Cuatro pueblos bonitos de Soria para enlazar en una escapada en coche

A menos de dos horas de Madrid se puede trazar una ruta para pasarse un día o un fin de semana deleitándose contemplando un paisaje jalonado de fortalezas, atalayas, capitales románicos y pueblos tranquilos en esta tierra de frontera que fue tan disputada por musulmanes y cristianos. 

por hola.com

SAN ESTEBAN DE GORMAZ
A orillas del Duero y en la ruta del Camino del Cid, San Esteban de Gormaz presume de románico en un increíble emplazamiento. Para empezar a descubrirla habría que tomar perspectiva y subir hasta lo alto del cerro que la corona, que todavía sostiene los restos del castillo, uno más de la disputada línea fronteriza del Duero. Pero especial atención también merece su puente medieval sobre el río, su iglesia dedicada a San Miguel, la muestra más antigua del románico en Soria, con su galería porticada que resultó tan imitada, y la de Nuestra Señora del Rivero. La calle Mayor, el eje que articular el conjunto histórico artístico, y las más de seiscientas bodegas oradadas en su subsuelo animan a seguir camino.

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EL BURGO DE OSMA
A un tiro de piedra del discurrir del Duero se encuentra la primera parada de la ruta, heredera de la antigua ciudad romana de Uxama, y nacida alrededor de una primitiva catedral románica, hoy una portentosa catedral gótica, cuya vida sigue girando en torno a ella. A ella y a su calle y plaza Mayor, con los típicos soportales, por las que caminar descubriendo sus evocadores rincones y edificios como el Ayuntamiento, el barroco Hospital de San Agustín y la Universidad de Santa Catalina. A Burgo de Osma se va también en busca de 'el mejor torrezno del mundo' y en su calle Mayor es fácil encontrarlos. Bares como El Refugio o el mesón El Círculo Católico son imprescindibles par dar con ellos.

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BERLANGA DE DUERO
A 15 kilómetros de El Burgo de Osma espera el castillo califal más grande construido en Europa por los árabes, con más de 1.200 metros de murallas. Hay que subir a sus torres para contemplar una de las panorámicas más espectaculares, entrar y salir por sus puertas y después seguir ruta en dirección a Berlanga de Duero. Una vez cruzada la puerta de Aguilera, a la que da acceso, el paseo discurre por una hilera de casas sostenidas con recias columnas de madera que desembocan en la plaza Mayor. Berlanga se explica en sus pórticos, en el abolengo de blasones en piedra o en aroma de las chimeneas y los torreznos recién hechos. La colegiata de Santa María del Mercado destaca por su grandiosidad gótico-renacentista. Y por una bóveda estrellada que obliga a torcer el cuello para no perder ripio a tan deliciosa tracería. También por el caimán disecado que trajo de las Américas el hijo predilecto, Fray Tomás de Berlanga, Obispo de Panamá y descubridor accidental de las islas Galápagos. Camino al castillo se encuentra precisamente su casa. Una composición de adobe, entramados de madera y vegetación, que antecede a la estatua que tiene el propio Fray Tomás a las puertas del Palacio Ducal y que alberga la oficina de turismo. La pared renacentista ve surgir el solemne castillo que vigila Berlanga de Duero. A este fortín le envuelve una defensa de murallas gruesas y torres circulares en una estructura predestinada a ser invencible.

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RELLO
Desde Berlanga y siguiendo durante diez kilómetros el curso del río Escalote por la carretera SO-152, aparece el desvío a la ermita de San Baudelio. Después de una parada en la “capilla Sixtina del mozárabe”, sostenida por una enorme pilastra central en forma de palmera y por pequeños arcos de herradura (su centro de interpretación está en Berlanga) hay que seguir unos kilómetros más allá hasta llegar a Rello, una auténtica villa medieval amurallada sobre un risco de piedra caliza. No resulta extraño ver sobrevolar a los buitres sobre el pueblo o surcando los paisajes desgastados del valle del Escalote. La ronda por las murallas de esta localidad estrecha y apartada suele venir acompañada de silencios y cielos rotundamente azules.

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Y SI QUIERES MÁS…
Si quedan más ganas de románico y de gozar de los sonidos inertes de aldeas casi despobladas, lo más recomendable es regresar a Berlanga de Duero para allí iniciar otro recorrido que acerque a conocer lugares como Aguilera, Andaluz o Torreandaluz, donde los capiteles de los pórticos de las iglesias cuentan auténticas historias de vida y muerte, de cielo e infierno.  También queda la posibilidad de seguir la ruta de las atalayas islámicas que tejieron el territorio con espigados torreones de vigilancia, como los de Bordercorex, Caltojar, Rello o la Riba de Escalote.

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GUÍA PRÁCTICA

Dónde dormir
En Berlanga de Duero, en Villa de Berlanga (hotelvilladeberlanga.com), situado frente a la colegiada, con habitaciones modernas, elegantes, bien equipadas y con muy buenas vistas. Y también en Las Casas de Pandreula (lascasasdepandreula.com), un alojamiento céntrico, con habitaciones de diseño y restaurante.

En El Burgo de Osma, en Castilla Termal Burgo de Osma (castillatermal.com/hoteles/burgo-de-osma), que ocupa una antigua universidad del siglo XVI y fachada plateresca convertida ahora en un lujoso balneario.

Dónde comer
En Berlanga de Duero, en el restaurante micológico Posada Los Leones (posadalosleones.com), y en Casa Vallecas (casavallecas.com), situada en una antigua casa palacio del siglo XV. 

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