Una guía para dejarse conquistar por Bután, como Guillermo y Kate en su periplo viajero
Igual que los duques de Cambridge, nos hemos lanzado a descubrir este misterioso reino del Himalaya encajado entre los gigantes chino e indio para contarte sus maravillas.
Bután es una de esas esquinas del planeta en las que es fácil dejarse hipnotizar y no solo por ser el país más feliz de la Tierra. Son sus valles y sus paisajes de arrozales, su orografía salpicada de sietemiles, sus templos centenarios posados en los riscos, sus aldeas intactas entre bosques, pero, sobre todo, su forma de vida espiritual y apegada a la tradición y al budismo, tan alejada del mundo occidental, la que embelesa. Te guiamos por este pequeño país:
EL VALLE DE PARO
En Paro no solo está el único aeropuerto internacional de Bután, también es un bonito valle que acoge los dzongs y templos más antiguos y espectaculares del reino, especialmente el monasterio de Taktsang o ‘Nido de Tigre’, que por supuesto está incluido en la agenda de los duques de Cambridge. Colgado en un acantilado a 900 metros de altitud, para llegar a este lugar donde meditó el gurú Rinpoche, el padre del budismo Mahayana que se practica en Bután montado en una tigresa, es necesario caminar entre 2 y 3 horas, pero la experiencia es casi obligada. Una vez en Paro también son de interés el Ta Dzong, el Museo Nacional, y el Rinpung Dzong, el centro religioso del valle, desde el que se admiran unas vistas espectaculares.
EN THIMPHU, LA CAPITAL DEL REINO
La que ejerce como capital del país es una ciudad curiosa, sin semáforos, con edificios de coloridas y artísticas fachadas, y donde tiene la residencia de la Familia real. Por eso es en ella donde el príncipe Guillermo y su esposa empezarán su visita. Su símbolo es Tashichhodzong, la hermosa fortaleza y monasterio budista medieval que acoge las oficinas del rey y el salón del Trono, además de ser el lugar donde reside en verano Je Khenpo, el líder espiritual del país. Los múltiples monasterios que salpican las montañas cerca de Thimphu, la Escuela de Artes y Oficios, el Memorial Chorter, una estupa construida en memoria del tercer rey de Bután, o el mercado de fin de semana son algunos de sus imprescindibles.
LA FORTALEZA DE PUNAKHA
A casi tres horas de Thimphu y después de atravesar el paso de montaña conocido como Dochula (a 3.050 m. de altura), con una vista panorámica espectacular de la interminable cadena de picos del Himalaya, está la que fue capital de Bután hasta 1955. Su fortaleza, del siglo XVII, es otra de las construcciones más fascinantes, emplazada justo donde se juntan las aguas de los ríos Pho y Mo y fue el lugar elegido para celebrar por el rito budista la ceremonia nupcial del rey Jigme Khesar Wangchuk con Jetsun Pema, la que llaman la “Kate del Himalaya”, convirtiéndose en la reina consorte más joven del país. Ya en el valle se puede visitar el Khamsum Namgyal Chorter, una moderna estupa en lo alto de una colina asomada a los campos de arroz.
LOS TEMPLOS DEL VALLE DE BUMTHANG
El corazón espiritual del país es uno de los lugares más antiguos y valiosos del budismo. Los templos, palacios y dzongs más importantes del reino están es este valle, y entre ellos el más grande dzong del país, el de la ciudad más importante, Jakar. Pero hay que salir de la ciudad porque a las afueras es donde se aprecia el modo de vida de los butaneses, que se mantiene como hace milenios.
UNA TERAPIA DE AGUAS TERMALES
A Bután, además de templos y paisajes, también se llega buscando un lugar de descanso y recuperación, sea una sesión de meditación o un relajante baño en aguas termales. Y es que el reino de la felicidad tiene todo lo que se necesita para revivir y rejuvenecer el cuerpo y el espíritu. En los hoteles de lujo es fácil entregarse a unos días de yoga y a terapias holísticas, pero también se puede optar por itinerarios que ofrecen retiros solitarios en las altas colinas y templos en un entorno de espiritualidad.
DE TREKKING
Con lagos de montaña de aguas cristalinas, imponentes glaciares y algunas de las especies más amenazadas, Bután también es un paraíso natural, perfecto para el senderismo, la mejor manera de acercarse a la vida rural del país, y atreverse con el trekking en el anfiteatro montañoso del Himalaya. El camino Druk Trek, de seis días, la caminata más popular; el Laya-Gasa Trek, o el Jomolhari Loop, con la espectacular vista del Monte Jomolhari que regala, son algunos de los itinerarios más frecuentados, donde casi siempre escasean los turistas.
MUY PRÁCTICO
CÓMO LLEGAR
En la actualidad existen dos compañías que operan vuelos al aeropuerto internacional de Bután, en la ciudad de Paro. Las ciudades con mayor frecuencia de vuelos y mejor comunicadas con Europa son Nueva Delhi y Calcuta, en la India; Katmandú, en Nepal; Bangkok y Singapur. La agencia Bután Exclusivo (butanexclusivo.com) está especializada en viajes al reino.
A TENER EN CUENTA
Alta calidad y bajo impacto. Este es el principio que rige en Bután para el turismo, por eso todos los viajes al país son con todo incluido (hoteles, comidas, guía, vehículo, conductor, visitas, tasas y gestión de la visa), una manera de visitar un país sin sobresaltos y aprendiendo sobre la cultura local, aunque eso no significa que el itinerario es algo cerrado y sin libertad. El precio incluye una tasa del gobierno obligatoria llamada ‘royalty’ que es de 65 dólares y se destina a actividades de eliminación de pobreza, desarrollo de infraestructuras, construcción de escuelas, etc.
PARA DORMIR
El Uma by COMO de Paro (comohotels.com) es uno de los hoteles de lujo más exclusivos, con habitaciones, villas y suites de gusto exquisito, además de un spa en el que equilibrar mente, cuerpo y alma. Entre los mejores se cuentan también Naksel Boutique Hotel & SPA (naksel.com) y Zhiwa Ling (zhiwaling.com), en Paro; y en Thimphu, Taj Tashi (taj.tajhotels.com/en-in/taj-tashi) y Le Meridien Thimphu (lemeridienthimphu.com).
SABORES QUE HAY QUE PROBAR
La gastronomía de Bután es difícil para el paladar europeo. Se utilizan mucho los chiles picantes, así como la carne de yak y cerdo, acompañando casi cualquier plato con arroz. El plato nacional es el ema datse, con brotes de chile en salsa de queso. Otras especialidades son el phagshaphu (tiras de grasa desecada de cerdo en un guiso de nabos o rábanos y chiles), el gondomaru (huevos revueltos cocinados en mantequilla); el bjashamaru (guiso de pollo en salsa de mantequilla y ajo) o el sicum paa (cerdo desecado con chiles). Las mejores experiencias gastronómicas pueden encontrarse en sus hoteles de lujo, como el Uma by COMO o el Amankora (aman.com/resorts/amankora), ambos en Paro, o el Taj Tashi de Thimphu.