Ruta por los escenarios extremeños de Juego de Tronos
Parece que la historia se ha dado la vuelta. Si en otro tiempo los conquistadores extremeños fueron a descubrir el Nuevo Mundo, ahora han sido los Lannister, el clan protagonista de Juego de Tronos, los que han desembarcado en estas tierras extremeñas buscando sus castillos y murallas, plazas y palacios y también sus evocadores paisajes. Como va de conquistas, es hora de ir descubriendo esos escenarios de rodaje por los que durante mes y medio se movieron a sus anchas estos caballeros para rodar la séptima temporada de la serie. Y veremos que no eligieron mal.
TRUJILLO
Trujillo, el que es uno de los pueblos más bonitos de España, guarda la estela de aquellos hombres que, surcando los mares, se fueron a descubrir otros mundos. Uno de ellos fue Pizarro, conquistador de Perú y cuya escultura ecuestre preside la plaza Mayor, el espacio en torno a la cual gira su vida. Desde ella se despliega un conjunto de callejas estrechas y empedradas que llevan a la alcazaba árabe, la primera parada de esta ruta, ya que fue la elegida por la productora HBO para defender a los Lannister. Un camino de ronda circunda su perímetro salpicado por torreones y almenas desde los que se advierte una vista impagable de los campos de Extremadura.
Los pasos deben llevar después a la Puerta del Triunfo, también llamada de Fernán Ruiz, un arco apuntado con talladas dovelas y flanqueada por una torre en cuyo muro exterior está el escudo de los Reyes Católicos. Por ella entraron las tropas cristianas en la Reconquista en 1232 y ahora ha servido de marco cinematográfico.
Entre los numerosos palacios, iglesias y conventos de Trujillo hay que ir en busca de un lugar mágico en el que los personajes de Juego de Tronos también se adentraron, es el Aljibe situado en la plaza de Altamirano, una impresionante cisterna de agua dulce de tracería árabe y tres naves que data del siglo XII.
CÁCERES
En poco más de media hora se llega desde Trujillo a Cáceres, porque también en esta ciudad extremeña pasaron largos días de rodaje los protagonistas de la serie e incluso actores como Jacob Andersen, Nikolaj Coster Waldau, James Faulkner o Jerome Flynn tuvieron tiempo para fotografiarse con sus fans o disfrutar de la gastronomía en sus restaurantes y terrazas. Aquí fueron numerosos los escenarios elegidos, la mayor parte de ellos localizados en la ciudad antigua de Cáceres, a la que se accede tras cruzar el Arco de la Estrella. Desde ella se entra en una ciudad medieval llena de calles, recodos y placitas cargadas de historia, pero también de iglesias, palacios y casas solariegas en un armónico y excelentemente conservado conjunto arquitectónico que evoca otros tiempos tan lejanos como heroicos, tan legendarios como fascinantes.
La ruta cruza la plaza de Santa María, donde está la concatedral y también numerosos palacios rodeándola: el de Hernando de Ovando; el Palacio Episcopal, el del Mayoralgo, el de Carvajal y, sobre todo, el palacio de Los Golfines, con su heremosa torre rematada por una galería cubierta y una impresionante fachada plateresca.
La emblemática y escalonada plaza de San Jorge no podía faltar en la grabación de la serie, como antes de ella sirvió de decorado para La Catedral del Mar o Romeo y Julieta. Ni tampoco la plaza de las Veletas, presidida por el palacio del mismo nombre, que acoge el Museo de Cáceres; ni la plaza de San Mateo, en la parte más alta de la ciudad intramuros, con la iglesia que le da nombre y las vistas del palacio de los Ulloa y del callejón de las Monjas.
En busca de más escenarios hay que alcanzar después la Cuesta de la Compañía, también conocida como Cuesta de Aldana, lugar de leyendas, donde se sitúan la Casa del Sol o la Casa del Mono, y caminar por el adarve, el camino interior que en su día recorría la muralla y discurría por la judería vieja repleta de casas encaladas y apretados callejones.
LOS BARRUECOS, MALPARTIDA DE CÁCERES
A 15 kilómetros de Cáceres está el bellísimo paisaje de Los Barruecos, formando por grandes rocas graníticas rodeadas de charcas donde anida una de las mayores colonias de cigüeñas blancas. Tan sorprendente resulta este monumento natural y tanto les llamó la atención a los productos de la serie que ha servido como escenario de rodaje de la batalla más importante de la séptima temporada de Juego de Tronos, en la que las tropas Lannister son emboscadas por dothrakis e Inmaculados, supuestamente, comandados por Daenerys Targaryen montada en un dragón.
En este escenario de película también se descubre uno de los museos joya más sorprentes de España: el Vostell-Malpartida, donde el alemán Wolf Vostell, uno de los impulsores del Happening europeo y pionero del videoarte, depositó en los 70 su valiosa colección personal que hoy, cuatro décadas después, sigue dejando impresionados a todos los que llegan hasta aquí. Aunque una buena parte de la colección se sitúa en un antiguo lavadero de lanas del siglo XVII perfectamente integrado en el entorno, que también acoge el Centro de Interpretación de las Vías Pecuarias, es fácil tropezarse con algunas de sus piezas durante un paseo por sus inmediaciones y quedarse con la boca abierta al toparse con algunas de sus originales piezas, creadas para integrarse en la naturaleza.