matisse, y revisó toda la historia de la moda, también podrás descubrir cómo este concebía una colección de alta costura o su gran bagaje cultural. Un palacete construido no solo gracias al talento artístico del francés, también el empeño de su pareja Pierre Bergé, el creador francés con el que formaba uno de los dúos más poderosos e influyentes de la moda y que murió en 2017 sin ver inaugurado el proyecto.

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Y de París volamos a Marrakech, la ciudad ante la que cayó rendido Yves Saint Laurent nada más poner un pie en ella, allá por 1966, y con la que establecería un vínculo perpetuo desde entonces. Esa relación llevó al artista y a su pareja a adquirir el jardín Majorell (jardinmajorell.com), un pequeño y exótico paraíso vegetal situado en el barrio de Guéliz, y la que se convertiría en su residencia, Villa Oasis. Y ahora, como gratitud, la Ciudad Roja le rinde homenaje con un museo (museeyslmarrakech.com) que es una muestra de la fascinación e influencia que esta tuvo en sus colecciones.

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Una estructura de ladrillo y forma cilíndrica da acceso al nuevo museo, situado en la misma manzana del jardín y Villa Oasis, que consta de una sala permanente donde, además del célebre vestido Mondrian, se irán exponiendo trajes de alta costura y complementos del modista. Para disfrutar también su librería, decorada con un fresco inspirada en el frasco del perfume Opium, un café, un gran auditorio y una inmensa biblioteca para estudiosos de la moda, el diseño y el arte marroquí.

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