Ideas originales para un San Valentín diferente con tu pareja

Más allá de cenas románticas y otras propuestas clásicas, este año toca hacer algo distinto. Nuestras sugerencias van desde dormir en un molino a brindar con champán en lo alto del Teide, tiraros por la tirolina urbana más larga de Europa o sumergiros en un spa de cerveza. ¿Con qué os vais a atrever?

por hola.com

FIN DE SEMANA RURAL PERO… ALOJADOS EN UN MOLINO
En un palacio o en un monasterio, a lo mejor, pero ¿a qué nunca habéis dormido en un antiguo molino? Old Smock Windmill (oldsmockmill.com) está en Benenden, en el condado de Kent en Inglaterra, y ha sido exquisitamente rehabilitado y decorado como alojamiento. Es un lugar muy romántico, distribuido en cuatro alturas conectadas por una escalera de caracol que dejan a la vista enormes vigas de madera y la antigua maquinaria del molino. Un lugar encantador para acurrucarse frente a la chimenea, tomar un baño en una bañera de patas, caminar sobre suelo radiante y compartir una cena con huevos orgánicos de las gallinas de la casa. ¿Se puede pedir más para unos días en pareja?

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UNA EXCURSIÓN AL TEIDE… CON UN BRINDIS CON CHAMPÁN EN LO ALTO
¿Os gustaría brindar a 3.718 metros de altura con champán? La original experiencia que te proponemos para este San Valentín en Tenerife es una excursión al Parque Nacional del Teide que, después de exploradas sus rutas, acabe con un brindis en lo más alto. Primero hay que subir prácticamente hasta su cima en el teleférico que salva la estación base y la superior de la Rambleta, donde los guías del Teleférico (telefericoteide.com) os reciben con una copa de espumoso canario para llevaros después al mirador y vivir el momento más emocionante: el de ver el mar de nubes que queda a los pies tiñéndose con el ocaso en el silencio más absoluto.

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IR A LA PLAYA… A CONOCER LA MÁS PEQUEÑA DEL MUNDO ¡Y SIN SALIDA AL MAR!
¿Una playa a 100 metros del mar? Sí, está en la costa asturiana de Llanes y está declarada Monumento Natural. Ahora que no es momento de baño, es buena época para contemplarla. Causa perplejidad por su alejamiento del mar, pero también por su tamaño, su característica forma (una especie de semicírculo cerrado por detrás al mar y abierto por delante a los verdes campos) y el hecho de que no sea fácilmente accesible. Un plan diferente para los que no pueden vivir sin ver el mar.

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UN SPA EN PAREJA, PERO… ¡RELLENO DE CERVEZA!
En la República Checa hace muchos años que descubrieron los beneficios de la cerveza, la bebida tradicional del país. En la fábrica Chodovar (chodovar.cz) no solo la podéis probar, también bañaros en ella. Por 660 coronas (unos 25 euros al cambio actual) es posible sumergiros en una relajante bañera de levadura, minerales, plantas curativas, vitamina B y agua del cercano manantial Il Sano, mientras os tomáis una jarra de cerveza para calmar la sed. Al terminar os espera una sala de relajación y hasta masajes con efectos beneficiosos para la piel, el cabello, la relajación de los músculos... Después del relax cervecero y sentiros mucho más jóvenes, aún podéis alargar la estancia reservando en el hotel situado junto con el balneario o probar unos exquisitos platos en el restaurante ubicado en la bodega excavada en la roca de esta cervecería del siglo XII.

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UN PASEO EN BARCA… POR UN RÍO SUBTERRÁNEO
Visitar las entrañas de la tierra, cómodamente instalados en una pequeña barquita, y surcar las aguas que la montaña atesora en su interior es una experiencia difícil de olvidar. Así son las Coves de Sant Josep, en la localidad castellonense de Vall’d’Uxo, que esconde el río subterráneo navegable más largo de Europa; un laberinto de canales y amplias cavidades que la Naturaleza, a un ritmo pausado, ha ido modelando a lo largo del tiempo. La visita tiene una duración de 45 min, con un recorrido en barca de casi 1.400 mts. y 255 mts. a pie por una galería seca.

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DORMIR EN UN HOTEL EN ANDORRA, PERO… DE NIEVE
¿Querías una noche especial o diferente? ¿Poco convencional y además romántica? En Andorra, es posible hacerlo en un iglú a 2.350 metros de altura en Grandvalira. Está construido totalmente de nieve y se decora íntegramente cada año. El hotel (grandvalira.com/iglu-hotel-en-andorra) consta de 5 iglús con capacidad hasta 6 personas, pero también privados, equipados con sacos de dormir que soportan temperaturas de -20°, y entre sus servicios se incluye bar, restaurante, terraza y una zona spa.

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UNA CENA ROMÁNTICA… BAJO TIERRA
A unos 20 kilómetros de León, Valdevimbre brinda un insólito y extraño paisaje: es el de las más de 400 cuevas excavadas en la tierra, algunas centenarias, que se utilizan para almacenar el vino de la región. Unas pocas han sido reconvertidas en restaurantes laberínticos, donde se sirven suculentos platos de la cocina leonesa. Los Poínos (lospoinos.com), Cueva del Túnel (cuevadeltunel.es) o Cueva Miñambres (cuevaminambres.es).

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UNA ESCAPADA A UN PUEBLO… ADOSADO A LA ROCA
¿Y si llevas a tu pareja a conocer un pueblo curioso? Setenil de las Bodegas, lo es. Está en la sierra de Cádiz y es de esos que sorprenden. Sus habitantes han aprovechado un impresionante tajo creado en la roca por el río para construir sus casas cueva, lo que le confiere un aspecto único. Tenéis que perderos por sus rincones, recorrer las conocidas calles de las Cuevas del Sol y las Cuevas de la Sombra, tapear en sus bares y, como complemento, seguir descubriendo la ruta de los pueblos blancos.

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UN PLAN ACTIVO… EN LA TIROLINA MÁS LARGA DE EUROPA
Pasar un día en Toledo siempre es una escapada que apetece, este año con más razón, que es Capital Gastronómica, pero es que a las visitas culturales y gastronómicas le podéis añadir otro plan activo y diferente, el de volar en la tirolina urbana más larga de Europa sobre el río Tajo, de 180 metros de longitud. La actividad (flytoledo.com) tiene un precio de 10 €, comienza en el puente de San Martín –en pleno casco histórico– y dura menos de un minuto, pero la descarga de adrenalina es total.

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UN VIAJE A LONDRES… PERO ALOJADOS EN UN YATE DE LUJO
No solo es diferente esta experiencia, es también exclusiva, porque alojarte en un elegante yate amarrado en una de las ciudades más excitantes del mundo es una idea para ocasiones especiales y este San Valentín lo es. El Sunborn London Hotel (sunbornhotels.com/London) tiene 108 metros de eslora e incorpora 136 amplias habitaciones –todas con muebles hechos a medida– además de un elegante restaurante, bar, spa y unas espectaculares vistas a Canary Wharf, además de ser un excelente punto de partida para una visita a los Docklands. Desde 195 € la noche.