Pistas para descubrir Timanfaya, el plato fuerte de Lanzarote
De norte a sur, Lanzarote reúne paisajes sublimes: Los Hervideros, el Charco Verde, Los Jameos, el archipiélago Chinijo, La Geria, las salinas de Janubio…, pero ninguno tan dramático como este parque nacional que en sus algo más cinco mil hectáreas condensa de manera superlativa todas las peculiaridades de la isla volcánica, que es además Reserva de la Biosfera de la Unesco.
El insólito paisaje de Timanfaya parece salido de una película de ciencia ficción, que se va desvelando poco a poco según se avanza por la carretera que une Tinajo con Yaiza, donde tiene su entrada. Una vez dejados atrás los pueblos blancos del campo conejero y el virtuosismo de los viñedos de La Geria, a un lado y a otro de la LZ-67 se hace omnipresente el grueso manto de lava y ceniza bajo el que quedaron sepultados los pueblos y fértiles valles del oeste después de las erupciones volcánicas ocurridas entre 1730-1736 y en el año 1824, que modificaron drásticamente la morfología de la isla.
El lugar resulta árido, inhóspito, sin actividad humana, pero es un verdadero laboratorio natural donde estudiar el vulcanismo reciente. Y además posee una gran riqueza biológica y un gran número de endemismos vegetales y animales, aunque muchos a simple vista no se vean, por eso los recorridos están restringidos a determinadas zonas. Lo que se ve, eso sí, es único, un panorama apocalíptico donde las llamadas Montañas de Fuego se elevan sobre mares fósiles de lava y surgen ríos petrificados, grietas, barrancos y dunas de roca que las nubes hacen brillar con destellos minerales que dejan con la boca abierta.
¿Cómo empezar a descubrir Timanfaya? Aquí van unas pistas imprescindibles para que no te pierdas nada del plato fuerte de Lanzarote:
CÓMO LLEGAR
Desde la península con Iberia Express (iberiaexpress.com), la aerolínea low cost más puntual del mundo en 2016, con siete frecuencias de vuelo a la semana desde Madrid, a partir de 53 € por trayecto (incluidas tasas, suplementos y gastos de gestión), y también desde otros aeropuertos españoles: Málaga, Ibiza, Menorca...
CÓMO MOVERSE
Timanfaya está en el centro-oeste de la isla, limítrofe con el mar. Desde Arrecife se accede por las localidades de Yaiza o por Tinajo, comunicadas ambas por la LZ-67. El acceso al parque se realizada a través del Taro, una barrera de control donde se abona la entrada (9 € adultos, 4,50 € niños). También existe un bono, en el que se incluye la entrada al parque, que permite visitar seis centros turísticos de Lanzarote. El parque está abierto todos los días a partir desde las 9 de la mañana, pero es mejor llegar pronto para evitar las colas de vehículos que se pueden llegar a formar.
CUÁNDO IR
Cualquier época del año es buena, ya que el clima de Lanzarote es subdesértico y las precipitaciones apenas inexistentes. La temperatura media anual es de 20ºC.
QUÉ HACER
LA RUTA DE LOS VOLCANES
Desde la entrada, una carretera lleva hasta el Islote de Hilario, el núcleo principal de las Montañas de Fuego, donde hay que dejar los vehículos y comenzar el recorrido (incluido en el precio de entrada) en las guaguas (autobuses) del parque. El itinerario, de unos 14 kilómetros, dura una hora y te permitirá admirar los diferentes tipos de lava, los hornitos más emblemáticos del parque, el Manto de la Virgen, tubos volcánicos y también los campos de piroclastos del Valle de la Tranquilidad… Todo un universo de formas y colores que da buena cuenta del inmenso poder creador de la tierra. Para identificarlos, un audio va describiendo el paisaje a medida que se avanza.
ASISTIR AL ESPECTÁCULO GEOTÉRMICO
En el mismo Islote de Hilario puedes ser testigo de la intensa actividad volcánica del corazón de Timanfaya, donde, a pocos metros de la superficie, la temperatura alcanza los 400 grados centígrados. Aquí los guías vierten agua en un agujero de la tierra y esta sale volatizada al instante como un improvisado géiser después de un gran estruendo. Seguidamente, acercan ramas secas de aulagas y otros ramajos a los agujeros abiertos en el suelo, que comienzan a arder en cuestión de segundos para sorpresa de los presentes.
COMER EN EL DIABLO
Junto al lugar donde se hacen las demostraciones geotérmicas está el restaurante El Diablo, el único dentro de este espacio protegido, obra del artista lanzaroteño César Manrique. La comida en él resulta toda una experiencia, primero por las vistas al paisaje volcánico que se tienen desde su comedor circular acristalado, pero también porque el fuego que emana de las entrañas de la tierra prende la parrilla sobre la que se asan las carnes que después se degustan en la mesa. Fuera del parque, los restaurante Casa Rafa y Costa Azul de El Golfo se llevan todos los honores en el entorno por la calidad de sus pescados y también su ubicación.
DAR UN PASEO EN DROMEDARIO
La única actividad que se permite dentro de los límites del parque nacional es el breve paseo en dromedario (no camellos) que desde el Echadero de Camellos se ofrece por las laderas negruzcas y desoladas de Timafaya. Una experiencia que se disfruta por 6 €. En el lugar también hay un pequeño centro de información donde explica la importancia de este animal en las labores agrícolas de la isla.
HACER LA RUTA DE TREMESANA
Para realizar este cómodo paseo de 2 kilómetros y dificultad mínima hay que reservar plaza en el Centro de Visitantes de Mancha Blanca, de donde parte la ruta que, a lo largo de 3 horas, recorre una zona del parque en la que se pueden ver diferentes estructuras pertenecientes al vulcanismo reciente.
LA DIFÍCIL RUTA DEL LITORAL
Mucho más difícil por lo abrupto del terreno es este itinerario que, guiado o por libre, discurre a lo largo de 9 kilómetros por el litoral (solo ida), desde el pueblo pesquero de El Golfo la playa de las Malvas, pasando por la playa del Cochino, un tramo peligroso para bañarse. El recorrido permite observar el proceso de formación de playas, gran variedad de estructuras geomorfológicas, las diferentes zonas intermareales, los acantilados... Para ello es imprescindible ir bien equipados con botas, bebida y algún alimento que ayude a reponer fuerzas y regresar con la basura que se haya generado.
ATARDECER EN EL MIRADOR DE MONTAÑA RAJADA
Desde sus 350 metros de altura, Montaña Rajada goza de la mejor panorámica de todo el paisaje circundante. Lo más llamativo son los veinticinco impresionantes y amontonados cráteres volcánicos que conforman las Montañas de Fuego de Timanfaya. Este itinerario se ofrece a la caída del sol. Y es necesario apuntarse a una lista de espera.
DÓNDE DORMIR
Dentro del parque nacional no hay ningún establecimiento hotelero, pero en Lanzarote las distancias son cortas y se puede recorrer la isla de un extremo a otro en apenas una hora. A 30 minutos, en Costa Teguise, uno de los mejores alojamientos es el Barceló Teguise Beach (barcelo.com), un moderno hotel de arquitectura isleña en el mismo paseo marítimo y a 150 metros de la playa de Las Cucharas, solo para adultos. Renovado totalmente, sus habitaciones están equipadas con mobiliario moderno, las últimas tecnologías y cuentan con jacuzzi en la terraza asomada a sus dos piscinas, una de ellas infinita. También dispone de spa, gimnasio y una oferta gastronómica muy cuidada en sus diferentes restaurantes y bares.
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