24 horas en Palencia, una bella desconocida que está dejando de serlo
Más allá de una ciudad verde y apacible, que lo es a rabiar, y se evidencia, sobre todo, en su elegante calle Mayor y en la ribera del río Carrión, la capital palentina, la menos conocida de las castellanas, es perfecta para una escapada, con más motivo en Semana Santa. Entre paso y paso habrá tiempo para descubrir todos sus tesoros monumentales, caminar por sus parques, conocer sus nuevos locales y rematar con un rico asado, que aquí, saben (y mucho) de todo ello.
LOS LUGARES QUE NO TE DEBES PERDER
Cuando se conduce por las inmensas llanuras de la Tierra de Campos y en lo alto de un cerro aparece el grandioso Cristo del Otero, es la señal de que se ha llegado a la capital palentina. Y es que con sus 30 metros de altura y dominando toda la planicie es difícil no ver el símbolo más moderno de la ciudad muchos kilómetros antes. Una vez en ella, hay que enfilar hacia su calle Mayor, porticada y que hace de espina dorsal de la ciudad. Tiene un kilómetro de largo y concentra en ella la mayor parte de los edificios de interés, pero también esculturas modernas que animan el paseo –La Aguadora, la Mujer Palentina, La Castañera…–, porque la vida pasa por ella. Para entretenerse un buen rato está la catedral, que todavía siguen llamando “la bella desconocida” y guarda en su cripta los restos de San Antolín, el retablo plateresco de la capilla mayor y el claustro, que acoge el museo de la catedral. Los que quieran seguir descubriendo patrimonio, que no es apabullante pero meritorio, pueden continuar ruta por la iglesia de San Miguel, San Francisco, Santa Clara o el convento de San Pablo.
LA HORA DEL TAPEO
Visto el patrimonio entra hambre, y para consolar al estómago, qué mejor que apuntarse al tapeo. El bar Maño (barmaño.es) es un clásico, pero se puede empezar por él y luego continuar en el Club Selección Palencia (clubseleccionpalencia.es), el primer gastrobar Tierra de Sabor, un amplio espacio gastronómico donde disfrutar de un gran abanico de productos amparados bajo este sello de calidad, además de una cocina joven e innovadora. También para el tapeo, nada como probar la mejor tortilla de patatas de España en La Encina (asadorlaencina.com), el local que ostenta este honor y donde también se puede degustar un rico asado.
CUANDO EL HAMBRE APRIETA
Muy cerca de la catedral, en la calle San Marcos, está La Traserilla (latraserilla.es), que ocupa una céntrica casona del siglo XIX y donde se ofrecen platos imaginativos bien resueltos. Cocina tradicional en evolución en Casa Lucio (lucioasadorgastrobar.com) y una buena opción también La Barra de Villoldo (labarradevilloldo.com), un local informal con platos para compartir y otros a la brasa.
POR LAS RIBERAS DEL RÍO CARRIÓN
El de Puentecillas es el puente más entrañable y añejo de los que salvan el Carrión; el puente Mayor se construyó siglos después para sortear el río y, más moderno es el de hierro, de principios del siglo XX. Desde su ribera, el paseo se puede continuar por otras zonas verdes –que por algo Palencia posee la mayor proporción por habitante de España–, como la Isla Dos Aguas o el Sotillo de los Canónigos. Y, por supuesto, tomarse un respiro en los céntricos Paseo del Salón –con su rosaleda– y la Huerta del Guardián.
EL CANAL DE CASTILLA
Por Palencia pasa el ramal sur del Canal de Castilla, que luego se dirige a Valladolid para finalizar allí. Para conocer esta gran obra hidráulica hay que acercarse a sus dársenas y esclusas, hasta las que se llega paseando por la sirga. El antiguo almacén de cereales situado en una de las dársenas del canal ha sido reconvertido en Museo del Agua, donde conocer a través de su exposición y las últimas tecnologías audiovisuales el valioso patrimonio hidráulico palentino.
LA HORA DE LA CERVEZA… ARTESANAL
Palencia tiene su propia cerveza artesanal. Se llama Bresañ y se fabrica en Becerril de Campos, que queda a menos de 20 kilómetros de la capital palentina, y donde, con cita previa, se puede hacer una visita a su fábrica para conocer su proceso de elaboración y, de paso, comprar algunas botellas. Los que no quieran ir más allá, en la calle Cobre, en el barrio de San Antonio, sus propietarios han abierto una cervecería que lleva su nombre.
PARA LA NOCHE
Palencia tiene dos zonas de ambiente nocturno: el barrio de la Puebla o San Lázaro y la zona de la plaza del Seminario, pero es en el Paseo del Salón, número 13, donde se ubica un local que acapara buena parte de la atención. Se llama The Lemon Society y es el bar con más ginebras del mundo. ¡Y está en Palencia! En este templo del copeo se pueden disfrutar de hasta de 27000 posibilidades de gin tonics diferentes al tener en sus estanterías más de ¡800 ginebras! Buen ambiente, buena música, copas bien puestas, tapas de lujo... y una agenda de eventos para todos los gustos.
DE PASO EN PASO
El Viernes Santo, en la plaza de la Inmaculada, hay que situarse frente a la catedral para tener la mejor perspectiva de la Función del Descendimiento, uno de los actos más destacados de la Semana Santa palentina, que es tan solemne como las más famosas de Valladolid, León o Zamora y no solo es la celebración más importante de la capital palentina, también se ha ganado su declaración como fiesta de interés turístico internacional. Los que quieran apuntarse a otros momentos, ese mismo día, la procesión del Santo Entierro y del Encuentro, y el Jueves Santo la Oración del Huerto. Más alegre, la que pone fin a esta semana de pasión, la del Rompimiento del Velo, donde se lanzan cohetes y se reparten panecillos, almendras y limonada.
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