La cueva de Valporquero, la última aventura de David Bisbal
Hay dos formas de adentrarse en esta impresionante cavidad subterránea de la Montaña Central Leonesa. Una es participar en la experiencia espeleológica que ha vivido el cantante almeriense y que ha mostrado en vídeo en sus redes sociales; más fácil la de sumergirse en ella y seguir alguno de los dos recorridos guiados que propone.
Lo mejor es comenzar el viaje desde la capital leonesa, lo que permite disfrutar, en unos pocos kilómetros, del cambio gradual de un paisaje que parte de la suavidad de las vegas del cauce bajo del Torío para adentrarse en la verticalidad del macizo rocoso que domina el horizonte. La carretera, siempre a la vera del río, atraviesa sucesivos pueblos que comparten apellido, arquitectura tradicional y manzanos. A partir de Matallana el valle se cierra y comienzan las curvas que se adentran en la Reserva de la Biosfera de Los Argüellos, que esconde unas maravillosas formaciones kársticas alrededor de los pueblos de Vegacervera y Valporquero.
El armonioso pueblo de Vegacervera, centro de la delicia local, la cecina de chivo, ocupa la última planicie antes de que la carretera se adentre en un estrecho desfiladero en el que solo hay sitio para ella y para el río que baja rápido y limpio. Son las hoces de Vegacervera, un sobrecogedor ejemplo de cómo un pequeño río de montaña es capaz de tallar su paso durante milenios en la piedra caliza hasta crear paredes verticales de más de cien metros de altura.
En apenas un kilómetro, las hoces se desvanecen y aparece la desviación hacia Valporquero. La importante subida repleta de curvas hace pensar que la cueva del mismo nombre es una entidad aislada de las hoces. Nada más lejos de la realidad. Valporquero es un pequeño pueblo leonés de montaña sin población permanente y que suele quedar aislado en invierno. Vale la pena acercarse al mirador de la Atalaya, con espléndidas vistas sobre los valles de los alrededores, antes de retomar el camino que vuelve a bajar a la sima donde se sitúa la cueva.
Con casi 5 kilómetros de longitud divididos en dos niveles, la cueva de Valporquero nunca fue habitada y los únicos restos encontrados son los de los lobos y cabras que se metían accidentalmente. Las visitas, siempre guiadas, pueden ser cortas (1,6 kilómetros) o largas, más recomendables, puesto que en sus 2,4 kilómetros de recorrido, ida y vuelta, alcanzan la parte más profunda y espectacular de la cueva. El recorrido es bellísimo y muy ameno, y las explicaciones se centran en los aspectos geológicos y de conservación, y no en los parecidos más o menos razonables de las formaciones calcáreas, aunque no faltan ‘La Virgen con el Niño’ o el ‘Fantasma’, símbolo oficioso de la cueva.
La enormidad de los espacios convierten esta cueva en una de las más grandes de las visitables en España, y la belleza y variedad de las formaciones bastan para acaparar la atención de los visitantes, con espacios como la Gran Rotonda, de 20 metros de altura y media hectárea de superficie, o la Gran Vía, un colosal y largo pasillo que conduce a la sala de las Maravillas; con miles de estalactitas y estalagmitas, este es el sanctasanctórum de Valporquero. Entre medias, la sala de las Hadas logra su magia gracias a la bruma creada por el río que, en primavera y otoño, surca la cueva y se precipita aquí al nivel inferior con gran estruendo.
Además de la visita turística, Valporquero puede disfrutarse también en clave de aventura espeleológica, como ha hecho David Bisbal y ha mostrado en vídeo en sus redes sociales. Acompañado por guías expertos, es posible introducirse en el nivel inferior y seguir el curso del río subterráneo a través de cascadas y lagos que desembocan a través de dos saltos espectaculares en las mismísimas hoces de Vegacervera. La variedad de técnicas utilizadas y el número de neófitos convertidos en adeptos gracias a esta ruta le han valido el sobrenombre de ‘La Escuela’.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
La comarca se encuentra a unos 45 kilómetros al norte de León capital, conectado a Madrid por AVE, a solo dos horas. Desde León se toma la carretera LE-315 que sigue el cauce del Torío cruzando las hoces de Vegacervera. Del pueblo de Felmín parte la carretera de montaña que en unos 5 kilómetros de sinuosa subida conduce al pueblo de Valporquero y a la cueva.
La visita
La entrada para hacer el recorrido de 2,4 kilómetros por el interior de la Cueva de Valporquero (cuevadevalporquero.es) tiene un precio de 8,50 €. El recorrido corto de 6 €.
Experiencia espeleológica
Varias empresas como Guheko (guheko.com) o Naturocio (naturocio.net) ofrecen la experiencia espeleológica del descenso del curso de agua en el nivel inferior de la cueva con guías experimentados y material adecuado. No es necesaria experiencia previa, pero si una forma física razonable, tener más de 14 años y, sobre todo, saber a lo qué se va. El recorrido, de unas cuatro horas, incluye rápeles en cascadas, saltos, toboganes, cruce de lagos a nado y un sifón en “M” a la salida de la cueva…
Una recomendación
Independientemente de la época de la visita, la temperatura de la cueva permanece constante en los siete grados, con un 95% de humedad, por lo que es fundamental llevar ropa de abrigo y calzado adecuado.
Dónde dormir
En Serrilla, en El Molino de la Ropería (elmolinodelaroperia.es), rodeado de un paisaje mágico que invita al reposo, y que cuenta con unas acogedoras habitaciones con vistas al río y un acogedor restaurante. En Vegacervera, en Chousa Verde (chousaverde.com), una posada rural bellamente restaurada que cuenta con habitaciones decoradas con gusto un completo spa y agradables jardines.
Dónde comer
En Vegacervera, en Las Rocas (restaurantelasrocasvegacervera.com), situado en la carretera de paso hacia las hoces y adyacente al Albergue de Valporquero, donde comer cocina del terreno y su cocido de Vegacervera, cuya base es la contundente cecina de chivo. También en Getino, en Venta Getino (ventadegetinocasaamador.es), una histórica venta, muy apreciada entre los locales y abierta todo el año, que ofrece cocina casera para templar el espíritu tras una jornada de aventura.
Y si quieres conocer más en el entorno
No dejes de explorar otros tesoros del entorno, como El Faedo (hayedo) y las hoces del Villar, la iglesia románica de la Coladilla o el relieve kárstico en torno a Valporquero.
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