De playa en playa por la costa de Huelva caminito de Portugal
A partir de las marismas del río Piedras se puede trazar una ruta por los arenales occidentales onubenses que desde la playa de El Rompido de Cartaya pasa por Lepe, Isla Cristina y Ayamonte antes de asomarse, ya en la frontera, a las aguas del Guadiana.
Es esta una ruta que atraviesa parajes naturales de importante valor ecológico, habitados por diversas aves migratorias y otras que una vez lo fueron y, vista la bondad del clima, se quedaron aquí para siempre. Pero también localidades de gran riqueza agrícola, notables conjuntos monumentales y el encanto de unas playas infinitas de arena dorada y tibio oleaje atlántico para entretenerse y disfrutar, en algunos casos con sus casitas de pescadores al borde del mar.
Después de atravesar un océano de pinares y continuas explotaciones forestales de fresas y naranjos, que demuestran la fertilidad de estas tierras, se llega a Cartaya, que conserva aún restos de su intenso pasado, como la fortaleza del siglo XV, la iglesia de San Pedro o las Casas Consistoriales. Pero es el paraje protegido de las marismas del río Piedras y Flecha de El Rompido, en las proximidades de la laguna de El Portil, el mejor preámbulo a las hermosas y soleadas playas de la zona.
Una vez hecho un alto en la pequeña población marinera de El Rompido, con su puerto pesquero y deportivo sobre la ría del Piedras, así como en sus faros, hay que elegir poner la toalla en alguna de sus playas, que suman 4 kilómetros (El Rompido, Playa San Miguel, Nuevo Portil y la parte más occidental de El Portil, una imagen urbanística atípica debida a la segregación de Punta Umbría). Desde Nuevo Portil y las áreas residenciales del entorno se puede llegar en barco a la playa virgen de la Flecha de El Rompido, ajena por fortuna a la indiscriminada erosión turística.
A unos 7 kilómetro de Cartaya aparece Lepe, con un puñado de edificios de interés, como la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, aunque son sus 24 kilómetros de playa los que todo el mundo llega buscando, son las de La Antilla, Nueva Umbría y la parte oriental de Islantilla –la más famosa de la zona, una amplia extensión de fina arena blanca de 1,6 Km de longitud con los más altos estándares de calidad y Bandera Azul, paseo marítimo y una tranquila zona residencial-, que resulta fácilmente accesible por las carreteras locales que parten de la N-431 en dirección a Ayamonte.
Isla Cristina, que recibió su nombre en honor a la regente María Cristina de Habsburgo, tiene unas marismas que están protegidas como paraje natural, pero sobre todo tiene uno de los puertos más importantes de Andalucía, por cuya lonja hay que pasar a la hora de la subasta del pescado, y asomarse a la ría del Carreras para admirar unas vistas excepcionales. Entre sus playas especial mención merecen La Redondela, El Hoyo, la Central, la Punta del Caimán y la del Moral.
Guardiana de las aguas del Guadiana, abierta al mar por sus playas y con su paisaje asomado al fronterizo territorio portugués, Ayamonte, la llamada Puerta de España, posee un rico patrimonio artístico de inconfundible sabor mudéjar que se beneficia de un excepcional entorno natural, con paisajes plenos de luz y colorido, como las marismas de Isla Canela, habitadas por una variada avifauna que añade todavía más atractivos a una zona del litoral onubense que puede pasar por un pequeño paraíso al alcance de cualquiera.
GUÍA PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Cartaya se encuentra a 25 kilómetros de Huelva. La ruta lleva por la autopista A-49 o la carretera N-431 hasta Ayamonte.
DÓNDE DORMIR
Grand Hotel Puerto Antilla (puertoantilla.com). En primera línea de la playa de Islantilla se sitúa este cuatro estrellas rodeado de jardines y dotado de habitaciones familiares de estilo colonial con vistas al mar, piscinas en forma de lago, spa wellness, pistas de pádel, restaurantes, un amplio programa de entretenimiento y todo tipo de instalaciones pensadas para unas vacaciones perfectas en familia.
MÁS INFORMACIÓN
Turismo de Huelva (turismohuelva.org)