El capricho de Sir Richard Branson en Marrakech
Se llama Kasbah Tamadot y es propiedad del multimillonario británico. Está enclavado en la cordillera de los Atlas africanos, con unas vistas que invitan a quedarse en este rincón de Marruecos para siempre.
Cualquiera diría que es posible darse un baño mientras se contempla uno de los mejores atardeceres del continente africano. Pero en el hotel Kasbah Tamadot, en la localización perfecta, es un hecho. Es propiedad de Richard Branson, dueño de la compañía Virgin y cuenta que en uno de sus viajes en globo por los cielos de Marruecos se enamoró del lugar y compró este hotel enclavado en la cordillera del Atlas, al norte de África.
Las 28 lujosas habitaciones que componen este palacete están decoradas de forma individual, al más puro estilo árabe. Si se quiere ir más allá en el lujo, lo mejor es alojarse en una de sus diez Berber Tents, cada una con jacuzzi propio y evocando el estilo de las viviendas bereberes. Y para los que apuesten por la exclusividad total, la Master Suite es un Kasbah Tamadot en miniatura, con piscina propia, terraza y rodeada de vegetación.
Dentro del recinto también se puede disfrutar de la piscina, un spa con diferentes tratamientos, instalaciones deportivas –como tenis o ping-pong, a los que es muy aficionado el magnate británico– e incluso participar en cursos de cocina.
También el hotel es el punto de partida ideal para descubrir la cordillera del Atlas, ya sea mediante una expedición de senderismo, rutas en mula o incluso escalada. Y perfecto, además, para acercarse a la cercana villa de Asni, con su típico zoco y frecuentada por bereberes.
De este capricho marroquí de Richard Branson que brinda una experiencia única en el norte de África se puede disfrutar desde 470 € por noche para dos personas.