De Valldemossa a Formentor, un paisaje de lo más romántico en Mallorca
En el norte de la isla, esta preciosa localidad es mucho más que su estampa de ‘souvenir’. Además de ser testigo de un pedacito de la historia de amor de Frederic Chopin y George Sand, encandila con su típico puerto pesquero, sus calles en cuesta, sus mosaicos incrustados en las paredes y su Real Cartuja. Y además es el mejor punto de partida para una ruta de fin de semana por los rincones más encantadores de Mallorca.
Desde el puerto de Andratx y hasta el cabo de Formentor, la sierra de Tramontana dibuja una ruta que nadie debería perderse. Un paisaje cargado de evocaciones románticas que fascinó a pintores y escritores de medio mundo, pero sobre todo a un músico cuyo nombre quedaría impreso para siempre en su libro de honor: Frederic Chopin. Fue en el invierno de 1838 a 1839, uno de los más duros sufridos en la isla de Mallorca, cuando el pianista y compositor polaco y la novelista francesa George Sand se exiliaron en la bella población de Valdemossa a fin de huir de los prejuicios de que eran víctimas en París.
LA INSPIRACIÓN DE LA CARTUJA REAL
En una celda de la Cartuja Real, la joya arquitectónica de la localidad, los amantes encontraron su refugio, pero también un espacio idóneo donde Chopin compuso algunas de sus obras memorables y donde la novelista terminó su novela Spiridion y encontró la inspiración que después trasladaría a Un Invierno en Mallorca. El antiguo claustro de la Cartuja, del siglo XIV, es hoy un cuidado jardín donde en los meses de verano se celebran conciertos de música clásica; un espacio que da acceso a las celdas 2 y 4 donde todavía se conservan recuerdos de tan insignes huéspedes.
RINCONES DE VALLDEMOSSA
Tras admirar las pinturas de Joan Manuel Bayeu, que se conservan en la capilla, y la encantadora farmacia antigua, conviene pasear por las calles de Valldemossa y detenerse en sus rincones más pintorescos, esos que también sedujeron, casi dos siglos después, a otra pareja de celebridades como son Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones.
EN RUTA POR LA TRAMONTANA
Más allá, la sierra de Tramontana brinda un litoral extremadamente accidentado para descubrir con calma. En él se abren paso pueblos de singular encanto, montañas de piedra desnuda, calitas de ensueño, acantilados que sobrevuelan el horizonte marino y una sucesión constante de lugares mágicos que, como Valldemossa, también han servido de inspiración y morada a numerosos artistas. En el extremo occidental de la isla, Andratx es un buen punto de partida para recorrer la sierra, cuyo puerto, antaño refugio marinero, ofrece la imagen más típica de la Mallorca turística.
ESTELLENCS
Después tienes que continuar hacia Estellencs, custodiado por la mole pétrea del Galatzó y uno de esos pueblos de piedra que parecen colgados sobre el paisaje. A sus pies, los acantilados y el mar bravío de la costa norte. La siguiente parada lleva a Banyalbufar, sorprendente por su geometría de bancales donde se cultivaba una malvasía muy celebrada, y por la atalaya de Ses Animes frente a un paisaje que corta la respiración.
DEIÀ
Más hacia el norte queda Deià que, durante más de trescientos años, compartió historia con Valldemossa. La belleza de su paisaje natural, con la deslumbrante cala Deià, y la vida tranquila del blanco caserío desperdigado entre bancales simbolizan la Mallorca exquisita, bien conservada y amante de su pasado. Un lugar en el que dejaron su huella ilustres y bohemios personajes, como el archiduque Luis Salvador de Austria, Manuel de Falla, Russinyol o Robert Graves, autor de Yo, Claudio.
CAMINO DE SA CALOBRA
El camino continúa hacia el pequeño caserío de Llucalcari y, poco después, hasta Sóller, un pequeño oasis de frutales en medio de la montaña, con sus animadas plazas, sus antiguas y elegantes casas de piedra y su tren, que atraviesa la sierra y comunica el valle con Palma y el puerto. Desde éste se pueden realizar excursiones marítimas hacia Sa Calobra, en la desembocadura del Torrent de Pareis, un gigantesco desfiladero que se interna por las entrañas de la sierra.
RUMBO A POLLENÇA
El monasterio de Lluc representa el corazón espiritual de la isla, antes de llegar a Pollença, con el conjunto de Es Calvari, dispuesto de forma teatral sobre el pueblo. La villa más oriental de la isla conserva un carácter singular que se traduce incluso en algunas peculiaridades lingüísticas.
HACIA EL FARO DE FORMENTOR
El promontorio más septentrional de Mallorca –rematado por el faro y una bella cala–, marca el final de la ruta. El mirador de Sa Creueta ofrece la mejor estampa de este paisaje bravío, de altos acantilados y calas desiertas con la cala Bóquer a la izquierda y el islote Colomer a la derecha. Una impresión de vértigo y grandeza imposible de olvidar.
GUÍA PRÁCTICA
Dónde dormir
En Valldemossa, Es Petit Hotel (espetithotel-valldemossa.com), una antigua casa familiar en las estribaciones de la villa con habitaciones diferentes, mezcla de elementos antiguos y modernos y un jardín con vistas a la Cartuja y al pueblo. También el hotel Valldemossa (valldemossahotel.com), una antigua villa señorial de indianos con alcobas amplias de estilo malloquín y generosas terrazas; y el elegante Mirabó de Valldemossa (mirabo.es). El buen gusto, una decoración exquisita y unas instalaciones muy cuidadas se dan cita igualmente en La Residencia (hotel-laresidencia.com), en Deià, una antigua possessió mallorquina; el mismo entorno donde se levanta el elegante Es Molí (esmoli.com).
Dónde comer
La gastronomía balear ofrece manjares contundentes, como la sobrasada y las sopas mallorquinas, y otros más delicados, como la caldereta de langosta. Aparte de la imprescindible ensaimada, hay que probar: el helado de almendra, los robiols, los crespells Sant Josep y, sobre todo en Valldemossa, las coques de patata. Entre las viandas más famosas de las islas está el queso de Mahón, que puede acompañarse con un caldo de Denominación de Origen Binissalem. En Valldemossa, el restaurante del hotel Valldemossa (valldemossahotel.com) y el afamado El Olivo, de La Residencia de Deiá (hotel-laresidencia.com) son dos de las mejores referencias.