Como las campanadas de fin de año, son 12 las plazas que hemos seleccionado, pero podría incluirse alguna más, porque cada ciudad ha hecho de uno de estos espacios al aire libre el centro de su vida. Son su mejor escaparate, las más grandes, donde se reúnen sus principales monumentos y se disfruta de su ambiente. Del salón más bello de Europa, como Napoléon llamó a la de San Marcos de Venecia, a la mágica de Djemaa el Fna de Marrakech o la Roja de Moscú y la de Tiannanmen de Pekín, testigo de excepción de la historia del país, nos damos la vuelta al planeta para retratar las más significativas.
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SAN MARCOS (VENECIA) El salón más bello de Europa, con estas palabras piropeó Napoleón a esta gran plaza veneciana presidida por la basílica de San Marcos –con su exterior adornado de cúpulas– y la mejor panorámica desde lo alto del Campanile. Si de día son sus terrazas las que invitan a sentarse y ver pasar a los miles de turistas que deambulan por ella, de noche su imagen resulta de lo más evocadora.
PLAZA DE LA CIUDAD VIEJA (PRAGA) La vía Karlova, rodeada por un laberinto de callejuelas por el que perderse a voluntad, conduce a la Plaza de la Ciudad Vieja o Starometské námestí, una animadísima plaza que se llena de terrazas con buen tiempo. Sobre sus fachadas despuntan las torres de Nuestra Señora de Tyn, tan imponentes que en lugar de una iglesia se diría una fortaleza. Y también, por supuesto, el Ayuntamiento, con una galería panorámica a la que se puede subir y el famoso Reloj Astronómico, a cuyo alrededor se arremolinan auténticas multitudes cuando a las horas en punto comienzan a desfilar las figuritas de los Doce Apóstoles.
PLAZA DE ARMAS (LIMA) Esta plaza tiene como honor ser la cuna de la capital peruana. Aquí es donde Francisco Pizarro fundó la ciudad en 1535. Su grandeza histórica se refleja en los edificios que la rodean, como el palacio de gobierno, el palacio arzobispal y la catedral.
PLAZA ROJA (MOSCÚ) El corazón y el cerebro de la capital del país y, por qué no, de toda Rusia queda alojado en la enormidad de su famosa plaza Roja, el antiguo mercado de la ciudad, a cuyos lados se distinguen las cúpulas de la bellísima catedral de San Basilio o la muralla de la ciudadela del Kremlin, testigo de excepción de la historia del país.
SAN PEDRO (CIUDAD DEL VATICANO) A los pies de la basílica de San Pedro, la ciudad papal tiene como gran escenario de audiencias con el Papa, liturgias y otros eventos religiosos esta imponente plaza rodeada por una columnata con 140 santos de la historia católica. En uno de sus extremos, la basílica de San Pedro, una de las iglesias más grandes y magníficas del mundo; en el opuesto, la via della Conciliazione que lleva al castillo Sant’Angelo y al río Tiber. Y en el centro, el obelisco transportado desde Egipto a Roma en el año 37 d.C. por el emperador Calígula para la construcción de un circo romano.
DJEMAA EL FNA (MARRAKECH) La plaza Djemaa el Fna es el corazón de la vida de esta urbe. En ella se reúnen músicos, cuentacuentos o encantadores de serpientes, además de numerosos puestos donde degustar la mejor comida marroquí.