Cuando Holly Golightly, a la que da vida Audrey Hepburn en la película de Truman Capote, tenía un día malo, se acercaba al número 727 de la Quinta Avenida neoyorquina. Cualquier resquicio de pesimismo se esfumaba al contemplar los diamantes que relucían al otro lado del escaparate de Tiffany & Co. “Nada malo puede ocurrirte allí”, decía la celebrity. Al observar de cerca la armonía y delicadeza de la exclusiva tienda de joyas, uno comprende la peculiar terapia de la señorita Golightly.

Tiffany es la insignia del lujo por excelencia, que en Nueva York responde a un nombre: la Quinta Avenida. Es una gozada dar un paseo por sus amplias aceras, detenerse en los tentadores escaparates de sus tiendas –desde Cartier o Vuitton a Versace o Bulgari- y olvidarse de todo, como hacía Audrey Hepburn ataviada con vestido negro, gargantilla de perlas y unas descomunales gafas de sol. Este famoso vestido, ideal de la elegancia y la sencillez, fue diseñado por Givenchy, que tiene una tienda en los famosos almacenes Barney's, situados en la no menos lujosa Madison Avenue. Para evocar completamente la célebre escena, además de canturrear la música de Henry Mancini, hay que comprar un bollo danés y un café para llevar, lo mismo que desayunaba el personaje de Audrey Hepburn frente a Tiffany. En el 1100 de la misma Madison Avenue, la pastelería genuinamente neoyorkina William Greenberg despacha estos y otros dulces.

Pero no todo son tiendas en la Quinta Avenida. Aquí también se ubica la extraordinaria Biblioteca Pública de Nueva York, la misma que Paul Varjak, el personaje que interpreta el jovencísimo George Peppard, enseña a la indomable señorita Golightly. Se trata de una de las bibliotecas más importantes del mundo, situada en un precioso edificio de principios del siglo XX que merece una visita.

Este es solo uno de los fabulosos edificios y rascacielos de Midtown, la zona más distinguida de Manhattan. El estilo art decó del edificio Chrysler, el Empire State Building o el Rockefeller Center son el sello inconfundible del sofisticado skyline que sirve de telón de fondo a las andanzas románticas de la pareja. Pero si uno levanta la cabeza y observa con más detenimiento, encontrará otros muchos rascacielos construidos en el mismo estilo durante las décadas de los 20 y los 30, como el edificio de la General Electric, en el 301 de Park Avenue o, ya en el Upper West Side, el New York Telephone Company o los Apartamentos El Dorado, cuya silueta se perfila desde el Central Park.

El corazón verde de Manhattan es también escenario de película. Hay mil razones para pasear por aquí –algunas cinematográficas, como el recuerdo de los enamorados de Love Story–, pero la más convincente es la asombrosa tranquilidad que se respira en este claro del bosque de rascacielos. Una vez aquí, no hay que perderse la visita al Metropolitan, con una sorprendente colección de arte europeo, y al Museo de Historia Natural, donde el viajero cinéfilo no podrá dejar de recordar a otra Hepburn, de nombre Katharine, colgada del esqueleto del enorme Brontosaurius que Cary Grant consigue armar en La fiera de mi niña.

Uno de los lugares más entrañables de la ruta que recorre las extravagantes y despreocupadas rutinas del personaje al que da vida Audrey Hepburn es su apartamento situado en East 71 Street, en el lado oriental del Central Park.

A pocas manzanas de aquí, en la calle 59 con la 2ª Avenida, parte un teleférico que une Midtown con la minúscula isla Roosevelt, y que ofrece una imagen insólita y desconocida de Manhattan. Hay que cogerlo de noche para disfrutar de la belleza nocturna de Nueva York, escenario de la vida loca y festiva de Holly Golightly. De haberlo sabido, ella también se hubiera montado.

GUÍA PRÁCTICA

La ruta
La empresa On Location Tour (screentours.com) organiza una ruta con los lugares más emblemáticos del cine y la televisión, que incluye los escenarios de Desayuno con diamantes, además de los de otros filmes y series como El diablo se viste de Prada, Friends o Spiderman. Cuesta 49 dólares en autobús y dura unas tres horas.

Dónde dormir
El archiconocido Hotel Plaza (theplazany.com) no solo ha servido de alojamiento a la mayoría de las estrellas de Hollywood. También ha acogido fiestas de Truman Capote e incluso ha sido anfitrión de tratados de política internacional, por lo que merece el título de Lugar de Interés Histórico. Este reconocimiento también lo recibe el hotel estilo art decó Waldorf-Astoria (waldorfnewyork.com), donde residió durante unos meses Marylin Monroe.

Dónde comer
En las inmediaciones del Central Park, una cena clásica en el Jean George (jean-georges.com) o una apuesta segura en el restaurante ubicado en el hotel St Regis. También en Midtown, una comida informal en el Burger Joint (burerjointny.com), un divertido local retro con decoración de los 50. O un almuerzo en The Modern (themodernnyc.com), el sofisticado restaurante del MoMA. Si se llama con meses de antelación quizá pueda conseguir reservar una mesa en Per Se (perseny.com), uno de los restaurantes más solicitados de Nueva York.

No te pierdas
La panorámica de la ciudad desde el Empire State Building, un paseo por el Central Park, una mañana en el museo de arte moderno MoMA, un ferry hasta Staten Island, la estatua de la Libertad, un musical en Broadway, las vistas desde el puente de Brooklyn, la frenética vida nocturna de Times Square y el ambiente bohemio del Greenwich Village y el Soho.

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