Alarcón, un secreto medieval a orillas del Júcar

Este pueblo conquense situado sobre una colina rodeada por las aguas verdes del Júcar, coronado por una fortaleza de la Edad Media y que guarda entre sus calles pequeñas delicias artísticas, bien merece una visita porque pasa por ser uno de los pueblos más bonitos de Castilla-La Mancha. Te proponemos una escapada para descubrirla.

por Andrés Campos

LA MEJOR VISTA 
El mejor sitio para contemplar Alarcón abarcando de una sola mirada la villa amurallada y todas sus defensas, incluyendo el foso natural del Júcar, es la torre del Campo, que se levanta pocos metros antes de que la carretera se meta en esta población atravesando sus puertas del Campo, de Enmedio y del Bodegón.

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EL RECORRIDO POR LA VILLA 
La plaza de Don Juan Manuel es el mejor lugar para comenzar el paseo, en la que se sitúan el Ayuntamiento, con una elegante galería renacentista, y la iglesia de San Juan Bautista, donde destacan las pinturas de Jesús Mateo, que a mediados de los 90 comenzó a llenarla de murales de corte abstracto y hoy una de las joyas de Alarcón.

De la plaza salen dos calles paralelas – Capitán Julio Poveda y Doctor Tortosa- que componen el eje mayor de esta villa medieval en forma de almendra. Caminando por ellas y sus adyacentes no hay que perderse tres iglesias de gran riqueza: la románica de Santo Domingo de Silos, hoy auditorio y sala de exposiciones; la de Santa María, con una de las mejores portadas de la provincia de Cuenca; y la de Santa Trinidad, de bonito trazo gótico que solo se abre para visitas con guía.

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EL CASTILLO Y EL MUSEO DEL RUSO 
El símbolo medieval que destaca a primera vista en Alarcón es, sin lugar a dudas, su castillo, que levanta su torre almenada a más de 50 metros sobre el río Júcar, y en cuyo interior se encuentra hoy su tranquilo y acogedor Parador.

Entre las nobles casonas y los palacios que decoran esta villa conquense, destaca el palacio de Castañeda, de fachada renacentista, y que hoy en día alberga el Museo del Ruso, que acoge exposiciones de arte contemporáneo. POR LA RUTA NATURAL Para disfrutar de las aguas color esmeralda del río Júcar, el sendero Hoz de Alarcón es un itinerario circular de casi 9 kilómetros, bien señalizado con letreros y marcas de pintura blanca y amarilla, que sale por la puerta de Chinchilla para rodear el barranco hasta llegar al puente de Henchidero, desde donde se asciende hasta la torre de los Alarconcillos. Para los más atrevidos, es posible navegar por estas aguas sobre una piragua.

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GUÍA PRÁCTICA

VISITA CON GUÍA 
Para no dejarte ninguno de sus rincones esenciales de Alarcón sin descubrir lo mejor es apuntarte a una visita con guía. Desdedescubrealarcon.es ofrece una ruta de unas dos horas donde se contemplan todos los monumentos relevantes y, sobre todo, se tiene acceso a aquellos que por libre no se permite su entrada.

DÓNDE COMER 
En La Cabaña (restaurantelacabanadealarcon.es) se disfruta de unas buenas vistas a la hoz del Júcar mientras se degustan tres platos muy recomendables: asadillo, chuletas de cordero y tarta de la tercia. Hay que reservar, porque todo el mundo quiere comer aquí. Otra buenísima opción es el famoso Parador de Alarcón (parador.es) que dispone de cocina castellano-manchega como el lomo de orza, ajo mortero, morteruelo o helado de queso. Y en La Fragua de Vulcano (restaurantelafragua.es) se agradecen su terraza agradable y sus precios contenidos, donde destacan los postres caseros, como los bombones de higo.

DÓNDE DORMIR 
Por supuesto, una de las opciones más recomendables es el Parador de Alarcón (paradores.es) ubicado en el castillo, con solo 16 habitaciones donde la tranquilidad está garantizada y en cuyas paredes se encuentran cuadros de Tàpies, Redondela y Sempere. Para un ambiente mucho más familiar, de aires rústicos y con solo seis habitaciones, La Posada El Hidalgo de Alarcón (laposadaelhidalgodealarcon.com), que además alquilan bicis y piraguas para alojados y no alojados. Y para más lujo, el Hotel Palacio Villa de Alarcón (hotelvilladealarcon.com), un cuatro estrellas que cuenta con spa y una piscina con vistas a la hoz del Júcar.

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