Peñíscola, la villa marinera en la que Santi Millán triunfa como chef
Desde que la terraza del ‘Chiringuito de Pepe’ se instalase en esta villa de Castellón muchos son los que llegan a ella buscando las localizaciones de la serie televisiva que ahora protagoniza el actor. Más allá, este rincón del Mediterráneo guarda buenas playas, una de las ciudadelas más pintorescas de la costa levantina, además de un un par de buenas referencias gastronómicas, aunque tras sus fogones no están los conocidos personajes haciendo de las suyas.
LA PLAYA DEL CHIRINGUITO
Santi Millán es Sergi Roca, el reconocido chef (nada menos que 12 estrellas Michelin acumula) que llega a esta localidad de Castellón a reflotar el negocio de Pepe, un chiringuito de playa cuyo propietario no es otro que Jesús Bonilla, que casualmente también es su padre. El chiringuito es puro decorado, pero es en la playa Norte donde se levantó de la nada. Este espigado arenal recorrido por un paseo marítimo de palmeras y con el castillo del Papa Luna de fondo es, junto al Sur, los que flanquean el casco antiguo, pero la localidad también cuenta con otro puñado de playas y calas de cálidas aguas donde ver atardecer, disfrutar de la naturaleza después de un día de senderismo o pasar momentos a solas: el Pebret, el Russo, Irta, Basseta…
LA CIUDADELA
En Peñíscola además de al mar, todas las miradas se dirigen hacia su casco antiguo, coronado por una fortaleza y que se desparrama entre las peñas de un islote, unida la península a través de una lengua de tierra. La ciudadela, de origen medieval, convertida también en plató de rodaje para esta comedia televisiva, está protegida por una compleja línea de murallas que en otro tiempo la defendieron de los piratas turcos y que hoy se cruza por tres entradas: el Portal Fosc, Sant Pere y la puerta de Santa María.
LAS MEJORES VISTAS
Después de atravesar sus portales, para ascender a lo alto se deben tomar las estrechas y serpenteantes calles que recorren el casco histórico y a las que asoman casonas señoriales de inspiración gótica y el gran templo de la ciudad, la iglesia de Santa María. Desde sus plazoletas, perfumadas por jazmines y madreselvas, hoy se disfruta de toda la luz del Mediterráneo. Las más hermosas quedan a la sombra del faro, situado al lado de la puerta de entrada a la fortaleza.
EL CASTILLO DEL PAPA LUNA
Una vez arriba, se descubre el gran emblema monumental de Peñíscola. De época árabe, fue remodelado por la enigmática Orden del Temple, cuya historia está íntimamente ligada a la figura del Papa Luna (Benedicto XIII), pero pasó media vida esperando que la Iglesia de Roma lo reconociera Papa, cosa que nunca consiguió. Contiguo al castillo abre sus puertas el eremitorio de la Mare de Déu d’Ermitana, en cuyo interior se puede ver a la patrona de la localidad.
UNA VISITA AL MUSEU DE LA MAR
Merece la pena pasar por la plaza de Les Costures, sobre el baluarte del Príncipe, para entrar en este museo que rinde homenaje al Mediterráneo. Sus salas muestran trazos de la historia marítima de la villa, técnicas pesqueras y costumbres populares, así como tres grandes acuarios.
EL BUFADOR
Curioso resulta contemplar en un saliente del islote, esta gran brecha natural en mitad de la roca por el que, según los vecinos del lugar, el Mediterráneo ‘respira’ en días de tempestad.
UN PASEO POR EL PARQUE DE ARTILLERÍA
Después de tantas cuestas será relajante pasear un rato por el que es el pulmón verde del islote. En torno a las casamatas y los polvorines que en otro tiempo defendían la ciudadela se ha creado un gran parque sombreado de palmeras y jardines.
PARA GOURMETS
A falta de las delicias de Santi Millán en Chiringuito de Pepe, hay que pasar por Casa Jaime (casajaime.net) para probar la cocina autóctona, marinera y con toques de creatividad de este pequeño restaurante familiar situado en pleno paseo marítimo. Sus guisos de pescado y sus sabrosos arroces elaborados con productos de la lonja son reconocidos por los amantes de la buena mesa. Otra buena referencia es Carmen Guillemont (carmenguillemont.com), que brinda esmeradas propuestas mediterráneas de lo más natural y de calidad.
BUENOS SITIOS PARA DORMIR
Además del Tío Pepe (hotelrestaurantetiopepe.com) que alojó a los protagonistas de la serie durante la grabación de la primera temporada en Peñíscola –que recuerda una placa conmemorativa en su vestíbulo–, otras referencias donde pasar una agradable estancia son la Hostería del Mar (lahosteriadelmar.net), con interiores de estilo castellano, o el Gran Hotel Peñíscola (granhotelpeniscola.com), más alejado del centro histórico, pero ambos con vistas al mar.
Y SI TIENES MÁS TIEMPO… LA SIERRA DE IRTA
Al sur de Peñíscola está el que es uno de los pocos espacios naturales vírgenes de la Comunidad Valenciana, la Sierra de Irta, donde se alternan pequeñas calas con elevados acantilados coronados por torres vigías. Para descubrirla la playa de Pebret es el mejor punto de partida.