Dubrovnik, seducción mediterránea
Para paladear como se merece esta ciudad medieval croata protegida por poderosas murallas hay que llegar si es posible por mar. Una vez en tierra hay que ir recorriendo su casco viejo donde se palpa el poso de una historia de más de mil años que la ha adornado con palacios, cúpulas, conventos y callejas con mucho sabor.
SIN RUMBO POR EL CASCO VIEJO MEDIEVAL
Entrando por la imponente puerta de Pile, hay que caminar sin rumbo fijo por las estrechas callejuelas y empedradas cuestas del casco viejo de esta ciudad abierta completamente hacia el Adriático y reconstruida como un milagro tras un pasado turbulento. A ambos lados de la Stradun –la ancha avenida enlucida de mármol que secciona en dos el casco antiguo– verás que salen al paso patios, monasterios, iglesias imprescindibles como la de San Blas, palacios como el de la Rectoría y monumentales fuentes como la de Onofrio. Y todo, sin coches a la vista.
UN PASEO POR LA MURALLA
Fue levantada en el siglo X, tiene casi dos kilómetros de longitud, hasta 25 metros de altura y 6 de grosor y está guarnecida con fuertes, bastiones y torreones –como la torre Minceta, el fuerte Revelin…– que, si antaño defendían la ciudad, hoy atraen hacia ella como un imán. Desde el camino de ronda puedes divisar una soberbia panorámica de cúpulas y tejados de color rojo, mejor si lo haces al atardecer.
UNA BOTICA MUY MUY ANTIGUA
Imposible caminar por el casco antiguo y no dar con el monasterio franciscano, pues se sitúa en el número 2 de la siempre concurrida Stradun, muy cerca de la Puerta de Pile. En su interior podrás ver su claustro, su museo y su biblioteca, pero lo que se viene a conocer aquí es, sobre todo, su botica, una de las más antiguas del mundo, en funcionamiento desde 1317. El monasterio dominico también resulta de interés, porque guarda una gran colección de obras de arte.
EN TORNO A LA PLAZA DE LA LOGIA
En uno de los extremos de la avenida Stradun y rodeada de importantes edificios –como la torre del Reloj, la vecina logia de la Campana o el Cuartel Principal–, esta plaza es un punto de encuentro popular, sobre todo, en torno a la columna de Orlando. A la izquierda de la plaza se descubre el palacio Sponza, con una elegante logia renacentista y que hoy alberga el Archivo de Dubrovnik.
LA CATEDRAL Y EL TESORO
Como el resto de Croacia, Dubrovnik es una ciudad de larga tradición católica. Por eso sus habitantes sienten un especial cariño por el edificio que mejor simboliza sus creencias: la catedral de la Asunción, un elegante edificio barroco cuya cúpula azul despunta sobre los tejados rojos de la ciudad antigua y cuyo auténtico valor reside en su interior, donde se halla su famoso Tesoro.
DE EXCURSIÓN A LA ISLA DE LOKRUM
Una auténtica delicia es tomar el ferry y cruzar a esta pequeña reserva natural cubierta de bosques y cargada de leyendas que flota frente a Dubrovnik, a solo 600 metros de su puerto viejo. Verás que no hay edificios ni hoteles, solo un monasterio benedictino levantados por monjes horticultores en el siglo XII, un jardín botánico –el verdadero tesoro de la isla–, un lago salado muy especial –Mrvto More, el Mar Muerto–, calas cristalinas y un santuario natural protegido para pasar un día de excursión.
UN EXQUISITO DESCANSO
El Pucic Palace (thepucicpalace.com), un delicioso palacio en el corazón del casco viejo con apenas 19 habitaciones y una romántica terraza al aire libre a la que acercarse a degustar sus especialidades de todo el Mediterráneo. También de lujo y con un moderno spa frente a la popular playa de Babin Kuk, con vistas a las islas Elaphite, el Valamar Dubrovnik President Hotel (valamar.com). Cerca de la Puerta de Ploce, y con una larga historia, también buena opción es el Villa Ragusa Vecchia (villaragusavecchia.com).
¿ZELENA MANESTRA O BRODETTO?
Dubrovnik es un paraíso para gourmets, con el mejor pescado y marisco del Mediteráneo, platos de tradición balcánica, frutas y verduras… Y para degustarla nada mejor que probarla en esos pequeños y económicos restaurantes familiares de cocina casera que son las konobas. 360 Degrees (360dubrovnik.com), uno de los grandes, sobre las viejas murallas de la antigua Ragusa, Azur (azurvision.com), de los más famosos de Dubrovniv, el vegetariano Nishta (nishtarestaurant.com) y Dalmatino (dalmatino-dubrovnik.com) son algunas de las mejores direcciones gastronómicas.
EN VELERO POR LA COSTA DÁLMATA
Difícil será resistirte a recorrer la espectacular costa dálmata a bordo de uno de esos transbordadores que desde Rijeka a Dubrovnik recorren el litoral, con paradas en Zadar, Split, Starigrad (en Hvar), Korcula o Sobra (en Mljet). Más exclusivo, hacerlo en un velero para llegar a sus miles de islas, pueblitos y calas más recónditas.
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