Los cafés que cambiaron la historia de Europa
Clásicos, elegantes y con un aura decadente que remite a tiempos pasados. Muchos fueron testigos de romances, algunos escenarios de tertulias bohemias. También en unos se gestaron apasionantes novelas; y en otros, al calor de una taza humeante, se truncó para siempre el curso de la historia. Presentamos los cafés con más solera de Europa, allí donde mojar la magdalena es revivir la ebullición de ideas
CAFÉ DE L'ÓPERA
Punto de encuentro de la aristocracia y la alta burguesía de Barcelona, este café, que abrió sus puertas en 1929 siguiendo los patrones del Modernismo, nunca ha cesado su actividad, ni siquiera durante la Guerra Civil española. Sus clientes, entre los que se cuenta desde el Rey Alfonso XIII hasta
los anarquistas, desde los sindicalistas hasta los intelectuales,
pasando por los personajes de la farándula o incluso del fútbol, tienen
el honor de haber escrito una de las páginas de la historia de la Ciudad
Condal.
*La Rambla, 7. Barcelona. cafeoperabcn.com
CAFÉ GIJÓN
Toda una institución cultural, un símbolo de los avatares de España, es este café madrileño que rezuma, como ningún otro, el espíritu de las tertulias literarias.
Aquí, envueltos en humo, alcanzaban la madrugada Lorca, Dalí y Buñuel,
alumbrando con ecos de leyenda la intelectualidad de la época. La lista
de poetas, artistas y pensadores es infinita desde 1888, y con un nuevo
impulso, tras la Guerra Civil. Las anécdotas e historias del Gijón han
inspirado novelas y ensayos.
*Paseo de Recoletos, 21. Madrid. cafegijon.com
CAFÉ PROCOPE
Se jacta de ser el café literario más antiguo del mundo, que data de 1689. Íntimamente ligado a l’Encyclopédie, en las mismas mesas que reunieron a Voltaire y Rousseau se fraguaron después las ideas revolucionarias de Danton, Robespierre y Marat. Hoy este café de París conserva reliquias como el sombrero de tres picos de Napoleón o extractos escritos a mano por los autores de la Ilustración. Visitarlo, en el corazón del barrio Latino, es toda una inyección de nostalgia.
*Rue l´Ancienne Comèdie 13. París. uk.procope.com/
CAFÉ CENTRAL
Los míticos cafés vieneses son Patrimonio de la Humanidad
porque trascienden a su función, porque son, incluso en nuestros días,
melancólicos centros de la vida social y exponentes la cultura europea.
Ninguno como el Central, burgués y de estilo neorrenacentista, cuya
historia lleva el sello de la revolución: la de la sexualidad, a cargo
de un médico llamado Freud que jugaba entre sus muros al ajedrez. Y la de otro joven ruso, aún desconocido, que ejercía como periodista en la ciudad bajo el pseudónimo de Trotski.
*Herrengasse, 14. Viena
ANTICO CAFFÈ GRECO
Aspirar la atmósfera de este legendario café próximo a la Plaza de España de Roma es realizar un viaje en el tiempo: camareros con smoking, espejos, mesas de mármol, butacas de terciopelo y más de trescientas obras de arte. Wagner, Listz, Bizet, Stendhal, Lord Byron y los grandes pensadores de los últimos doscientos años se cuentan entre los 'habituales' históricos de este lugar, que sigue siendo un refugio para la bohemia (e incluso para la política) de la capital italiana.
*Vía Condotti, 86. Roma. anticocaffegreco.eu/
GRAN CAFFÈ QUADRI
Un lungo, un espresso, un capuccino… y también un café a la turca, ya que, cuentan, fue el primero en ofrecerlo en la ciudad de los canales. Eso sí, con vistas a la inolvidable plaza de San Marcos y con un sabor especial: el del recuerdo de aquel esplendor que anunció el nacimiento de la edad moderna. Por este refinado café desfilaron personajes de la talla de Alejandro Dumas, Marcel Proust y Richard Wagner, del que las malas lenguas cuentan una anécdota: dejó de acudir a su rival, el cercano Caffè Florian, para no cruzarse con Verdi.
*Piazza San Marco, 121. Venecia.
A BRASILEIRA
El Chiado, el barrio más intelectual y chic de Lisboa, conserva este rincón de sabor añejo donde, de fondo, siempre hay música de fado. Su decoración de madera labrada es el marco ideal para tomar una bica (una taza de café bien fuerte), acompañada de un pastelito de Belem. En su terraza, inmortalizado en bronce, descansa el gran escritor portugués Fernando Pessoa, enamorado de este local y uno de los más ilustres asiduos que dejó su huella imborrable.
*Rua Garrett, 120. Lisboa
CAFÉ IMPERIAL
Testimonio vivo de la historia de la antigua Checoslovaquia, este suntuoso café de Praga abrió sus puertas en 1912, justo cuando el Imperio austro-húngaro estaba llamado a desmoronarse con la Primera Guerra Mundial. Con los años se convirtió en el lugar de moda y sus salones de estilo art-decò con elementos florales y animales acogieron muchas tardes al compositor Leos Janacek y al escritor Franz Kafka, que lo retrató en algunas de sus novelas.
* Na Poříčí 15, 110 00. Praga. cafeimperial.cz
CAFÉ ROYALTY
Otro español se cuela en la lista de los emblemáticos cafés del Viejo Continente. Es el Royalty, en la ciudad de Cádiz, que nació en 1912 para festejar el centenario de la Pepa y dio cobijo a figuras ilustres como el también gaditano Manuel de Falla, que deleitó al público con sus conciertos. La guerra lo sumió en el olvido, pero fue restaurado años más tarde recreando su estética original: exquisita carpintería artesanal y dorada ornamentación que lo convierten en uno de los cafés más románticos del país.
*Plaza de la Candelaria s/n. Cádiz. caferoyalty.com
CAFÉ ODEÓN
Las conferencias impartidas por Einstein en sus viejas salas de 1911 constituyen uno de los muchos hitos de este establecimiento mítico de la ciudad suiza. Otros los protagonizaron Mussolini, Thomas Mann o la bailarina Mata Hari, solo por citar unos cuantos. Y es que este café, indisociable del devenir social de las últimas nueve décadas, ha sido foco de discusión tanto de corrientes políticas como de movimientos artísticos. Entre esto últimos, el Dadaísmo, que tuvo su epicentro en Zurich y que este año cumple su centenario.
*Limmatquai, 2. Zurich. odeon.ch