Guía para comerse León, Capital Española de la Gastronomía 2018

Casi tan antigua como la muralla romana, es la rivalidad que existe entre los bares del barrio Húmedo y el Romántico, por ver en cuál se sirven las tapas más ricas y generosas. Además de esto, que ya es mucho, en León hay unos productos de primera (es la provincia con más alimentos protegidos de España) y un elenco de restaurantes de lo más apetecible, incluida la estrella Michelin quizá más barata del país.

por ANDRÉS CAMPOS

MERCADOS PARA ABRIR EL APETITO
Alguien que no conozca ni de olidas la despensa leonesa, que ignore que esta provincia atesora tres denominaciones de origen, nueve indicaciones geográficas protegidas y cinco marcas de garantía… lo primero que tiene que hacer es visitar el mercado que se celebra los miércoles y los sábados en la Plaza Mayor de la capital, donde se reúnen en un cuadro abigarrado y nutritivo, como de Archimboldo, las peras, las manzanas reinetas y las castañas del Bierzo, los pimientos de Fresno de la Vega, los tomates de Mansilla, los puerros de Sahagún, las alubias de La Bañeza, los quesos azules de Valdeón, las cecinas, los chorizos, los botillos y las morcillas. Por cierto, que aquí, en León, la morcilla se hace sin arroz ni piñones, solo con sangre y mucha cebolla, y para más originalidad, se fríe sin tripa, a la plancha. Otro buen lugar para comerse León con los ojos es el mercado municipal de abastos del Conde Luna (de lunes a sábados, en la plaza del mismo nombre). Y otro, el mercado que se celebra los martes y los viernes en la plaza de Colón. Como está algo menos céntrico, se puede aprovechar para ver el Parador de San Marcos (al menos por fuera, porque cierra por obras el 15 de diciembre) y dar un garbeo por la avenida de los Reyes Católicos, donde se encuentran las dos arquitecturas modernas más emblemáticas de la ciudad: el Auditorio y el museo de arte contemporáneo Musac, obras ambas de Tuñón y Mansilla.

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DE TAPAS POR EL BARRIO HÚMEDO
A dos pasos de la Plaza Mayor, está la de San Martín, que en su día fue el corazón de la judería leonesa y hoy lo es del barrio Húmedo. Un corazón que bombea clarete de Valdevimbre en vez de sangre y con dos ventrículos a punto siempre de reventar: el bar La Bicha, célebre por su morcilla; y El Rebote, donde ponen como tapas croquetas de chorizo, de morcilla, de cecina, mexicanas e incluso de pizza.

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La tapa única (muy rica, eso sí) de El Flechazo (Cardiles, 2) son las patatas con pimentón. En El Gaucho (Azabachería, 6), en cambio, hay donde elegir: sopa de ajo, gaviota (corteza rellena de ensalada de cangrejo), patatas con morcilla o con picadillo… Otra parada obligada es Jamón Jamón (Varillas s/n), donde cada corto se sirve acompañado de un plato con queso, jamón, lomo, salchichón y chorizo, todo de calidad. Con dos tapas, has comido. Embutidos Entrepeñas (Plaza de San Martín, 1), El Calecho (Plaza de San Martín, 9) y La Bodega del Húmedo (Plegarias, 8) son también buenos sitios para tapear, ¡pero es que hay mil!

Y MÁS TAPAS EN EL BARRIO ROMÁNTICO
El otro barrio que se disputa el estómago de los leoneses es el Romántico, que se extiende desde la calle Ancha hasta la basílica románica de San Isidoro, en cuyo panteón están enterrados los antiguos reyes de León, los cuales, viendo cómo se come por estos lares, seguro que no murieron de hambre. En la plaza Torres de Omaña, que es el centro del barrio, está El Patio, con grande y florida terraza, ambiente juvenil y picoteo rico y variado.

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Al lado se halla La Jouja, que ha ganado varios premios con sus tapas inventivas y desenfadadas, aunque hay quien piensa que cualquier tiempo pasado aquí fue mejor. Dos clásicos que nunca defraudan son el bar La Ribera (Fernando González Regueral, 8), deseado por sus tapas de patatas con alioli y mejillones en salsa; y Camarote Madrid (Cervantes, 8), cuyos pequeños-grandes reclamos son la paella, la sopa de ajo y el salmorejo. El público de gustos más actuales frecuenta Clandestino Gastrobar (Cervantes, 1), que es un establecimiento muy urbano, con cocina de fusión. Y también La Trastienda del 13 (Ancha, 1), un local de cuidado interiorismo, que recuerda un comercio tradicional, donde la cecina no está reñida con el sashimi.

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UNA ESTRELLA MICHELIN 'LOW COST'
Pero no solo de tapas viven los leoneses, ni todo el que visita esta ciudad está obligado a comer a salto de barra. También hay restaurantes asequibles de altísimo nivel, como Cocinandos (cocinandos.com), donde Yolanda León y Juanjo Pérez obran el milagro diario de servir un menú de ocho pases por 44 euros, tirado para un establecimiento con una estrella Michelin. ¿Y cómo lo hacen? Pues comprando al mejor precio los productos de temporada, elaborando un menú degustación único y semanal, y dejándose de sumilleres, ejércitos de camareros y otras zarandajas.

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También es una bicoca (35 euros) el menú degustación de LAV (restaurantelav.com), el flamante laboratorio gastronómico inaugurado a principios de 2017 en el hotel Alfonso V, que ofrece cocina-espectáculo en un espacio contemporáneo y luminoso diseñado por Pascua Ortega. Y lo hace desde el minuto uno, con dos bocados sorpresa en el bar y un showcooking (también sorpresa) en los mismos fogones. Otros tres templos de la nueva cocina leonesa son El Buche (elbuche.com), Delirios (restaurantedelirios.com) y Pablo (restaurantepablo.es), este último situado junto a los cubos de la muralla romana, a tiro de miga de pan de la más bella catedral de España.

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Aunque, para hacer turismo sin moverse de la mesa, ningún lugar como el sibarítico restaurante y bar de copas niMÚ Azotea (nimuazotea.com), que desde la décima planta del hotel Conde Luna domina los tejados de casco del viejo y sus principales monumentos: la catedral, el palacio de los Guzmanes, la gaudiniana Casa Botines, la torre de San Isidoro… Cocina moderna también, de fusión, es la que se hace en BeCook Urbanfood (restaurantebecook.es), uno de los restaurantes que más lo petan en León. Para darse luego un paseo digestivo, muy cerca está la preciosa plaza del Grano, que es cero moderna, pura Edad Media.

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PICADILLO, COCIDO Y BACALAO
¿Y los que aman la cocina de toda la vida, sin mestizajes ni fuegos artificiales? ¿Dónde se meten? Pues en Casa Mando (casamando.com), un restaurante que presume, con razón, de sus platos made in León, como los huevos rotos con picadillo casero de matanza o las manitas a la leonesa con garbanzos pico pardal. Además, hay en la capital otros auténticos especialistas en recetas tradicionales que causan furor en propios y extraños. Uno es el restaurante Sorrento (tel. 987 07 32 70), cuyo plato único, aunque no precisamente de dieta, es un completísimo cocido leonés que se regala casi, pues cuesta, con postre, pan, vino, café y chupito, 18 euros.

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Otro es La Parrilla del Húmedo (987 21 45 52) a escasos metros de la Plaza de San Martín, en la calle Azabachería, con sus excelentes carnes rojas a la brasa. Y otro clásico es Alfonso Valderas (restaurantevalderas.com), que posee la mayor carta de bacalaos de la ciudad. La estrella es el bacalao al ajoarriero, tal como se hace en el pueblo leonés de Valderas. Pero hay dos docenas de posibilidades más: al pil-pil, encebollado, con arroz, con chipirones, salteado con setas y ajos tiernos, en milhojas con centollo, grillé con boletus y mollejas de cordero, gratinado con queso de Valdeón… ¡Un babero, por favor!