Somiedo, un bucólico espacio natural asturiano para estrenar el otoño
Como un auténtico túnel del tiempo, sumergirse en este idílico rincón de la cordillera Cantábrica supone entrar en una encrucijada de valles salpicados de cabañas de teito, picos majestuosos y lagos glaciales que conservan una milenaria cultura pastoril y donde las vacas campan a sus anchas ajenas a la presencia del oso que merodea en estas tierras. Es hora de descubrirlo en la nueva estación.
¿QUÉ ESCONDE SOMIEDO?
Poco ha cambiado el paisaje de Somiedo desde antaño, tapizado como está de pastos rotacionales o brañas, el último vestigio de la tradicional cultura pastoril, sin parangón en las montañas europeas. Pero Somiedo también es ese espacio de naturaleza salvaje con la mayor concentración de lagos y cumbres de toda España –a excepción de los pirenaicos–, y donde, junto al oso conviven especies de fauna tan representativas como el lobo, el corzo o el urogallo. En este privilegiado parque natural asturiano, protegido también como Reserva de la Biosfera, el ser humano tiene prohibido pisar el 40% de su superficie.
VALLES, ALDEAS y BRAÑAS
El parque está vertebrado en torno a cuatro valles principales atravesados por los ríos que les dan nombre (Saliencia, Valle, Somiedo y Pigüeña) y surcado por senderos que avanzan por parajes sin retocar, entre bosques de hayas, robles y abedules. Por el camino, desparramadas en los fondos y a veces colgadas de empinadas laderas, recónditas aldeas como La Peral, Llamardal, La Falguera, Santa María del Puerto… y así hasta 38 localidades que dan cobijo en su conjunto a unos 1.600 habitantes.
Anclados en el tiempo, el ciclo vital de los míticos vaqueiros asturianos gira, como siempre, en torno al cuidado del ganado: la recogida de la hierba, el estercolado de los prados y la subida a las brañas para aprovechar los pastizales de altura. Aunque hay muchas desperdigadas por Somiedo (La Mortera de Saliencia, Ordiales de Arbeyales, Braña Vieja…), las mejor conservadas son las de La Pornacal y Mumián.
Es en estas brañas donde se conservan cabañas de teito rematadas por un techo de escoba (o más primitivos aún, los corros, con una estructura circular de tosca piedra sin labrar). Utilizadas para resguardar el ganado y los utensilios de labranza, estas rústicas casas son tan indisociables del paisaje que tres de ellas, emplazadas en la aldea de Veigas, han sido reconvertidas en un ecomuseo al aire libre. Como complemento, en Pola de Somiedo está otro ecomuseo dedicada a mostrar las herramientas y los utensilios de los oficios tradicionales (tel. 985 76 39 84 / 985 76 36 52. Cierra los lunes).
BOSQUES PARA ESTE OTOÑO
Sobre los valles, y a medio camino de unas cumbres que tienen su techo en El Cornón (2.194 m.), aflora un cinturón forestal que, cuando llega el otoño, es una explosión cromática de verdes, rojos y ocres. Los montes Grande de Saliencia, La Enramada, Las Sendas, Bocibrón, Vildeo y Tibleos acogen los mejores bosques. Y aunque en muchas de sus áreas está regulado el acceso, sus caminos no tienen desperdicio. Una naturaleza excepcional con una peculiar banda sonora: el mugido de esas vacas roxas a las que pertenece Somiedo
RUTAS DE SENDERISMO
Uno de los grandes atractivos de Somiedo son sus rutas de senderismo. Hay 12 señalizadas, diez de las cuales están enmarcadas dentro de la red de senderos de Pequeño Recorrido (PR), mientras que las otras dos son tramos de rutas de Gran Recorrido (GR). Se puede descargar la ficha de cada ruta en la web del parque (parquenaturalsomiedo.es) u obtenerlas en el centro de interpretación del mismo emplazado en Pola de Somiedo (tel. 985 76 37 58).
Aunque de la docena de itinerarios todos merecen la pena, los más frecuentados son los que conducen al lago del Valle, al pie de un circo glaciar, que es el más grande de Asturias, y al complejo lacustre de Saliencia, en una ruta de 14 kilómetros que remonta el valle homónimo hasta el alto de La Farrapona. Aquí, entre otros, yacen tres lagos deslumbrantes, testigos de la era glacial: el de La Cueva, el Cerveriz y el misterioso Lago Negro o de La Calabazosa, con más de 50 metros de profundidad. Otros también populares llevan al Valle del Pigüeña y Pico de El Cornón, además de los que conducen a las diferentes brañas.
A LA BÚSQUEDA DEL OSO
Somiedo es uno de los escasos parques donde sobrevive el oso pardo cantábrico, pero no resulta fácil dar con él, hará falta una buena dosis de suerte. Uno de los lugares recomendados para avistarlo (eso sí, con prismáticos o telescopio) es el mirador del Príncipe, situado en los alrededores de la aldea vaqueira de La Peral. No obstante, es recomendable visitar el centro de interpretación de la Fundación Oso Pardo, en Pola de Somiedo (tel. 985 76 34 06), donde se puede contratar un guía para una visita guiada en busca del mítico mamífero.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
El Parque Natural de Somiedo, en el municipio del mismo nombre, se encuentra en el área central de la cordillera cantábrica, al sur de Asturias. Para llegar en coche desde la meseta, lo mejor es tomar la autopista A-66 y abandonarla en la salida a Villablino para continuar por la CL-626 hasta Piedrafita de Babia, donde está la desviación a Somiedo. Una vez en el parque, la circulación de vehículos se halla limitada.
Dónde dormir
En Pola de Somiedo, en el Palacio Flórez Estrada (florezestrada.com), una mansión del siglo XV en un entorno privilegiado que es un paraíso del descanso y la hospitalidad. Dispone de habitaciones y apartamentos exquisitamente decorados y organiza eventos enfocados a la salud, el bienestar y la alimentación ecológica. En esta misma localidad, en el Castillo del Alba (hotelcastillodelalba.es), un hotel de diseño moderno integrado a la perfección en el entorno agreste.
Dónde comer
En el Albergue de Saliencia (tel. 637 87 66 99), donde degustar pura cocina asturiana sin sofisticaciones, con deliciosos platos como el pote de berzas, la fabada asturiana, y otros con un toque más innovador como croquetas de morcilla y cachopo de ternera relleno de cecina y queso de cabra. También en Pola de Somiedo, en Casona de Lolo (casonadelolo.com), un elegante restaurante de hotel que ofrece abundante comida casera con los productos típicos de la zona, en un ambiente rústico con vistas inmejorables y todos los detalles en la mesa.
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