Düsseldorf en 10 claves, una ciudad a orillas del Rin moderna e inquieta
La capital de Renania del Norte Westfalia es mucho más que un destino de negocios. La ciudad que descansa a orillas de uno de los principales ríos de Europa es transgresora y cultural. Lograda combinación de jovialidad renana y encanto cosmopolita.
ARQUITECTURA DE VANGUARDIA
Artistas modernistas como Joseph Maria Olbrich y Peter Behrens crearon destacados edificios a principios del siglo XX. Hoy día, el núcleo de la vanguardia se ubica en el MedienHafen. Reconocidos arquitectos de todo el planeta han firmado, y siguen haciéndolo, los edificios más rompedores y modernos. El puerto de esta ciudad de Alemania antes estaba presidido por silos y naves industriales, pero ahora se alzan las creaciones de arquitectos como Vasconi, Chipperfield o Ghery, marcando la nueva fisonomía de la ciudad. La lograda mezcla entre antiguo y moderno lo convierte en un lugar único.
PASEO FLUVIAL JUNTO AL RIN
El Rheinpark que atraviesa toda la ciudad, invita a callejear y tomarse un respiro. Este parque a orillas del Rin es el lugar perfecto para pasear, hacer deporte o simplemente sentarse en su largo muro de piedra y disfrutar de una increíble puesta de sol. Una opción más que recomendable es tomar uno de los barcos turísticos que llega hasta la vecina ciudad de Colonia, o visitar otro de los parques con más encanto: el Nordpark, cuyo corazón está presidido por un delicioso jardín japonés, homenaje a la ciudad que alberga la mayor comunidad nipona de toda Europa, después de Londres y París.
RECORRER LA CIUDAD VIEJA (ALTSTADT)
El pulso de la ciudad se encuentra en el Altstadt, que desde primera hora de la tarde se convierte en un hervidero de gente que queda para tomar una cerveza o dar un largo paseo por sus calles y plazas, donde no puede faltar la visita a la plaza del mercado, donde se encuentra el Ayuntamiento, presidido por una de las estatuas ecuestres barrocas más importantes al norte de los Alpes. Asimismo, la torre helicoidal de la antigua colegiata de San Lamberto propone un enigma para el observador. El entramado de callejuelas adoquinadas convierte el paseo en una experiencia difícil de superar.
ESTILO DE VIDA RENANO
Düsseldorf es una lograda combinación de tradición y tendencias. Esa interesante mezcla se hace también evidente en la gastronomía. La ciudad está llena de cervecerías tradicionales donde degustar la deliciosa Altbier, una cerveza tostada muy fermentada que solo se elabora aquí y donde los platos más famosos son el codillo, el asado adobado al estilo renano o el famoso Halve Hahn, que significa “medio pollo” pero que en realidad se trata de un queso con cominos y cebolla, moldeado a mano, que se sirve sobre un panecillo de pan de centeno. Como contrapunto están los restaurantes de cocina de autor más sobresalientes.
COMPRAS Y LUJO EN KÖNIGSALLEE
No todo el mundo lo sabe, pero Düsseldorf es, con diferencia, la ciudad más sofisticada de Alemania. No es de extrañar por tanto, que los más reconocidos diseñadores de moda del mundo hayan puesto sus ojos en la calle más cara, y probablemente la más bonita de la ciudad. Königsallee es un desfile permanente de marcas de lujo que viven en perfecta comunión con las firmas más asequibles, en una avenida atravesada por un bello canal y los más románticos puentes. Al comienzo de la misma se alza una reciente y espectacular construcción, el Kö-Bogen, cuyo objetivo es continuar con las compras.
UN METRO DE ARTE
La innovación arquitectónica también ha llegado hasta el subsuelo con la apertura de la nueva línea de metro Wehrhann, que cruza el centro de la ciudad de este a oeste y que solo cuenta con seis estaciones proyectadas por arquitectos y artistas responsables de convertir cada parada en una auténtica obra de arte. Desde su apertura, los turistas han incluido la línea de metro en su agenda de lugares por visitar. Y es que sus estaciones –cada una con un mensaje y lenguajes distintos– tienen algo de galería de arte que invitan a ser admiradas.
LA CIUDAD DEL ARTE
En la Academia de Bellas Artes, de fama mundial, surgida de una escuela de pintura del principado electoral, artistas de renombre internacional como Joseph Beuys, Gerhard Richter y Jörg Immendorff, aprendieron y después enseñaron pintura, escultura y artes gráficas, pero también arquitectura, escenografía, fotografía, cine y vídeo. Cada final de curso pueden contemplarse las obras de nuevos alumnos. Asimismo, la oferta artística la completan 17 museos, entre los que se encuentra el famoso Kunstpalast, además de un buen número de museos privados y más de 100 galerías y salas de arte.
PALACIO Y PARQUE BENRATH
El Schloss Benrath se construyó como un palacio de recreo y de caza para el príncipe Elector Carl Theodor. Hoy en día el conjunto en su unidad artística de edificios, interiorismo y jardines, que tienen una extensión de 60 hectáreas y cuyo paseo es más que recomendable, se considera como una de las pocas obras de arte integrales del rococó tardío que quedan en Europa. La visita al palacio principal permite formarse una idea de la vida en la corte durante la segunda mitad del XVIII. En el ala este se encuentra el Museo de Historia de la Jardinería Europea, y en la oeste el Museo de Historia Natural.
UNA HISTORIA DE CUENTO
Condes y príncipes electores marcaron la época de nacimiento de la actual metrópoli, que presume de más de 800 años de agitada historia. Goethe, que pasó largas temporadas en la ciudad, dejó tras de sí huellas en Poesía y verdad (su casa-museo está en el centro de la ciudad y está abierta al público en horario de mañana y tarde). La visita de Napoleón le valdría el apodo de “pequeño París”. El poeta Heinrich Heine ensalzó su ciudad de nacimiento, proclamando su belleza.
¿NEGOCIOS O PLACER?
La ciudad es anfitriona de más de 40 ferias internacionales al año, 23 de las cuales son líderes mundiales en sus correspondientes sectores. Esta es una de las razones por las que Düsseldorf es un destino de trabajo muy solicitado, pero sus numerosas fiestas son otro de los grandes reclamos turísticos. Para los düsseldorfer el Carnaval es la quita estación del año, tanto que cada año atrae a millones de personas, y es que junto con el de Colonia es uno de los carnavales más importantes de Europa. Los mercados navideños, el Día de Japón y la Kirmes, la mayor feria que se celebra a orillas del Rin, son algunas de las citas ineludibles en la ciudad.