Una escapada por Doñana que te hará volar y estar muy activo
Desde pasar una noche observando murciélagos a una excursión en globo o dromedario o una buena comida en El Rocío. Aprovecha estos días para descubrir este paraíso natural con el humedal más importante de todo el continente europeo.
RECORRER DOÑANA EN GLOBO, A CABALLO Y EN DROMEDARIO
Para empaparse bien de Doñana hay que verla desde todas sus perspectivas, y un paseo en globo es la mejor manera de apreciar una panorámica aérea espectacular. La empresa Green Aerostación (globo.info), con sede en Sevilla, ofrece vuelos de una hora aproximadamente por el corredor verde del río Guadiamar, en el entorno del parque nacional, lo que te permitirá admirar algunas de las más de 300 especies de ave que pasan por allí cada año. Su precio, 250 € por pareja.
Otra opción es apuntarse a una ruta a caballo, como las de Doñana Hípica El Pasodoble (donana-rutas-caballo.com), que ofrece recorridos de dos horas (28 €) cabalgando por las dunas, playas y miradores onubenses. Y si quieres cambiar el caballo por el dromedario, Aires Africanos (airesafricanos.com) brinda una experiencia inolvidable –desde 18 €– recorriendo el Parque Dunar de Matalascañas a lomos de este animal.
Más cómoda es la opción de contratar una ruta privada en jeep. Discovering Doñana (discoveringdonana.com) organiza rutas que llevan a los principales atractivos del parque durante media jornada al precio de 150 € para hasta tres personas. El recorrido parte del pueblo de El Rocío, en Huelva, para continuar por lugares como El Coto del Rey, que alberga gran cantidad de pinos piñoneros; el alcornocal de Matasgordas, que sirve de refugio al lince ibérico, su huésped más VIP, y la marisma de Hinojos, donde se crían infinidad de aves, como los flamencos. La ruta acaba en el Centro de Visitantes José Antonio Valverde, un buen punto de observación ornitológica.
Otros centros de visitantes que permiten conocer en profundidad el parque son El Acebuche, en Matalascañas, o los de La Rocina y el Palacio de El Acebrón, ambos en el pueblo de El Rocío.
EN LA PLAYA CON DOÑANA DE FONDO
Con más de 35 kilómetros de extensión, la playa de Doñana se sitúa en una de las zonas vírgenes más importantes de Europa y abarca desde la playa de Matalascañas hasta la desembocadura del Guadalquivir. Para un ambiente más familiar, precisamente es la de Matalascañas, junto con la playa de Mazagón, la opción más adecuada. Más salvaje es la playa de Castilla, rodeada de abruptos acantilados.
UNA BUENA COMIDA
Próximo a Doñana, el pueblo de El Rocío, popular por su romería, es un buen lugar para acercarse a comer. Aquí se encuentra Punto de Encuentro (comerenelrocio.com), una buena referencia gastronómica, con una amplia oferta de carne y marisco para disfrutar en su terraza. Y también Aires de Doñana (avda. de la Canaliega, 1), con buenas vistas a la marisma y a la ermita de El Rocío mientras se degusta su famoso revuelto marismeño. Y en Zalema (avda. de la Canaliega, s/n), combinan cocina tradicional y creativa con ingredientes de la zona para ofrecer platos a precios muy asequibles.
Y PARA DORMIR
Si se quiere descansar lo más cerca posible de Doñana, la mejor opción es también el pueblo de El Rocío. El hotel La Malvasía (lamalvasiahotel.com), situado en una antigua casa señorial almonteña, muestra solería de barro y mobiliario artesanal en su exquisita decoración. Con un ambiente más familiar y vistas a la laguna del coto de Doñana se encuentra Toruño (toruno.es). Y de ambiente rociero y pura esencia andaluza, el Complejo Pequeño Rocío (complejopequenorocio.es), formado por casitas que mantienen la fisionomía de la aldea.