48 horas en la región de Oslo… la más vibrante de los países nórdicos
Mezcla naturaleza y arte moderno en su centro urbano y reparte por los paisajes marinos de su fiordo una fantástica colección de museos dedicados a la navegación y a las exploraciones polares. Los edificios nuevos del barrio de Tjuvholmen y los que están transformando la zona de Bjørvika, se unen a la nueva cocina noruega para situar a Oslo en vanguardia entre las capitales europeas.
UN AYUNTAMIENTO DE PREMIO NOBEL
El corazón de Oslo es la ensenada del Ayuntamiento, donde el rotundo volumen del Ayuntamiento de ladrillo se asoma la plaza abierta a los muelles en que atracan los ferries. Es muy recomendable visitar el interior del Ayuntamiento, el espacio en el que cada año se entrega en diciembre el premio Nobel de la Paz y disfrutar luego de la pacífica animación de las terrazas, restaurantes y parques de su entorno. En un radio de un kilómetro se encuentran las principales atracciones de Oslo.
EL KILÓMETRO DE ORO
El kilómetro más valioso de Oslo es Karl Johans Gate, que une la Estación Central con la entrada del Palacio Real, en el que hay ceremonia de cambio de guardia cada día a las 13:30 h. A ambos lados se encuentran teatros, museos, el Parlamento, la Catedral y las distinguidas mansiones de la alta burguesía noruega. Las mejores tiendas, cafés y restaurantes abren sus puertas en este elegante barrio que limita al sur con las dos principales ensenadas del fiordo, la del Ayuntamiento y la de la Estación Central.
LA NUEVA ÓPERA & BALLET
Emblema de la apuesta de Oslo por una renovación de vanguardia y calidad es el espectacular edificio de la nueva Ópera & Ballet, del estudio noruego Snøhetta, que semeja un iceberg varado en la orilla del fiordo. Sus blancos planos inclinados sirven como terrazas para ascender a la parte superior y contemplar el bello juego del mar y la ciudad. Los espacios interiores son tan hermosos como los exteriores y conviene asistir a una representación de ópera, mejor si es el Peer Gynt escrito por Henrik Ibsen y con música de Edward Grieg, dos iconos de la cultura local.
MIRANDO A MUNCH
El gran genio de la pintura en Noruega fue el expresionista Edvard Munch, que vivió y trabajó en Oslo y en su entorno. Es imprescindible visitar el museo dedicado al artista, el Museo Munch, que conserva la mitad de su obra, y conocer la Galería Nacional, que cuenta con una sala dedicada a sus pinturas más famosas, El Grito, Pubertad, Cenizas y La Vida. El nuevo y espectacular Museo Munch, que cambiará la fachada de la ciudad al fiordo, lo está construyendo el arquitecto español Juan Herreros.
UN NUEVO DISTRITO DE ARTE
Tjuvholmen, el lado oeste de la ensenada del Ayuntamiento, es un pequeño barrio con nueva arquitectura de diseño convertido en distrito del arte. Llaman la atención las superficies tensadas que parecen velas del museo Astrup Fearnley, ideado por Renzo Piano para acoger una de las colecciones de arte moderno más importantes del norte de Europa. También el vecino hotel The Thief posee una buena colección de arte, y varias galerías se reparten en una zona que incluye un parque de esculturas modernas y una playa sobre el fiordo.
EL PARQUE VIGELAND, CASI SECRETO
Más de 200 esculturas del artista Gustav Vigeland, otro genio noruego, contemporáneo de Munch y amigo de Picasso, componen una sinfonía de obras que recorren las experiencias de la vida humana desde el nacimiento a la muerte. Forman una serie incomparable, organizada y repartida en un parque que lleva el nombre del autor y que tiene como cumbre un monolito de piedra con 121 figuras humanas enlazadas. No hay nada parecido en el arte moderno en el mundo, y su fama es, sin duda, menor de la que merece.
LA LÍNEA MÁS FRESCA
Ahora es posible escaparse a Oslo para pasar un par de días recorriendo los barrios más modernos y alternativos como Grünerløkka, o para ir de compras a las 50 tiendas y restaurantes de Bӕrums Verk shopping y recorrer los escaparates de Aker Brygge. O tan solo para hacer deporte recorriendo el fiordo en bicicleta, navegando en sus costas o pescando, porque los vuelos de Norwegian (visitnorway.es/norwegian/directo-region-oslo/) desde Madrid y Barcelona son muy asequibles, desde 68 euros por trayecto. Sus aviones son modernos y muy cómodos, con asientos amplios de talla noruega, y con conexión gratuita a wifi durante el vuelo.
NAVEGANDO EN BUSCA DE AVENTURAS
Quince minutos en ferry llevan desde el centro de Oslo a la península de Bygdøy, un idílico paisaje con maravillosos museos que muestran el espíritu aventurero de los noruegos. En el Vikingskipshuset se exhiben los dos barcos vikingos mejor conservados del mundo. El Museo del Fram conserva la memoria de las heroicas expediciones polares, y el Museo Kon-Tiki se dedica a la balsa con la que cruzó Heyerdahl desde Perú a Polinesia. El cercano Museo del Pueblo Noruego acoge 155 edificios tradicionales, entre ellos la increíble iglesia de madera de Gol.
LA REGION DE OSLO, UNA CORONA DE NATURALEZA ESPECTACULAR
Oslo se encuentra rodeada por una corona de naturaleza espectacular a menos de una hora desde la ciudad. El esplendor natural de lagos, bosques y montañas es ideal para recorrer la costa en canoas (Aursmark Natur), bañarse en las playas de arena de Sandfjord, navegar en el fiordo, recorrer sus orillas en bicicleta, visitar la fortaleza de Oscarborg junto al bello pueblo de Drøbak, y la cabaña de Edvard Munch en Åsgårdstrand, donde el pintor pasaba los veranos y buscaba inspiración para sus cuadros, incluso se puede acampar gratuitamente en alguna de sus islas cubiertas de verdor. Hacia el interior, merece una visita el lago Mjøsa, rodeado de bosques, en cuyas aguas navega durante el verano el barco de palas a vapor más antiguo del mundo en actividad, el Skibladner. Pescar en el mar y en los lagos, pedalear hasta Moss o seguir el camino de los peregrinos medievales que iban a Trondheim a través de la región de Akershus o visitar el centro de peregrinos de Gudbrandsdalen son solo algunas posibilidades muy tentadoras para atravesar los maravillosos paisajes de la región de Oslo.
SABOREAR OSLO
La sofisticación de la cocina nórdica tiene un templo en las mesas de Maaemo, tres estrellas Michelin, cerca de la Ópera, donde miman los sabores puros y naturales. Además de otras mesas excelentes como Kontrast (restaurant-kontrast.no) o Fauna (restaurantfauna.no), hay restauración moderna y más asequible en la zona de Aker Brygge, entre el Ayuntamiento y el área de Tjuvholmen, donde el restaurante del hotel The Thief (thethief.com) ofrece cocina con vistas desde su terraza. Productos orgánicos y de cultivo local se apoderan de las cartas de nuevos locales como Bokbacka (bockbacka.no), a espaldas del Palacio Real, o en Østbanehallen (ostbanehallen.no), en la Estación Central. Una visita imprescindible es el Mercado Mathallen, en el este de Oslo, instalado en una antigua acería, que se ha convertido en un emporio de puestos de venta de comida gourmet, bares y restaurantes que combinan diseño y excelencia.
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Más información
Turismo de Oslo (https://www.visitnorway.es/norwegian/)