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Para ver la mejor perspectiva de la ciudad del Támesis no hay mejor lugar que subir a The London Eye y, a 135 metros del suelo, para contemplar el Big Ben, el Parlamento, el puente de Westminster… todos los iconos de Londres a los pies. La panorámica no puede ser más impresionante, y si no que se lo digan la la modelo, pero desde luego también la experiencia que brinda este logro del diseño y la ingeniería compuesto por 32 cabinas de cristal, cada una de ellas con capacidad para 25 personas.
Media hora tarda la noria en dar una vuelta de 360º y eso sin detenerse, porque gira constantemente, pero a una velocidad tan lenta que permite que se pueda subir a ella sin llegar a parar.
La entrada (en torno a unos 28 €) también da acceso a la 4D Experience, un pequeño corto en tres dimensiones sobre la ciudad. También hay entradas para familias y de día y noche. Otras opciones permiten acceder sin colas a la cápsula e incluso contratar una de ellas de modo privado, como la que se brinda para la exclusiva experiencia gastronómica del restaurante Dining at 135. Eso sí para darse ese lujo hay que desembolsar más de 5.000 €.
