Escapada sibarita (y con mucho swing) a la Costa Daurada más green
Es un paraíso para los apasionados del golf, porque además de exclusivos campos donde perfeccionar los golpes o iniciarse en este deporte, a un paso está todo lo que se necesita para disfrutar de una escapada de lujo: deliciosas playas y pueblos con encanto, alojamientos únicos, el shopping de Reus o la diversión de PortAventura.
Una opción inmejorable para disfrutar del golf en familia en la Costa Daurada es Lumine Mediterránea Beach&Golf (lumine.com). Y es que el diseño de sus tres campos de golf con 45 hoyos ofrece una experiencia distinta para cada tipo de jugador, sea cual sea la edad o el nivel. Por ejemplo, los 18 hoyos del campo Lakes están situados en plena naturaleza, alrededor de los humedales de la Sèquia Major, un espacio de interés natural, mientras que los 9 del campo Ruins –diseñado por el golfista Greg Norman, ahí es nada– discurren entre ruinas arqueológicas romanas del siglo II. a.C..
Tras una jornada de golf nada como dejarse agasajar por otros de los atractivos de este complejo, que no son pocos. Ahí está su Beach Club y su impresionante piscina infinity para demostrarlo, donde relajarse, descansar y deja ir la mirada hasta el horizonte marino, sobre todo porque al día siguiente espera una de esas experiencias que no puedes perderte: PortAventura World (portaventuraworld.com), uno de los mayores destinos de vacaciones y de ocio familiar de Europa.
Una vez aquí hay que aprovechar para descubrir su nuevo espectáculo: Revolution, un show que homenajea a las mujeres que han revolucionado la historia de la música pop, desde Madonna o Gloria Gaynor a Adele. El espectáculo combina música y baile en directo con espectaculares acrobacias. En definitiva, un emotivo viaje musical lleno de ritmo y color.
Tampoco hay que dejar de pasárselo en grande en los diferentes mundos de PortAventura World y sus diferentes y, en muchos casos, nuevas propuestas. Así, en el Far West encontrarás novedades como el Can Can Show y el Country Line Dance, mientras que si te decides por un viaje a la China Imperial te toparás con el emblemático Dragon Khan, el vértigo de Shambhala o la refrescante Angkor, una aventura inspirada en las selvas de Asia.
Otra propuesta de lujo para descubrir la Costa Daurada más golfista es el Club de Golf Reus Aigüesverds (golfreusaiguesverds.com). Ubicado a solo diez minutos en coche de la ciudad de Reus, sus 18 hoyos lo que le convierten en un campo fácil de seguir, con greens blandos y muy rápidos, lo que no deja de ser un reto agradable para los iniciados en este deporte.
Para recargar pilas tras la jornada en el green de este club, nada como el hotel Mas La Boella (laboella.com). Y es que en este resort, uno de los más especiales de la Costa Daurada, el lujo lo protagonizan las pequeñas cosas: el relax de las 110 hectáreas de olivos que se otean desde cualquiera de sus 13 suites, el frescor perfumado de sus jardines en flor al anochecer mientras junto a la piscina se saborea un cóctel o se cena en la terraza de su restaurante degustando su oro líquido, el aceite de oliva virgen extra que nace de su almazara, con un poco de pà amb tomaquet…
Una finca tan cerca de todo –a un paso del bullicio comercial de Reus y del patrimonio histórico de Tarragona-, pero al mismo tiempo tan lejos. Como lujoso hotel boutique, cada una de sus suites atesora todos los detalles para una estancia inolvidable: amenities personalizadas de la firma Bulgari, reproductor i-Pod con miles de canciones para personalizar el momento, camas tamaño king size…
Por supuesto, no hay que dejar de darse el gustazo de descubrir el restaurante de La Boella, uno de los espacios foodie ineludibles en la Costa Daurada. El artífice de la sinalefa entre los productos del terruño y del mar es el chef Manu Ramírez, cuyo exquisito trabajo con el producto local –los tomates de Benach, el pollo de un corral cercano, las cigalas de Cambrils, las verduras, especias y plantas aromáticas del huerto propio– es todo un homenaje al paisaje que rodea la finca.
En la carta del joven chef destacan delicias a caballo entre la tradición y la vanguardia, como el arroz de pagès con costillas y verduras, las cigalas Rochetti salteadas y flambeadas, el tártaro de dorada y langostinos, o los fideus rossos de pescado y marisco…
Reus está a tiro de piedra de La Boella así que, ¿por qué no dar el día libre a tu caddie y escaparte a la capital del Baix Camp? No solo te quedarás con la boca abierta al descubrir a cada paso su patrimonio art nouveau -la Casa Rull, la Casa Gasull, el Institut Pere Mata…-, sino que también podrás disfrutar de una jornada de shopping inolvidable. Y es que la ciudad natal de Gaudí atesora en su geografía modernista tiendas y establecimientos únicos. Las calles Llovera y Monterols acogen la Casa Queralt y la Casa Carpa, así como un icono de la ciudad: la boutique Jofré, donde encontrar marcas de lujo tanto de ropa, como de joyería, zapatería y complementos.
Tras una escapada de compra reusenca, el Club de Golf Costa Dorada Tarragona (golfcostadoradatarragona.com) es un green especial para que sigas bajando tu hándicap. ¿La razón? Si el golf se hubiera inventado en la imperial Tarraco en vez de en Escocia este sería el campo favorito de las patricias romanas. Con 18 hoyos y un par 72, el paisaje mediterráneo es el marco incomparable para un variado recorrido en el que ya seas una jugadora exigente o novel te lo pasarás en grande.
Para acabar esta inmersión en el universo golf de la Costa Daurada nada como acabarlo en uno de sus referentes: el Club de Golf Bonmont Terres Noves (bonmont.es).Su recorrido, diseñado por el gran experto Robert Trent Jones Jr., está considerado uno de los mejores de España. Y es que el campo, con 18 hoyos par 72, se caracteriza por su armonía, siguiendo los contornos naturales del paisaje, con impresionantes vistas al mar y a la montaña.
Por supuesto, dedicar unas horas al golf en Bonmont no es el único aliciente de esta franja de la comarca del Baix Camp. En la población de Mont-roig, entre su paisaje mediterráneo y arenales frente al mar, el pintor Joan Miró encontró su inspiración desde que recalara allí de joven. Para disfrutar de este entorno como hiciera el genial pintor durante décadas, la deliciosa playa La Pixerota, uno de los cuatro arenales de Miami Platja, el núcleo marítimo de Mont-roig.
Como colofón a esta Costa Daurada golfista, qué mejor que disfrutar de un alojamiento con un puntito de lujo y de espíritu aventurero como el glamping que brinda el Playa Montroig Camping Resort (playamontroig.com). Este camping de reconocido prestigio en toda Europa no solo agasaja con delicias como los Bora Bora Pavillion, bungalows de madera rodeados de jardines y a un paso de la playa, sino también con regalos impagables como disfrutar del ocaso en su zona chill-out, frente a la playa, mientras se saborea un cóctel.