Noruega bajo el manto mágico de las auroras boreales
El norte del país escandinavo regala desde otoño a primavera las luces verdes, rosas y moradas más increíbles de la noche. Pero también unos paisajes hipnóticos y un sinfín de actividades para vivir el invierno en estado puro. Además, es más fácil y asequible de lo que se pueda pensar.
Entre los equinoccios de otoño y primavera, el cielo en Noruega regala sus momentos más mágicos: las auroras boreales bailan en plena oscuridad, invitando a una comunión con la naturaleza de felicidad plena. Convertirse en cazador de auroras es, en realidad, una tarea sencilla, más accesible y asequible de lo que se piensa. Noruega no solo ofrece paisajes honestos, hipnóticos y espectaculares, también un sinfín de actividades para disfrutar del invierno en estado puro.
He aquí un mapa indispensable del Norte de Noruega donde aguardar a las auroras. Aunque este año todo indica que será fácil verlas, son caprichosas. Eso sí, nunca defraudan.
LOFOTEN/VESTERALEN, EL PARAÍSO DEL NORTE
Quedan pocos lugares en el mundo con su belleza salvaje de montañas que elevan sobre aguas turquesas y arenas tapizadas por la nieve. Recorrer estos archipiélagos intactos, salpicados por las casitas rojas de los marineros que desde tiempos inmemoriales pescan bacalao, es una experiencia conmovedora que nadie debería perderse. Si además se hace en esta época, las oportunidades de ver auroras boreales son las máximas. Y un broche de oro perfecto a actividades diversas, como hikes por las montañas, visitas a pueblos encantadores, safaris marinos e incluso, para los más valientes, surf en sus aguas gélidas.
Bodo puede ser la antesala de todo ello, no solo porque desde esta tranquila ciudad parte el ferry a Moskenes (Lofoten), sino porque también en esta época es bendecido por las auroras boreales. Así se pueden contemplar desde la montaña de Ronvikfjellet y disfrutar de una jornada de esquí de fondo en las pistas de Bodomarka. Si necesitamos un guía, una buena opción es contratar aquí una excursión con Polar Tours.
TROMSØ, LA PUERTA DEL ÁRTICO
A 350 kilómetros al norte del Círculo Polar esta pequeña moderna ciudad se yuxtapone a una naturaleza pura. Destino ideal para familias tanto por la clemencia de su clima –por su ubicación junto al mar y gracias a las corrientes del golfo– como por su infraestructura, en Tromsø podremos perseguir auroras contratando un safari nocturno pero incluso verlas, inesperadamente, desde el hotel o una cabaña sami. Además de disfrutar de la cultura del pueblo indígena del norte de Europa, también los trineos tirados por huskies y los paseos con raquetas de nieve hacen las delicias de todos.
Además, desde Tromso se puede descubrir Senja, una isla silenciosa e idílica, donde con un poco de suerte no solo podrán contemplarse las auroras sino toparse con alces, águilas, focas y renos por el camino. Aquí también es posible disfrutar del esquí de fondo, la pesca de invierno o del divertido deslizamiento por toboganes, para alegría de toda la familia.
FINNMARK, LA LAPONIA NORUEGA AL MÁXIMO
Siempre es tentador viajar al fin del mundo, por eso llegar a Alta, la mayor población en la región más septentrional de Noruega tiene algo de heroico, a pesar de ser bastante sencillo. Aquí se construyó a finales del siglo XIX el primer observatorio de auroras boreales, lo cual indicia que estamos en el lugar correcto. Visitar los grabados rupestres de Hjemmeluft, Patrimonio de la Humanidad, o llegar hasta el Cabo Norte son actividades perfectas mientras aguardamos a que la magia de las auroras protagonice la noche.
SVALBARD, TERRA INCÓGNITA
En el océano Ártico se encuentra este archipiélago único, indómito y misterioso. Lo habitan más osos que personas, la mayoría de las cuales viven en la colorida ciudad de Longyearbyen, en la isla de Spitsbergen. Esta es el inicio de un viaje intrépido y fascinante que, por supuesto, ofrece auroras boreales –pocos cielos más puros y limpios que este– pero también experiencias fuera de serie como las del Basecamp Explorer (basecampexplorer.com/spitsbergen), que propone aventuras árticas basadas en principios ecológicos: como paseos por glaciares, trineos de perros, rutas en motonieve, esquí y, cómo no, excursiones para cazar las bellas luces nórdicas.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
La aerolínea Norwegian tiene vuelos directos desde diversas ciudades de España (Madrid, Barcelona, Alicante, Palma…) al aeropuerto Gardemoen de Oslo, desde allí bien con Norwegian bien con Wideroe se puede viajar a los aeropuertos de Tromsø, Alta, Longyearbyen y Bodø, desde donde volar o coger un ferry hasta Svolvær, en Lofoten.
Dónde dormir
Hay todo tipo de alojamientos, desde hoteles tradicionales, como los de las cadenas nórdicas Scandic, Thon y Clarion (este último de mayor gama) hasta lugares típicos pero fuera de lo común. Así, en Lofoten uno puede alojarse en rorbus o antiguas cabañas de pescadores (lofoten.info/en/Fishermans-cabins). En Tromsø, además de buenos y novedosos hoteles, como The Edge (nordicchoicehotels.com), hay opciones más aventureras con cabañas simas, como las que propone Lyngsfjord (lyngsfjord.com). En Alta no hay que perderse el efímero hotel de hielo Sorrisniva Igloo (sorrisniva.no), toda una experiencia. Mientras que en Svalbard, aunque hay hoteles en Longyearbyen, la experiencia del Basecamp Explorer (basecampexplorer.com/spitsbergen) es única.
Dónde comer
La mayoría de los alojamientos cuenta con restaurantes y muchas de las compañías que ofrecen actividades organizan pícnics en plena excursión. Podrás probar carne de reno y no faltarán las salchichas con lompe (pan tipo tortilla mexicana pero hecho de patata), también se sirve mucho bacalao y salmón, y de postre nunca faltan los waffles noruegos. Para merendar, no olvides en la mochila un Kvikk Lunjs (el kit kat noruego), que junto con las mandarinas siempre llevan los noruegos cuando salen de excursión.
Más información
Turismo de Noruega, visitnorway.es