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¿Qué hace Tadeo Jones en Granada? Seguimos sus pasos por la ciudad

El peculiar héroe ha vivido mil aventuras y las últimas le han llevado a la capital granadina, donde se le ha visto corriendo por las calles del barrio del Albaicín o en la Alhambra. Con él como guía de lujo, salimos en busca de las localizaciones de rodaje de su segunda película, El secreto del rey Midas.

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Tadeo Jones viaja hasta Las Vegas para asistir a la presentación del último descubrimiento de la arqueóloga Sara Lavroff: el papiro que demuestra la existencia del Collar de Midas, el mítico rey que convertía en oro todo aquello que tocaba. Pero el feliz reencuentro se verá enturbiado cuando un malvado ricachón secuestra a Sara para poder encontrar el talismán. Junto a sus amigos la Momia, el loro Belzoni y su perro Jeff, Tadeo tendrá que hacer uso de su ingenio para rescatar a Sara y emprender un viaje por medio mundo, donde encontrará nuevos amigos y nuevos villanos. En esa vuelta al mundo, Tadeo aterriza en Granada, y, a partir de este momento, comienzan sus aventuras.

MIRADOR DE SAN NICOLÁS

De todos los miradores de la ciudad, el más famoso es el de San Nicolás, el mejor punto de partida para empezar esta ruta que sigue los pasos a Tadeo Jones. Situado a los pies de la iglesia y el aljibe que la da nombre, es el centro de reunión de todos los que suben al Albaicín y quieren admirar la mejor vista de la Alhambra y Sierra Nevada. Si se quiere subir más aún, desde la ermita de San Miguel Alto la panorámica también es impagable.

POR LAS CALLES DEL ALBAICÍN

Una trepidante persecución por el Albaicín sitúa a Tadeo Jones y a sus compañeros de aventura en las estrechas y empinadas calles de este barrio inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Como en la película, paseando por él se descubren algunas de sus señas de identidad: los platos decorando las paredes, los balcones adornados con macetas, las escaleras… Pero su verdadero encanto está en sus angostos callejones, en sus plazas abiertas a lindos miradores, en sus cármenes perfumados… También en los restos de la muralla que se ven en el camino, sus iglesias (la del Salvador, que fue la mezquita mayor del barrio) o sus mansiones hispanomusulmanas, especialmente la Casa de Zafra, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura doméstica de la época nazarí en Granada, rehabilitado como Centro de interpretación del Albaicín.

EL DARRO, A LA CARRERA

Los protagonistas de El secreto del rey Midas también recorren la emblemática Carrera del Darro. Esta peatonal y, al caer el sol, hechizante calle que sirve de unión entre la ciudad vieja y la nueva es una calle para pasear sin prisas. En un extremo, las calles moriscas, encaladas y retorcidas del Albaicín y el Sacromonte; en el otro, la Granada cristiana, con sus elegantes construcciones renacentistas y barrocas. Hasta la plaza Nueva, donde desemboca, acompaña el serpeteante río Darro mientras se descubren, en el camino, los baños árabes más antiguos de España, los puentes que cruzan el río y vigilantes desde lo alto, las torres de la Alhambra. 

EN LA PLAZA DE SANTA ANA

La Carrera del Darro desemboca en esta plazoleta anexa a la plaza Nueva, que también se identifica en la película. En ella, además de admirar la iglesia de San Gil y Santa Ana, que forma parte del catálogo de iglesias mudéjares de la ciudad que en otro tiempo fueron mezquitas, con una esbelta torre de ladrillo, se puede ver el Pilar del Toro, un antiguo abrevadero de animales y fuente obra de Diego de Siloé de mediados del siglo XVI. 

LA CUESTA DE GOMÉREZ

La citada persecución de Tadeo y sus amigos termina en esta empinada cuesta que, en la cinta, aparece clavada a la realidad. Por ella se puede llegar caminando, como hacen los protagonistas, hasta la Alhambra, situada en lo alto de una colina. En la subida, a la izquierda queda la colina de la Sabika; a la izquierda, la del Mauror.

LA ALHAMBRA

Después del esfuerzo, Tadeo Jones nos lleva hasta el monumento más señero de la ciudad para admirar sus torres, como la de las Damas, retratada en la película; y entrar en sus palacios nazaríes, donde se encuentran las estancias más suntuosas: el Mexuar, el palacio de los Arrayanes y el patio de los Leones; luego la Alcazaba, el recinto fortificado más antiguo, hasta llegar al Palacio de Carlos V, hoy Museo de la Alhambra y Museo de Bellas Artes. Es el mejor lugar para despedirse de la ciudad y quedarse con el mejor recuerdo, la panorámica que regalan sus evocadoras vistas.

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