Guía de Mérida y sus lugares esenciales para una visita más o menos rápida
Deambular por sus calles reviviendo el esplendor romano, imaginar una carrera de cuádrigas en su circo o emocionarse con un espectáculo en su anfiteatro, cruzar de puente a puente las aguas del Guadiana, conocer uno de los mejores museos de historia antigua… Imprescindibles para un paseo monumental por los tesoros de la capital extremeña.
TEATRO ROMANO
Fue Marco Agripa, yerno de Octavio Augusto quien mandó construir el más deslumbrante y monumental de los edificios de esta ciudad situada en el norte de Badajoz y capital de Extremadura, sobre todo, por ser uno de los teatros romanos mejor conservados del mundo, pero también de los más grandes, con capacidad para acoger hasta seis mil personas, eso sí, acomodadas según las distintas castas de la ciudad entonces. El que fuera inaugurado con grandes espectáculos el año 15 a.C. es la sede principal del Festival de Teatro de Mérida, al que cada verano acuden las compañías teatrales más importantes del panorama internacional para actuar ante tan majestuoso escenario.
ANFITEATRO ROMANO
Si el Teatro romano acogió lo más refinado y excelso del alma humana, el Anfiteatro fue escenario de los más atroces y bajos instintos de la persona. Y todo a pocos metros de distancia el uno del otro. La arena de este acogió espectáculos de animales salvajes y gladiadores que luchaban hasta la muerte. Fue inaugurado el año 8 a.C. y podía llegar a acoger a 14.000 personas. Tiene forma elíptica, tres puertas monumentales y una vieja mansión patricia junto a él, con baños termales, pozos, cocinas y un valioso conjunto de mosaicos y pinturas murales.
MUSEO NACIONAL DE ARTE ROMANO
Es este museo el que guarda la memoria de la época más importante de la historia de Mérida. Obra del arquitecto Rafael Moneo, reúne una de las mayores colecciones de esculturas de la península de la época en que se fundó Emérita Augusta –entre las que destaca el busto de Augusto, fechado en el siglo I d.C., el de la diosa Ceres, de la misma época o el del dios Chronos, del siglo II d.C., también expone mosaicos, aras, lápidas, columnas y capiteles.
TEMPLO DE DIANA
Erigido en el siglo I a.C, coincidiendo con la fundación de la ciudad, el Templo de Diana fue consagrado en realidad a la gloria del emperador. Es el más importante edificio religioso que se conserva de aquella época, y se mantiene en pie gracias a que sirvió de sustento y armadura al palacio renacentista del Conde de los Corbos. Su planta es rectangular, y su conjunto de columnas están rematadas con capiteles de estilo corintio. A mitad de camino entre el Templo de Diana y el Museo Nacional de Arte Romano se descubre el Pórtico del Foro Municipal.
ALCAZABA
En el año 835, cuando Córdoba era gobernada por el emir Abd al-Rhaman II, Mérida acogió la construcción de una soberbia alcazaba, ubicada en un lugar estratégico, próximo al puente romano y a las orillas del río Guadiana. Además de sus murallas y torres con cerca de tres metros de ancho y una altura superior a diez, su interior es como un gran cofre cargado de vestigios históricos, entre los que sobresale un impresionante aljibe excavado en la roca.
CONCATEDRAL DE SANTA MARÍA
El principal edificio religioso de la ciudad se levanta en la plaza Mayor, sobre la perdida catedral de Santa María de Jerusalén. Sus pilares más antiguos se remontan al siglo XIII y en su interior guarda capillas renacentistas y enseres de la orden de Santiago.
IGLESIA DE SANTA EULALIA
La gran riqueza de este templo hay que buscarla en su subsuelo, porque es aquí donde se contempla el extraordinario yacimiento de época romana y visigoda que posee y donde al parecer fueron sepultados los restos de la mártir Santa Eulalia, perseguida en época del emperador Diocleciano. Si en su interior se ofrece una completa lección sobre el hallazgo, en el exterior, su hornito (Templo de Marte) rinde homenaje a la ciudad, un lugar de peregrinación para devotos.
CIRCO ROMANO
Llegó a tener un aforo de más de treinta mil espectadores, lo que hizo que fuera conocido en todo el Imperio como uno de los mayores de toda Roma. Construido en el siglo I d.C., en él se celebraban carreras de caballos y carros que eran seguidas con verdadera devoción por patricios y plebeyos. Hoy solo quedan las huellas desdibujadas de sus cimientos, cuya espina mide un total de 233 metros de longitud.
ACUEDUCTO DE LOS MILAGROS
Sus primeros arcos fueron erigidos en tiempos de Augusto y los últimos canales de agua ya en el siglo III a.C., poco antes de la decadencia de la ciudad. Tiene una longitud de 830 metros y una altura de veinticinco.
PUENTES SOBRE EL GUADIANA
Otro de los grandes hitos monumentales de la capital de Extremadura son los puentes que comunican las dos orillas del río y los barrios de la ciudad nueva y vieja. Además del romano de 145 metros de longitud, inicio de la ruta de la Plata hacia Astorga, también sobresale el de Lusitania, diseñado por Santiago Calatrava, contrapunto a la herencia histórica de Mérida.
ARCO DE TRAJANO
Próximo a la plaza Mayor, mide quince metros de altura y tiene nueve de luz. Lejos de ser un arco triunfal, los historiadores creen que se trata de una puerta monumental al foro provincial, sede de los principales edificios administrativos. A su lado abre sus puertas la Colección Visigoda, en el antiguo templo de Santa Clara.
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