No es la Provenza, son los campos de lavanda de Brihuega
Cuando llega el mes de julio esta localidad de Guadalajara, a una hora de Madrid, regala un espectáculo sensorial de la naturaleza. Es el momento en que sus campos se tiñen de morado y se aspira un intenso olor a lavanda, un paisaje de lo más seductor que ha dado lugar a un festival que se celebra este fin de semana.
Primero hay que bajar las ventanillas del coche y verlos de lejos, porque el colorido paisaje ya promete, pero caminar entre las hileras de los campos de lavanda respirando su perfume no puede ser más embriagador, ¡se parece tanto a la Provenza! En julio estos millones de aromáticas flores serán recolectadas para ser convertidas en perfume, pero antes de que ese momento llegue, se disfruta de un verdadero espectáculo en su honor: el Festival de la Lavanda (festivaldelalavanda.com), que empezó como una reunión de amigos y este año celebra su sexta edición.
¿En qué consiste?
Básicamente en vestirse de blanco (con zapatos cómodos y ropa de abrigo para el anochecer) y escuchar música al aire libre en medio de los campos floridos de la carretera que lleva de Brihuega a Olmeda del Extremo. Música de la buena, porque este año para celebrar la cosecha será el cantaor de flamenco Diego el Cigala el que con enigmática voz llene de magia el atardecer en este rincón de la provincia de Guadalajara. Después del concierto los asistentes podrán deleitarse con una propuesta gastronómica a base de cenas buffet o gastronómicas bajo las estrellas con los mejores platos de La Alcarria.
Los que no hayan reservado con tiempo, ya no hay entradas disponibles para el festival, pero pueden disfrutar de otras muchas actividades que se organizan en Brihuega a lo largo de todo el mes de julio con la lavanda como protagonista, como de viernes a domingo las visitas guiadas a los campos en flor (en los alrededores de la localidad por la CM-2005 en dirección a Hontanares) que organiza el Ayuntamiento o empresas como Disfruta de la Alcarria (disfrutadelaalcarria.com), que realiza rutas entre semana y fines de semana de julio por un precio de 5 € y visitas a la destilería de lavanda los fines de semana por 3. También hay paseos en globo o en parapente para contemplar el paisaje desde el cielo, exposiciones, concursos, demostraciones de siega tradicional de lavanda y espliego, conciertos, mercados... Más información en brihuega.es.
Antes o después hay que patear esta villa monumental que estos días además se viste y decora de color morado, porque tiene muralla, castillo, varias iglesias románicas –San Felipe, San Miguel y Santa María de la Peña-, museos, cuevas subterráneas, alguna casa noble y la que fuera la Real Fábrica de Paños de Carlos III, que tanta prosperidad dio a la villa y cuyos románticos jardines brindan la mejor panorámica del valle del Tajuña.
GUÍA PRÁCTICA
Para dormir y comer
En Niwa (hotelspaniwa.com), un hotel-spa de diseño innovador con diez habitaciones y una amplia oferta de experiencias. Y en la Hospedería Princesa Elima (hospederiaprincesaelima.com), con habitaciones inspiradas en ambientes árabes y con restaurante de cocina típica alcarreña. Otra buena opción para comer es Quiñoneros (quiñoneros.es), donde Abel y Amparo ofrecen en un chalé rodeado de jardines una comida tradicional con un toque creativo basada en productos de la zona.
Para comprar
Y para llevarse como recuerdo el aroma de los campos de lavanda, en la tienda Aromas de la Alcarria (aromasdelaalcarria.es) en Brihuega se pueden comprar los diferentes productos que vende una familia agricultora que desde hace 30 años cultiva espliego y lavandin en la zona.
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