Diez lugares de Sicilia para grabar en la retina
El Monte Etna, la irresistible Taormina, la histórica Catania y también Palermo, la ciudad más canalla, la bonita Isola dei Conigli… Te descubrimos los tesoros de esta isla italiana.
MONTE ETNA
Dicen sus vecinos que el Etna es un volcán bueno, y en parte es verdad, porque se deja explorar hasta su cráter, aunque también es cierto que cuando este coloso con el corazón de fuego, que domina desde sus 3.340 m de altura la Sicilia oriental, se despereza hace temblar a su alrededor. Para llegar a lo más alto del volcán activo más alto y más grande de Europa, responsable de haber esculpido los paisajes y las formas de vida de su alrededor, hay que partir del pueblo de Nicolosi, desde donde una bonita carretera que hilvana los pueblos agarrados a sus laderas, lleva al Refugio Sapienza y, desde él, en funicular y luego a pie entre campos de lava.
TAORMINA
Esta isla encaramada a la ladera de una escarpada montaña es uno de los destinos más irresistibles del Mediterráneo, alabada por bohemios, escritores, artistas y celebrities de la época dorada de Hollywood. Entre sus imprescindibles: dar una buena passeggiata a la vera del Etna respirando el glamour de sus empedradas calles y coquetos comercios, acudir una noche a su teatro Greco, tomar una rica ‘granita’ y un ‘cannolo’, conocer el histórico bar Mocambo –donde Tennessee Williams escribió Un tranvía llamado deseo–, llegar en funicular a la preciosa Isola Bella o contemplar las panorámicas desde el cabo Taormina.
CATANIA
La que es una de las principales puertas de entrada a Sicilia y ha resurgido una y mil veces de los ataques que a lo largo de su larguísima historia le ha lanzado el Etna, esconde entre sus fachadas cenicientas tesoros de la talla de la piazza del Duomo, el mercado de la Pescheria o la desproporción del barroco catanés que engalana barrios y calles imprescindibles como la via Crociferi.
PALERMO
La más canalla de las ciudades italianas, con permiso de Nápoles, es también una ciudad caótica y surrealista. Posee una barbaridad de iglesias que enamoran al ateo más recalcitrante, como la de la Martorana, cuyo ambiente cargado de velas e iconos merece por sí sola un viaje a Sicilia. La huella de árabes, bizantinos, normandos y hasta españoles por palacios, plazas, fuentes y mansiones que cortan la respiración se acopla con el griterío arrabalero de sus mercados, los ajados barrios en los que sobreviven oficios ya raros de ver y con todo un ejército de personajes imposibles y geniales como solo sabe darlos el sur de Italia.
CEFALÚ
Entre los pueblos esenciales de Sicilia está la encantadora villa pescadora de Cefalú, donde disfrutar de su pequeño puerto pesquero, sus murallas aún visibles desde el mar –que por algo se la conoce como la ciudadela normanda– y sus largas playas de aerna que se extienden hacia las bahías de Aranciotto y de Sttefrati. Sentarse frente al Mediterráneo y tomar uno de esos helados gloriosos que solo saben hacer los italianos es otro de los placeres que brinda.
SIRACUSA
Como importante centro cultural desde la Antigua Grecia, Siracusa cuenta con uno de los patrimonios arquelógicos más ricos de Sicilia, con la península de la Ortigia, núcleo original de población de los corintios que fundaron la ciudad, el parque arqueológico de Neápolis con su anfiteatro romano, el teatro griego más antiguo de la isla, las Latomias o canteras de piedra, como la Oreja de Dionisi, o la de los Capuchinos, donde en época griega los esclavos extraían los bloques de piedra caliza para la construcción de edificios y murallas.
NOTO
La joya del barroco siciliano nació por azar, después de que el terremoto que en 1693 asoló la parte oriental de Sicilia redujera a escombros la ciudad medieval original. Del desastre surgió una nueva Noto en la pendiente de la colina según el gusto barroco de la época, con calles paralelas organizadas en una retícula cuadriculada y plazas concebidas como grandes escenarios, con escalinatas, terrazas y desniveles; un espacio en armonía entre iglesias, palacios, conventos y casonas de un color dorado irrepetible.
CALTAGIRONE
Lo que todo el mundo llega buscando a Caltagirone, en la provincia de Catania, conocida como “la capital de la Cerámica” es, sobre todo, su escalinata de cerámica de Santa María del Monte, que une los 50 metros de desnivel entre Vía Bonaventura y el Instituto salesiano Sant’Agostino. Sus 142 peldaños están decorados con diferentes diseños de cerámica que representan escenas de la historia y la cultura siciliana. A lo largo de ella se articulan algunos de los edificios más importantantes de la localidad, como la citada iglesia en lo alto de la cima, el palazzo Reburdone, la iglesia de San Giuseppe y el palazzo del príncipe Bellaprima, sede del Ayuntamiento.
VILLA ROMANA DE CASALE
En pleno corazón de Sicilia, Piazza Armerina es una ciudad artística que presume de una larga lista de monumentos que evidencian su glorioso pasado, pero es la Villa romana de Casal, su gran joya, declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El gran atractivo de esta espléndida villa imperial que data del siglo IV a.C, y perteneció a una poderosa familia romana se debe, principalmente, a sus maravillosos mosaicos, considerados entre los más bellos y mejor conservados en su género.
ISOLA DEI CONIGLI
En Lampedusa, la isla más meridional de Italia, situada entre Malta y Túnez, se encuentra la playa de Isola dei Conigli (la isla de los Conejos), elegida como una de las mejores de Europa por sus aguas cristalinas, arena suave y colores aguamarina.
GUÍA PRÁCTICA
Viajes organizados
En cualquier agencia de viajes pueden encontrarse todo tipo de propuestas para recorrer Sicilia. Por ejemplo, Politours (politours.com) ofrece viajes desde Madrid, Barcelona, Mallorca y Zaragoza de cinco días (cuatro noches), con vuelos, hoteles y coche de alquiler, desde 320 €.
Dónde dormir
Desde el clásico Rifugio Sapienza (rifugiosapienza.com), a los mismísimos pies del Etna, hasta algunos de los más exclusivos establecimientos de la isla, como el elegantísimo Grand Hotel San Pietro (grandhotelsanpietro.net) de Taormina, un auténtico balcón sobre la bahía con despampanantes vistas al mar y al propio volcán desde algunas habitaciones, o el palacete del Grand Hotel Timeo (grandhoteltimeo.com), inaugurado en 1873 también en esta ciudad y el Villa Sant’Andrea (hotelvillasantandrea.com), también del XIX. En Palermo, el histórico Grand Hotel et Des Palmes (hotel-despalmes.it), en pleno centro, o el exclusivo escondite art nouveau de Villa Igiea Palermo (villa-igiea.com/es).
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