Diez planes para estrenar el año en la costa de Almería
Ir en busca de calas recónditas, platós naturales de película, pueblos de esencia árabe o castillos de buen porte, practicar tu deporte favorito en un entorno natural único, hacer una visita a la capital o apuntarte a la costumbre del tapeo. Estas y otras propuestas para disfrutar de lo que guarda este rincón del Mediterráneo.
1. EL SOL
Si hay un lugar donde el sol se ha quedado a vivir es Almería. Tiene más de 3.500 horas de sol y un clima privilegiado para disfrutar al aire libre todo el año. Así es fácil entender porque este lugar ha cautivado desde tiempo inmemorial a amantes de la fotografía y profesionales del mundo del cine, que lo escogen como plató natural para sus rodajes, vídeos, anuncios y documentales.
2. EN BUSCA DE SUS AGUAS
Si espectacular es la luz de la costa no menos atrayentes son sus aguas transparentes y cristalinas, perfectas para bañarte en ellas todo el año, navegar o sumergirte en sus profundidades. La gama de los azules y los verdes es el color del litoral almeriense.
3. DESCUBRIR EL PARQUE NATURAL CABO DE GATA-NÍJAR
Reconocido como Reserva de la Biosfera y Parque Marítimo-Terrestre, Cabo de Gata es un enclave de gran belleza natural en el que la lava volcánica ha modelado columnas y montañas, dibujado acantilados e imposibles arrecifes, tallado en rocas calas recónditas, playas vírgenes y un perfil costero en el que se asoman algunos de los pueblos con más encanto del sur del país. Las playas de Mónsul y de los Muertos, el faro del cabo de Gata, la isleta del Moro, la Almadraba de Monteleva, Las Amoladeras o el pozo de los Frailes son algunos de sus imprescindibles.
4. LA PANORÁMICA DE ALMERÍA DESDE LA ALCAZABA
Abierta al mar en una amplia bahía, Almería bien merece un paseo que, para empezar, puede comenzar con perspectiva en su Alcazaba, la mayor fortaleza musulmana de España. No hay mejor mirador para contemplar el que fuera en tiempos nazaríes uno de los más importantes del Mediterráneo y la ciudad que queda a los pies de este monte de pura piedra. El recorrido debe pasar por el barrio de la Medina, la catedral, la plaza Vieja, el paseo de Almería o la iglesia de San Juan, erigida sobre una antigua mezquita.
5. RECORRER LAS ALPUJARRAS
Al abrigo de Sierra Nevada, también parque natural, se cobija una de las comarcas almerienses imprescindibles, poblada de barrancos y profundos valles con caudalosos arroyos, moteada de pueblos blancos que conservan la arquitectura heredada de sus antepasados árabes –como Laujar de Andarax, Fondón, Beires, Ohanes, Padules y Canjáyar, posados en las faldas de sus imponentes montañas–, además de una gastronomía auténtica y artesanía para llevarte a casa de recuerdo.
6. CONOCER EL ÚNICO DESIERTO DE EUROPA
Entre las sierras Alhamilla y de los Filabres se extiende un territorio portentoso y mítico: el desierto de Tabernas. La mejor manera para disfrutar de este desolador, pero cautivador paisaje, es asomarse al cauce principal, la rambla de Tabernas, cuyo recorrido completo supone un paseo suave de unos siete kilómetros. El paisaje es excepcional: una especie de Cañón del Colorado en miniatura. Pero también en este espacio mágico se han rodado algunas de las mejores películas del Oeste de la historia del Cine, cuyos escenarios hoy forman parte de parques temáticos, y otras más recintes como la superproducción Exodus, las premiadas El Niño y Vivir es fácil con los ojos cerrados y la serie Juego de Tronos.
7. DE RUTA DE LOS PUEBLOS DEL LEVANTE
Junto a la magia de los pueblos de esencia árabe de la Alpujarra, en el levante almeriense, alineados con la línea de costa, se localizan pequeños paraísos más turísticos donde disfrutar del mar, de su ubicación y de su entorno. Sobre una montaña se encuentran Carboneras y Mojácar vigilando siempre la línea del mar como lo llevan haciendo desde la época en la que los piratas berberiscos surcaban estas aguas. Prácticamente en el límite con Murcia está Pulpí, con algunas de las playas con más fama de la provincia.
8. DESCUBRIR LA CARA Y LA CRUZ DE LOS VÉLEZ
Al norte de la provincia, Vélez Rubio y Vélez Blanco son la cara y la cruz de la comarca de los Vélez. Si el primero es señorial y noble; el segundo es alegre y natural y coronado por el imponente castillo de los Fajardo. A su riqueza cultural también suma la cueva de los Letreros, en una de cuyas paredes puedes contemplar dibujada la silueta del Índalo, el símbolo que es el emblema de Almería.
9. PARA LOS MÁS ACTIVOS
Un entorno natural como el de la costa de Almería se presta a disfrutar practicando todo tipo de actividades deportivas. En el poniente almeriense las corrientes de viento y mar se unen para la práctica de todo tipo de deportes acuáticos; el buceo, en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar; en el norte, el parapente y por toda la provincia, la bicicleta, el senderismo, la rutas en bicicleta de montaña, en todoterreno o en quad o los paseos en camello en espacios naturales como las Alpujarras, la sierra de los Filabres, el parque natural Sierra María-Los Vélez o las comarcas del Almanzora y Andarax.
10. APUNTARTE AL TAPEO
Es un ritual que hay que cumplir religiosamente en la costa de Almería, sobre todo porque la mejor manera de conocer su gastronomía, rica y variada, es tapeando. Manjares en pequeño formato para degustar desde los pescados más frescos de la zona hasta carnes a la brasa, pasando por las migas, trigo y gurullos que tan buen sabor de boca dejan.