Las diez villas más bonitas de Croacia, estampas de esencia mediterránea
KORCULA
La patria chica de Marco Polo es una isla con mucha historia cuya singularidad radica en su entramado de calles en forma de pescado y sus bien conservadas construcciones gótico-renacentista, entre las que sobresale la catedral de San Marcos. Pero son sus tradiciones, su saludable cocina mediterránea, sus vinos locales y su sabrosa repostería lo que atraen también a un gran número de fieles admiradores.
HVAR
Con tan solo 68 kilómetros de largo por 11 de ancho, Hvar apenas es un pequeño reducto en los más de 6.000 kilómetros de litoral que de norte a sur posee Croacia, y sin embargo, es la isla más célebre de la costa dálmata, con nombre propio entre la jet set. A la que llaman la Capri croata, y algunos otros comparan con Ibiza o Saint-Tropez, se llega en catamarán desde Split en solo una hora o alquilando un velero con amigos por las tranquilas y cristalinas aguas del Adriático; los más pudientes, claro, en yate privado.
SIBENIK
Esta joya del Adriático croata ubicada en la desembocadura sumergida del Krka, en la parte más pintoresca de la costa Este del Adriático, es la más antigua de las ciudades de fundación croata. La majestuosa Catedral de Santiago –protegida por la Unesco–, numerosas iglesias, monasterios, palacios y las cuatro fortalezas que enmarcan la ciudad conforman su rico legado histórico-cultural. En sus proximidades se descubren dos parques nacionales: Krka y las Kornati.
MOTOVUN
Esta villa istriana de aspecto medieval se alza sobre una colina con vistas al valle del río Mirna y conserva un riquísimo patrimonio histórico. Pero junto a él también atrae a los amantes del cine, gracias a su Motovun Film Festival, a los amantes de los vuelos en globo gracias a su favorable microclima, y a los de la naturaleza, que tienen en el parque forestal Motovunska el hábitat más conocido de las estimadas trufas y setas de Istria.
PULA
En el extremo sur de la península de Isla, Pula es otra de las ciudades-museo de Croacia, que lleva tres milenios de existencia a sus espaldas. En sus calles se descubren joyas como el Arco de Triunfo de Sergii, el templo de Augusto, la Puerta de Hércules…, aunque también presume de un buen catálogo de playas diseminadas a lo largo de cien kilómetros de su bella y escarpada costa. A su alrededor, el Parque Nacional de las Brijuni acapara toda la atención de los que van en busca del patrimonio natural croata.
RAB
Esta pintoresca ciudad del golfo de Kvarner es, sobre todo, una isla de cultura, de formidables paisajes, de playas y largos y agradables paseos, que ya los romanos supieron disfrutar y que hoy se ha convertido en una de las más visitadas del Adriático.
ROVINJ
Dicen de ella que es la ciudad más romántica de Croacia, y también de las más bonitas, especialmente apreciada por los artistas que han pintado aquí sus más bellos rincones y luego exponen sus obras en Grisija, la llamada calle de los artistas. Su arquitectura veneciana, su armonía cromática, sus 67 kilómetros de costa, sus 14 islas, islotes, peñones y su magnífico núcleo histórico tienen mucho que ver en ello.
SPLIT
Split es la segunda ciudad más grande de Croacia, pero su casco antiguo con forma de almendra y protegido por la Unesco, es un pequeño reducto por el que perderse alrededor del palacio romano de Diocleciano, especialmente de noche, cuando las calles recuperan la magia y el sosiego ausente durante el día. Aquí se mezclan historia, arquitectura antigua, cultura y vida cotidiana.
TROGIR
Esta pequeña ciudad-museo cuyo centro histórico está protegido por la Unesco es un auténtico tesoro para los amantes de las obras de arte, de los edificios renacentistas y barrocos, de las iglesias románicas… Además de la catedral, su monumento más representativo, sus pequeñas y estrechas callecitas, sus placitas, restaurantes, cafés, tiendecitas y galerías conceden a esta villa un singular carácter mediterráneo.
POREC
En el corazón de la costa oeste istriana y en su núcleo histórico, Poreč conserva las improntas de su pasado, con calles de piedra, foros y templos antiguos como la basílica Eufrásica, del siglo XVI, el monumento más importante de Istria, también en la lista del Patrimonio Mundial.