Planes 'cool' (y alguno inesperado) para un fin de semana en Marbella
De lujo y glamour, este rincón de la Costa del Sol sabe y mucho. Tras una relativa calma, va recuperando el espíritu que tuvo en otro tiempo, cuando enamoraba a reyes, aristócratas, deportistas de élite y multitud de celebrities. Hoy, sigue siendo su refugio, pero la gran mayoría prefiere el anonimato mientras disfrutan de la buena vida. Y en busca de esos placeres nos hemos escapado a Marbella.
RUTA EN YATE (CON BAÑO EN ALTA MAR)
Una auténtica experiencia de lujo es la de subirse a un yate y pasar un día completo en el mar tomando el sol, practicando deportes acuáticos o viendo delfines mientras recorres tranquilamente el litoral. Desde Puerto Banús, Marina Marbella (marinamarbella.net) alquila yates o veleros a partir de 415 € (por día y con capacidad para 11 personas), a los que se puede añadir todos los lujos y atenciones que uno desee. Para un capricho.
EN BICI POR LA PLAYA
Algo más de una hora (7,5 kilómetros) se tarda en recorrer a pie el paseo marítimo que une Marbella y Puerto Banús, perfecto también para montarse en una bici y, con la vista siempre puesta en el mar, ir viendo cómo desfilan ante los ojos villas de lujo rodeadas de vegetación, hoteles y urbanizaciones exclusivas, centros comerciales de nivel, algún que otro chiringuito y una sucesión de playas –desde La Bajadilla hasta la de Guadalmina– en las que uno siempre puede tomarse un descanso. El paseo lo puedes alargar 13 kilómetros más, pero ya hacia el este, en dirección a la playa de Cabopino y las Dunas de Artola.
PARA GOURMETS
En un lugar como Marbella, la gastronomía de alto nivel está sobradamente representada, con cuatro restaurantes innovadores, atrevidos y únicos que cuentan con estrella Michelin: Dani García, con dos, y Messina (restaurantemessina.com), Skina (restauranteskina.com) y El Lago (restauranteellago.com), con una. Pero también de lujo se come en Santiago (restaurantesantiago.com), que lleva medio siglo ofreciendo los mejores pescados y mariscos en su restaurante abierto en el mismo paseo marítimo y del que los famosos dan buena cuenta. Por algo será.
DE PLACITA EN PLACITA POR EL CASCO ANTIGUO
Sorprende llegar a Marbella y encontrarse con un casco antiguo tan típicamente andaluz, con sus callejuelas estrechas y empedradas con cantos rodados de la playa. Desde la plaza de los Naranjos, que hace de centro, se van descubriendo de plaza en plaza sus casas encaladas en cuya planta baja abren restaurantes como el belga Zozoi (zozoi.com), con una cocina muy creativa de temporada en su terraza exterior o su patio típico interior, pero también tiendas hippy chic, otras delicatessen como Doliva (Nueva, 9) o gastrobares y bistrós como Nikis (nikisbarmarbella.com), Marbella 3C (Virgen de los Dolores, 1) o Caperuza (Aduar, 22). En el paseo surgen además a cada paso pequeñas capillas e iglesias como la de Encarnación -abierta a la plaza en la que está el restaurante Buenaventura, donde comió Michelle Obama durante aquellas vacaciones que pasó en Marbella-, los restos del castillo y la muralla árabe y multitud de rincones llenos de tradición y encanto, como el de la plaza del Santo Cristo, con el tablao Ana María Los Chatos.
CHAMPÁN EN LA PLAYA
Habrá que esperar a la primavera para ver cómo los beach clubs más exclusivos vuelven a abrir sus espacios chill out en primera línea de playa. Y de todos, el Ocean Club es el más exquisito para el día y, por supuesto, también cuando cae la noche. Sus camas redondas, su spa, sus fiestas temáticas interminables con champán y música con dj's -como la Blak and Gold Party, una de las citas más importantes del año a la que acude la élite local e internacional- y el ambiente chic que reina en sus 9.000 m2 son la mejor muestra del estilo y el lujo que caracteriza este enclave de la Costa del Sol.
DE BOUTIQUES Y TERRACITAS POR PUERTO BANÚS
Entrando y saliendo, y si se puede tirando de visa, puedes pasar unas horas por las boutiques más exclusivas de Puerto Banús. A un lado, la flota de yates atracados en el dique o los deportivos más despampanantes, a otra las firmas más selectas que se reúnen en este puerto de renombre: Armani, Jimmy Choo, Carolina Herrera, Just Cavalli… Y en el paseo, un montón de terracitas para palpar la animada vida diurna y nocturna del puerto.
SENDERISMO POR SIERRA BLANCA Y CANUCHA
La más cercana al mar de las montañas de Málaga es esta que da sombra a Puerto Banús y que se reparte entre los municipios de Marbella, Istán, Ojén y Monda. A ella se debe el microclima que tiene este tramo de costa, pero también es una sierra para ponerse las botas de trekking y descubrir caminando. El itinerario que lleva desde el puerto hasta los miradores del Corzo y del Macho Montés, desde el hotel El Refugio de Juanar hasta el pico de la Concha o el que culmina en el cerro del Lastonar y en la Cruz de Juanar tienen como premio las mejores panorámicas de la costa y, si se pone atención y el día es claro, la vista llega hasta Gibraltar.
PROBAR EL GREEN
El campo de golf Guadalmina fue el primero que se abrió en Málaga y en toda la Costa del Sol, allá por 1959, un club cuya apuesta por el deporte base ha dado, como más reciente fruto, el triunfo de Azahara Muñoz, la reciente campeona del Open de España, formada en la cantera del club y la primera española en ganar este título-. Desde entonces hasta hoy, Marbella suma 15 campos –el mayor número de toda España– perfectos para iniciarse en este deporte o perfeccionar la técnica disfrutando a la vez del sol y de estar cerca del mar. Si los profesionales de élite se pasean a sus anchas por ellos será cuestión de probar y disfrutar de este deporte en los ondulados greens de campos como La Quinta Golf, Marbella Golf, Aloha Golf Club o Las Brisas Golf.
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