Una aventura familiar en el condado de Clare al estilo 'El Señor de los Anillos'
Además de inspiración del escritor J.R.R. Tolkien, este condado de la costa occidental, lo tiene todo para disfrutar de un periplo de leyenda: paisajes feraces como los acantilados de Moher, castillos centenarios, pubs donde fluye la música tradicional, dólmenes celtas, barcos de la Armada Invencible cargados de oro y cañones hundidos en sus costas… Todo para vivir una aventura familiar al estilo de El Señor de los Anillos.
En el año 1949 J.R.R. Tolkien, el padre de El Señor de los Anillos, se embarcó en el primero de muchos viajes por los evocadores paisajes de Irlanda. Fue entonces cuando descubrió los brumosos lagos y montañas de Connemara, y los agrestes parajes del sur del condado de Galway, hasta que se topó con un rincón en el que latía su Tierra Media: The Burren, una meseta de piedra caliza del condado de Clare, con dólmenes, castillos, cuevas, lagos y el mar a un paso. Y es que el Burren es, como todo Clare, singular y magnético, un destino con todos los mimbres para disfrutar de un viaje épico…
LA WILD ATLANTIC WAY
Para empezar, Clare, cuya fisonomía combina el suave y ondulado sur de la cuenca del río Shannon y el accidentado y pedregoso norte, atesora uno de los tramos más hermosos de la Wild Atlantic Way, una sucesión de 2.500 kilómetros de bahías, acantilados y playas que recorre todo el litoral occidental de la isla y que configura una de las más espectaculares rutas por carretera del mundo. Para comprobarlo solo hay que ponerse al volante y, desde el pueblo pesquero de Ballyvaughan, la puerta de entrada del Burren, seguir el tramo de la angosta carretera R477, a un palmo del mar, rumbo a Black Head y su faro.
Aunque para joya de la corona de esta ruta costera los acantilados de Moher, un pasmoso y novelesco atrezzo natural de paredes rocosas de 200 metros de altura precipitándose sobre el mar. Si se va con niños, merece la pena invertir un rato en el vanguardista centro de interpretación donde disfrutar de una clase de geología que luego, sobre el terreno, se podrá vivir caminando por los senderos que recorren los acantilados, hogar de miles de frailecillos y otras aves. Si la suerte sonríe y hace sol lo mejor es subir a la torre de O’Brien, para contemplar las remotas islas Aran u otearás Aileens, la ola gigante de hasta 15 metros que se forma a los pies de los acantilados.
SPANISH POINT
Aprovechando la proximidad –diez minutos en coche hacia el sur–, no hay que perderse los paisajes que rodean el topónimo irlandés más español, Spanish Point. Y es que en este pueblito costero frente a la isla Mutton se vivió, el 20 de septiembre de 1588, uno de los naufragios más trágicos de la Armada Invencible, la gran flota de barcos enviada por el rey Felipe para conquistar Inglaterra.
ACTIVIDADES EN FAMILIA
Si se viaja en familia, también en Clare se pueden hacer actividades tan estimulantes como otear delfines de nariz de botella en el estuario del río Shannon o, en Kilrush, enrolarse en los barcos que zarpan para contemplar la única colonia residente en Irlanda este tipo de cetáceos. Para adentrar a los niños en una clase de historia, apasionante como las aventuras de Frodo y Sam, lo mejor es acercarse a algunos de los numerosos restos prehistóricos del Burren. Ahí está, sin ir más lejos, el fuerte circular de piedra de Caherconnell o el icono de la comarca: el dolmen Poulnabrone, una enorme tumba megalítica que data de los 3.000 a.C.
CASTILLOS DE CLARE
También visita obligada son los increíbles castillos de la comarca, como el fotogénico Dunguaire Castle o Dromoland Castle, un castillo reconvertido en hotel cinco estrellas. El Bunratty Castle anima a una aventura familiar. Residencia ancestral del Conde de Thomond, es una de las fortalezas mejor conservadas de la comarca.
OSTRAS Y PAN DE SODA
Tras tantas excursiones y visitas lo mejor sea saborear su deliciosa gastronomía. Ahí están las célebres y suculentas ostras del oeste de Clare que, acompañadas con pan de soda y un buen vino blanco o una pinta de Guinness, pueden convertirse un frugal lunch memorable.
LA BANDA SONORA DE CLARE
Por supuesto, no hay viaje a Clare que esté completo sin saborear con el oído la banda sonora que pulula en el ambiente. Y es que aquí los violines y flautas irlandesas se confabulan para alumbrar un estilo propio –West Clare Style lo llaman–, melancólico y sereno. Para disfrutar de él no hay atajos, hay que poner rumbo a cualquiera de sus acogedores pubs, como los de Doolin, por ejemplo, pueblecito que ostenta la corona de capital musical del condado. Pubs como O’Donoghue’s, en Fanore, o Minogu’es, en Tulla, regalan esa experiencia. Aunque ya puestos, para escribir una página memorable en el viaje nada como hacerlo en una leyenda local desde hace cien años: The Roadside Tavern, en Lisdoonvarna, sede de la Burren Tolkien Society.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO MOVERSE
Alquilar un coche y moverse con él por las angostas carreteras de Clare es no solo una inolvidable aventura, también la mejor opción para disfrutar de los paisajes del condado..
DÓNDE DORMIR
En Dromoland Castle (dromoland.ie), un castillo del siglo XV reconvertido en un cinco estrellas que bien merece un capricho para toda la familia: 18 hoyos, las viandas de su restaurante, una plácida jornada de pesca en el lago…. ¿Y los niños? Podrán hacer puntería con el arco en los jardines, pasear a caballo o una clase de cetrería con halcones. No hay que olvidar tampoco los abundantes bed&breakfast y deliciosos cottages del condado. Uno de los mejores es Fuschia Cottage (fuschiacottage.com). Y encantador: Gregans Castle Hotel (gregans.ie), emplazado en el corazón del Burren y con espectaculares vistas de la bahía de Galway. Frente a la playa de Spanish Point, el Armada Hotel (armadahotel.com).
DÓNDE COMER
Sin lugar a dudas, una de las referencias gastronómicas del condado es el restaurante Vaughans Anchor Inn (vaughans.ie), en Liscannor. No se queda atrás el Ocean View Restaurant del Trump International Hotel (trumphotelcollection.com). Para un lunch más familiar y desenfadado, The Cloiser Restaurant (cloister.ie), en la ciudad de Ennis, brinda menús diarios con el protagonismo de excelentes rissottos, ensaladas y fish & chips. Aunque para ágape auténtico, nada como elegir un pub de la zona para saciar el apetito, como en Miltown Malbay, el pub Hillery’s (Main Street).
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