Templos culinarios de la Costa Daurada
La proximidad al mar, la montaña y las huertas han facilitado que la cocina de esta tierra tan mediterránea impregne su ADN. Por ello, pasearse por sus restaurantes es descubrir un mundo donde la pasión por la tradición se mezcla con la innovación y la investigación que se impone junto con las nuevas tendencias gastronómicas.
Cambrils lidera la capitalidad gastronómica de la Costa Daurada. Y es que su puerto pesquero nutre a diario de excelentes capturas a los dos restaurantes de la provincia reconocidos con una estrella Michelin por su buen hacer culinario. Si Can Bosch (canbosch.com), también con dos soles en la Guía Repsol, es el decano y ofrece a sus clientes una rica variedad de platos con los pescados capturados en su costa como protagonistas; El Rincón de Diego, con un sol, además de la estrella Michelín, apuesta por la modernidad de la mano del chef, Diego Campos, en una cocina donde se preserva el origen de nuestro mar.
La oferta gastronómica de la capital tarraconense, que queda a 15 minutos de Cambrils, está muy bien representada por locales como AQ Tarragona (aq-restaurant.com), un vanguardista espaacio situado junto a la catedral en el que, Ana, en la cocina, y Quintín, en la sala, apuestan por productos de calidad y tapas innovadoras.
Si se trata de primar los productos de proximidad, Slow Food Tárraco (km0slowfood.com) agrupa restaurantes con un marcado interés por la preservación de los valores gastronómicos más auténticos de la Costa Daurada, entre los que se encuentra El Llagut, en la plaza del Rey de Tarragona, la última taberna marinera de la ciudad donde el arroz es el plato estrella que cocina Ramon Martí.
En Altafulla, a pocos metros de su castillo medieval y en medio de las calles protegidas por la muralla, David Amorós innova en la cocina del Lola Bistro (lolabistro.cat), donde las tapas estrella comparten protagonismo con nuevos platillos muy sabrosos para compartir, acompañados de una selección de vinos, cavas, licores y cócteles y de fondo la mejor música.
Hacia el interior de Tarragona, en Vilardida, una antigua pedanía medieval del municipio de Montferri, está Ardidam, heredero del nombre primitivo del pueblo. Es el restaurante del hotel-spa Les Vinyes (lesvinyes.com/) y en él Manja Jonker cocina auténticas delicias de temporada con toques de autor que se ofrecen en invierno en un comedor de solo siete mesas decorado de velas y con la chimenea encendida y, en verano, en la terraza con vistas a la piscina.
Ya en la comarca de la Conca de Barberà se puede degustar la cocina slow más de interior, por ejemplo, en Sant Francesc Restaurant (santfrancesc.rest). Con vistas a la muralla de Montblanc, Carlos Barneda ofrece la cocina que elabora con ingredientes de innovación y creatividad.
A media hora en coche, en Vilanova de Prades, espera otra referencia imprescindible: Els Ceps (restaurantelsceps.com), el restaurante del complejo Serra de Prades, en el que Mercè Prado impulsa una cocina con filosofía ecológica e ingredientes locales.
BODEGAS CON HISTORIA
A principios del siglo XX, el arquitecto Cèsar Martinell fue el encargado de diseñar múltiples bodegas en las que se elaboraba el fruto de los agricultores que en la Costa Daurada se dedicaban al cultivo de la vid. En Nulles hace un siglo que Martinell firmó su proyecto y ahora, cien años más tarde, este conjunto arquitectónico modernista ofrece, desde Adernats (adernats.cat), la marca de la Cooperativa de Nulles, interesantes experiencias gastronómicas y vitivinícolas.
También tiene historia el lugar en el que se plantaron las primeras viñas de Cellers Avgvstvs Forvm (avgvstvsforvm.com), en El Vendrell, una bodega situada en la zona de la antigua vía Augusta, que unía Tarragona y Roma y que brinda la posibilidad de descubrir su producción vitivinícola. Y centenario es el Celler de Falset (etim.cat), en el Priorat, que ofrece visitas guiadas teatralizadas donde además de descubrir la historia de la comarca se pueden degustar los vinos de un territorio excepcional.
SABORES EN UN CAMPO DE GOLF
De gastronomía también se puede disfrutar en la Costa Daurada a la vez que del golf. Entre Salou y La Pineda, Lumine (lumine.com) cuenta con tres campos espectaculares –Hills, con hoyos cercanos a Cap Salou; Lakes, que rodea la zona de humedales de la Sèquia Major de Vila-seca; y Ruins, diseñado por Greg Norman– y el restaurante Lumine, de exquisita cocina mediterránea y espectaculares vistas, que brinda una experiencia gastronómica-deportiva única.
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